Hamburguesa de laboratorio
Se logró la carne sintética en un laboratorio de holanda. ¿Es el fin del hambruna?. Veamos cuanto saldría esta creación científica si la comparamos con el producto ‘original’, que habitualmente se consume en la calle.
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La primera hamburguesa sintética preparada en la asepsia de un laboratorio estará lista este otoño y costaría 250.000 euros, según el investigador holandés Mark Post.
El equipo de este experto de la Universidad de Maastricht (Holanda) es uno de los más adelantados en crear filetes, salchichas y hamburguesas sintéticas a base de células madre que estarían libres de infecciones, añadidos indeseables y emisiones de CO2 asociadas a la ganadería actual. Desde hace unos años, la carne de probeta es uno de los productos más esperados por los grupos animalistas, hasta el punto que uno de ellos (PETA) ofrece un millón de dólares al grupo que logre la primera pechuga de pollo artificial.
“En octubre tendremos una prueba de concepto para demostrar que podemos hacer un producto con aspecto, textura y sabor a carne y que ha sido desarrollado con métodos in vitro, a base de células madre”, ha explicado Post durante el congreso de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que se celebró hasta ayer en Vancouver (Canadá).
Por ahora, las hamburguesas de Post no dan ni para un canapé. Se trata de tiras blanquecinas de unos dos centímetros de largo hechas con células de músculo de vaca. Post no las ha probado, pero sí lo hizo un periodista de la televisión rusa que dijo que el plato era “masticable e insípido”, según explicó el investigador a Nature. Post quiere ahora mezclar sus hilillos de vacuno con grasa y sangre para hacerlos más apetecibles y voluminosos. Sus estudios, que han sido financiados por el Gobierno holandés y la marca de salchichas Stegeman, van dirigidos a crear filetes artificiales que, de media, necesitarían un 40% menos de gasto que el bistec corriente. Por el momento se trata sólo de un sueño, ya que la primera hamburguesa de Post habrá costado 250.000 euros.
“Veo complicado que pueda crearla en octubre, pero supongo que usando por ejemplo un 15% de carne y el resto grasa y agua no sería una idea tan loca”, explica a este diario Manuel Salmerón-Sánchez, subdirector del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la Universidad Politécnica de Valencia. Salmerón-Sánchez explica que las técnicas que usa Post son muy parecidas a las que usan otros investigadores que intentan generar cartílago, músculo y otros tejidos humanos para curar enfermedades. La de la carne sintética se trata de “una aplicación más inmediata y que podría llegar a ser competitiva”, detalla el investigador. “Yo me comería esta hamburguesa más tranquilo que la de una vaca actual”, asegura.