El Vampiro romántico

Los vampiros forman parte importante del folklore universal en varias culturas.

Sin embargo, el comienzo de estas creencias, de las cuales ya escribimos en el capítulo anterior, data de 1900 años atrás.

En aquellos entonces, eran apodados como los ‘muertos vivientes’ y sus poderes variaban según la comarca donde deambulaban.

Algunos se convertían en ratas, otros podían tomar la apariencia de varios animales y solo los de algunas regiones como Portugal, Malasia, y Filipinas, podían volar. Mas adelante, nuestros caminantes nocturnos, fueron diversificando tanto su apariencia, como sus poderes y sus encantos.

Evitaremos toda polémica filosófica, si nos ponemos de acuerdo en que la cultura sobre los ‘muertos vivientes’ fue variando y nutriéndose con los incidentes históricos. Ya vimos anteriormente sobre una de las figuras que inspiró a Bram Stoker, para escribir su Best Seller, Drácula.

Y ya nos referiremos sobre cual pudo ser la otra figura. Al propósito, 130 años después del nacimiento del ya conocido Vlad Tepes, nace curiosamente también en Transilvania, la (Condesa Sangrienta).

Ese era el apodo de Isabel Bathory, la cual también tenía una gran obsesión por la sangre, más que nada por asuntos carnales, porque le atribuía bondades cosméticas. Ella sostuvo, hasta su muerte, encerrada en la oscuridad de un calabozo, que la sangre de las adolescentes vírgenes era la fuente de la juventud. Las asesinaba para bañarse y beber su sangre.

El Vampiro romántico y antecesor del actual

Este era el capítulo prometido. Y es dedicado, a todos los que me comentaron los dos artículos anteriores. Espero poder satisfacerlos, porque como verán a continuación, se trata del verdadero abuelito del vampiro actual. Y no fue nada rebuscado, ni hubo alfombra roja ni tuvo sus musas a partir de una leyenda. Quien lo escribió, lo hizo por lograr “el placer de los reyes”, LA VENGANZA. Y nos referimos al año 1819. Mucho antes que el Drácula de Stoker de 1879. Su nombre era John William Polidori.

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Antes de comenzar con El Vampiro del Dr. Polidori, contaremos brevemente dos hechos enigmáticos referentes a figuras consagradas del vampirismo. Por un lado, el escritor irlandés Bram Stoker, solicito que al morir (1912), su cuerpo fuera cremado para no volver del mas allá. Por otro lado, a la inversa ocurre con el actor transilvano Bela Lugosi. Porque pide al morir (1956) ser enterrado con su traje de Drácula, sin estacas ni cosas raras de por medio.

¿Quién era John William Polidori? ¿En quién se inspiró su Vampiro?

Polidori era un médico inglés (graduado tan solo con 19 años), de padres italianos nacido en Londres en 1795. A pesar de estar conforme y querer ejercer su carrera, tenía un gran sueño, destacarse en el campo de las letras. El joven John, sentía gran admiración por los literarios de la época. Y su pasatiempo favorito era escribir.

La oportunidad llamó a su puerta cuando el poeta necesitó un médico personal para su viaje a Europa. Byron tenía una fama muy particular y eran ‘vox populis’ sus escándalos amorosos y excesos de todo tipo. Polidori fue recomendado y el famoso lo contrató. Luego se sabe que la relación entre este brillante poeta y su joven médico, fue mucho más que una amistad, ya que Byron era homosexual. Tanto la juventud como la apariencia de Polidori, habían flechado al poeta romántico desde el primer momento.

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El joven médico pensó tocar el cielo con las manos con el empleo y matar dos pájaros de un tiro. Porque podría ejercer su carrera inmerso en el clima literario, que era su sueño. El poeta formaba parte de un círculo social que le interesaba y Polidori lo iba a aprovechar.

Sin embargo para el joven médico, ese cambio en su vida no le fue muy beneficioso como ya veremos. El doctor tenía como costumbre escribir sus vivencias en un diario personal. Y allí anotó todo lo que le ocurrió en la travesía a Europa y todo lo relacionado con su nuevo empleo.
Los cronistas cuentan, que con el tono que se refería el médico hacia el poeta, en el diario, fue variando en cuanto a su relación. No parecían tener una buena convivencia de pareja y menos de amistad.

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Más aún, testigos de esa relación, afirman que Lord Byron hería sin piedad frente a sus amistades al joven médico, burlándose de sus dotes como profesional. Y lo hacía sufrir muchísimo, porque Polidori, estaba escribiendo piezas de teatro y el poeta se las criticaba y destruía públicamente. Lo llamaba socarronamente “pobre Polidori”, “mi médico quiere ser como yo”, y cosas así.

Pero un 17 de junio de 1816, fue la fecha del famoso incidente que generó dos novelas que cambiarían parte de la literatura en el género del terror. En ese verano de Ginebra, Byron y Polidori frecuentaban al poeta Shelley. Y un día Sheller junto a su novia Mary Wollstonecraft, concurrieron a una de esas fiestas íntimas que daba en su casa el poeta.

En la sobremesa de ese 1816, por la madrugada, estando Shelley junto a su futura esposa y otros amigos presentes, entre cuentos de fantasmas que van, copas de alcohol que vienen y alguna cosita más fuerte, Byron largó un desafío. Propuso que cada uno de los que estaban presentes ese día, escribiera una novela basada en un cuento de terror. Y todos estuvieron de acuerdo.

El “pobre Polidori” con tan solo 21 años de edad y Mary Shelley, fueron los que terminaron publicaron sus proyectos iniciados aquella noche de farra. De los demás no se saben que ocurrió, ni si quiera se conoce si el propio Byron terminó en algún momento, el desafío que lanzó aquella noche de verano.

Mary Shelley, por su parte, escribió la obra de terror más aclamada de la época que tituló Frankenstein. Mientras el joven médico, publicó Ernestus Berchtold o el moderno Edipo, y aunque era bastante buena según los entendidos, su obra pasó a la sombra, porque Frankenstein se llevó todos los aplausos del momento.

Lo cierto es que las cargadas y ridiculizaciones sobre “pobre Polidori” continuaron y el médico en un intento por ‘parar la mano’ y ponerle un alto a tanto abuso, tuvo la infeliz idea de chantajear con sus favores homosexuales al poeta. Byron prescindió de sus servicios médicos inmediatamente y lo echó a la calle.

Triste y desolado, el joven aspirante a escritor publicó algunos poemas con poca trascendencia y cuentan las crónicas que su autoestima comenzó a descender dramáticamente.

Hasta que en 1819, es publicada una novela que recibió todos los aplausos tanto de la crítica como de los amantes del género de terror. El Vampiro, fue publicado anónimamente. Tal vez porque el “pobre Polidori”, se sentía humillado y cansado de tantos fracasos. O quizás porque imaginaba un complot hacia su persona.

El vampiro fue un éxito rotundo y a partir de ese personaje, muchas cosas cambiaron dentro del género. La más importante indudablemente, es la forma que define Polidori al vampiro. Pues el protagonista de los largos colmillos, reunía todas las características y la personalidad del poeta romántico Lord Byron. Ese vampiro social y refinado, fue el punto de partida o la referencia para todos los fans y vampirólogos que aparecieron luego.

Al enterarse el poeta, del contenido del libro y que el mismo carecía de autor, (sumó uno más uno y la cuenta le cerró). Salió presuroso para registrar su autoría, provocando un verdadero escándalo según los cronistas de la época. Enorme sorpresa se llevó Byron, al enterarse que ese libro, era nada mas ni nada menos, el producto de aquel loco desafío que lanzó la madrugada de 1816, entre copas y yerbas. Y que Ernestus Berchtold, que publicara Polidori tres años antes, era un proyecto en el cual el médico trabajaba momentos antes que Byron largara su desafío literario.

A través de esta obra, el Dr. John William Polidori, dejó de ser el “pobre Polidori”. El médico logró dos cosas dignas de tener en cuenta que mejoraron su disminuido ego; Primero, pudo demostrar que podía escribir un libro exitoso. Y lo segundo, fue agregar una venganza personal para Byron y todos los que se mofaron a su costilla. Pues el protagonista de la historia, el popular chupa sangre que salía por las noches a cometer sus fechorías, tenía que proteger su otra reputación, que en aquellos entonces era muy cuestionada; su condición gay.

Y así, el poeta romántico Lord Byron, se convierte en el primer vampiro sociable, que perdura hasta hoy. Siendo la referencia tanto de mitos como de leyendas y sobre todo, aceitando permanentemente las cajas registradoras de la industria literaria, del cine y los entretenimientos.