18 diciembre 2024
INSÓLITOS

Dolor y frivolidad

La casa del bombero desapareció de la faz de la tierra, quienes colaboraron con el bombero fueron los presos, donaron todo lo que tenían al policía del fuego. Paradójico, presos donando para un policía.

Hace unos días una niñita, de apodo Pampita, como todos Uds. sabrán a esta altura de los acontecimientos, hija de unos actores que trabajan en el medio argentino, la cual al retorno de un paseo, con sus padres, por la rivera maya, empezó a manifestar los síntomas, de una enfermedad desconocida, para los facultativos que la asistían.

Los que manifestaron o la prensa les hizo decir, que eran un par de virus o bacterias desconocidas, cosa común, que ciertas enfermedades de origen tropical, no sean conocidas por los médicos de nuestro medio y batallaron en vano.
Es sabido que cuando uno viaja a determinadas zonas tropicales, debe utilizar los aerosoles del lugar, porque son específicos para los mosquitos del lugar.

A mí me pasó en las cataratas de Iguazú y la historia del dengue, cosa que no me agarré, porque fui bien asesorado y compre un insecticida local.
Otro ejemplo muy cercano, resulta que un querido amigo mío, de profesión piloto, le salió un viaje a los paraísos tropicales del Pacífico y los médicos de la empresa, le prohibieron que tuviera relaciones sexuales con las jóvenes del lugar, porque podría contraer alguna enfermedad venérea, desconocida en nuestro país y por nuestros médicos.
El contagio es un instante, pero al volver a casa, es cuando se manifiesta la enfermedad y comienza el calvario de la lucha para eliminarla.

Bacterias, virus, pululan en el trópico y un niño no tiene las mismas defensas que tiene un adulto, debido a que ellas se van formando con el decurso de la vida yno se ha ido auto vacunando, por lo corto lapso de su vida.
La lucha de los médicos es contra la ignorancia del origen o del tipo de enfermedad y con un paciente que no colabora en la lucha, por no poseer las autovacunas y defensas suficientes para paliar la situación.

La alarma no había cundido en vano y la niña desgraciadamente falleció, produciendo un dolor colectivo muy importante, debido al hecho de una muerte niña y a la vida pública de sus padres. Comprobar en qué se convirtió un viaje de placer, transformándose en un dolor que les llevará mucho tiempo reparar, si es que lo logran, porque la ley de la vida nos prepara para enterrar a nuestros padres, pero no para enterrar a nuestros hijos.
La prensa oral y escrita le dio una gran trascendencia al triste fin de la niña, durante un montón de días, la notas eran Pampita esto, Pampita lo otro.

En nuestro país, un bombero recibió la orden de abordar un tren, para combatir un siniestro y cuando el vehículo iba llegando a su barrio, se empezó a poner nervioso de que no se tratara de su hogar y cuando llegaron, efectivamente el incendio, era en su precaria vivienda y a él le tocó sacar en sus brazos, a su hija que había muerto calcinada en el siniestro.

Se le dio la trascendencia del caso y ahí terminó la cosa, para la prensa.

La casa del bombero desapareció de la faz de la tierra, era de madera y chapa, en un asentamiento.

El domingo, fui a hacer un mandado y en Av. Italia y Av. Bolivia había unas jóvenes adolescentes, haciendo una colecta con esas latas, a las cuales le hacen un tajo en la parte de arriba para utilizarlas como alcancías.

Con orejitas postizas y regalando alegría, como corresponde a esa edad, pedían para un hogar de animales o algo similar, eran un montón de muchachas, colaboré con ellas gustoso, como es mi estilo cuando la mano viene con buena onda.

Lástima que no sabía lo de la desgracia del bombero y estoy seguro que las jovencitas tampoco, porque son las mismas que suelen colectar para “Un Techo para mi País”.

Mentalmente, con posterioridad, me sentí intelectualmente haciendo el ridículo, colaborando con los perros, a los cuales mucho los quiero, pero desprotegiendo por ignorancia a un hombre, si un hombre en desgracia, sin perjuicio de que todos los días está arriesgando su vida, por todos nosotros.

Y la pálida esta vez que para él.

Pero la patria de Artigas sigue pariendo orientales, parodiando “El Remate” de Yamandú Rodríguez, porque los que se enteraron del asunto y colaboraron con el bombero fueron los presos, que habían hecho, ellos unos trabajos para mejorar sus celdas y donaron todo lo que tenían al policía del fuego.

Paradójico, presos donando para un policía.

Nadie es tan pobre que no tenga algo que dar, ellos dieron lo que carecían que iban a tener con sangre, sudor y trabajo y que bien les hubiera servido, pero había alguien, no en las malas, sino en las peores, y dijeron presente.

Habrán pensado, si vivimos hasta ahora sin esto, bien podemos seguir viviendo un poco más, careciendo de esta comodidad.
Hablar de comodidad en una celda es un eufemismo, pero no es confort, sino necesidad y sopesaron su necesidad con la del padre y ahí estuvieron con lo de ellos.

Más que bienes, le dieron un corazón hermano, a un hombre con el corazón destrozado por la muerte de su pequeña hija.

Pareciera que es más fácil para la prensa copiar una noticia que escribir una nueva, por más cruda que sea, ambas muertes son sumamente dolorosas y por sobre todas las cosas, a esa edad, seres que murieron sin prácticamente haber vivido.

Una con una familia pudiente que venía de disfrutar del Caribe y la otra disfrutando de su familia en un lugar carenciado, pero la vida de dos niñas felices al fin, porque a esa edad los bienes no hacen felices a los niños, porque no conocer lo que es tenerlos y extrañarlos al no tenerlos no los extrañan.

Un niño en un asentamiento con una lata, dos palitos, cuatro tapitas corona y un piolín tiene un regio camioncito.

La muerte es la misma, pero podrían haber promocionado menos una muerte que la otra, porque estamos en un mundo, en que somos distintos hasta después de muertos.

Me sentí como un idiota, colaborando para el hogar perruno y dándole mi ignorante espalda, a alguien que estaba sumergido en una miseria humana tal, como es la muerte y arrastrando un hogar sin techo ni paredes con un sueldo miserable de soldado.

Los medios, además de vender publicidad, tendrían que prestar un servicio a la sociedad, un servicio informativo, no con las fotos truculentas de los motociclistas aplastados por un ómnibus con ríos y más ríos de sangre.

Simplemente un escueto llamado de atención, a quienes tendríamos haber dicho presente y no lo hicimos, en una palabra a todos los orientales de bien.

Gracias a los señores presos por haber dado todo lo que tenían para ayudar a un hermano en la desgracia.

Con este gesto demuestran que están en franca recuperación, espero de todo corazón que no tengan que demostrarlo nunca más.

Por favor señores de la prensa, menos jet set argentino y un poco más de solidaridad oriental.

Si se casa en José Ignacio o no la hija de Timerman me importa un comino.

Con un nudo en la garganta, les mando este mensaje de fe y esperanza.

3 comentarios en «Dolor y frivolidad»

  • Buena comparacion++++No es frivolidad y si es frivolidad no es de la gente sino de los periodistas. Pampita es famosa y como dicen ellos (vende), es darle comida al morbo….hay que hacerle un monumento a los presos que dieron una muestra de sensibilidad y solidaridad .

  • en argentina era como una cadena de radios y tv y ni la presidenta tuvo tanta audiencia en ese momento si te ponias a hablar de otra cosa nadie te iba a escuchar, me pregunto si eso lo podemos hacer nosotro en nuestro pais con nuestra gente

  • Esto es preocuparse de los problemas sociales sin hace politica partidista, me parece bueno el enfoque, ojala te lo copien otros

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