Maldita discriminación

La Naturaleza nos hizo a todos iguales, con algunos matices, pero el hombre con su imaginación, un tanto maligna, ha logrado, fomentar igualdades diferentes.

En estos días se ha movido un tanto, el tema de la discriminación a los distintos, entendiéndose por tales a los homosexuales, extranjeros, distintas étnicas, diversas religiones, etc.

Y lo paramos con un etc. porque la imaginación del hombre es infinita para discriminar.

En la sociedad es muy común, la aplicación de la política del gallinero, el ave que está en el palo más alto ensucia, a la que está más abajo y si todas las gallinas entran a picotear a una, siguen y siguen hasta que terminan matándola.

Como las aves de corral, no tienen garras, ni colmillos, la muerte viene lenta y con mucho sufrimiento, pero inexorablemente viene.

El ser humano actúa en forma muy similar y si no es con un arma que la cosa es más rápida, si lo hace con las herramientas con que la naturaleza lo dotó, es más o menos como la gallina.

Si el problema es entre hombres se soluciona a las trompadas más o menos rápidamente y ahí surge el macho alfa y los demás a actuar.
Las mujeres como, los golpes no son su especialidad, los problemas se pueden eternizar, y usan el pico, y dale y dale.

Pero la política del gallinero se termina con la aplicación de la ley.
Tomó estado público, hace poco tiempo, que un señor en Estados Unidos, gastó más de treinta mil dólares, en terapia de conversión sexual con diversos terapeutas, de distintas ramas, tres intentos de exorcismo y un matrimonio fallido, para dejar de ser homosexual y convertirse en heterosexual, el resultado fue, que siguió siendo lo que era, un gay.

Hubiera tenido similar resultado un heterosexual que se sometiera a diversas terapias, psicólogos y psiquiatras, mediante para convertirse en gay.

Por más que trabajen será siendo un heterosexual.

La hija de Raúl Castro Ruz, sobrina de Fidel Castro, llamada Mariela Castro, sexóloga y psicopedagógoga, directiva del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, afirmó que la homofobia es una enfermedad.

La homofobia no es una enfermedad, como tampoco lo son el antisemitismo, la xenofobia, el racismo y muchas otras reacciones ante lo distinto y muchas veces no son más que una reacción ignorante de defensa ante lo diferente, lo desconocido o lo nuevo o lo que no se entiende.

Es una mera reacción de miedo ante lo desconocido, al cambio, a lo que tal vez, pero no lo séa.

El homosexualismo era considerado una enfermedad mental hasta que, mágicamente, dejó de ser enfermedad en 1973 por la Asociación Americana de Psiquiatría y por la Organización Mundial de la Salud en 1990, que retiró a la homosexualidad de la lista de patologías.
Digo mágicamente porque fue incluida por el fundamento de ser distintos y eliminada sin expresión de causa.

A la sociedad por una actitud de defensa, ante la ignorancia frente al problema o del tema y de la delincuencia con título profesional, por parte de los tratantes, hecho que quedó claramente probado con este señor que se gastó treinta mil dólares en divanes de psicólogos y psiquiatras, sin contar los tránsfugas que le hicieron tres tratamientos exorcistas para sacarle el diablo del cuerpo, mediante exhalaciones por las cuales salían por la boca los diablos y como última instancia lo empujaron a un matrimonio el cual resultó, como era de esperar, fallido, para que el hombre que era gay se convenciera en definitiva y por cuenta propia de que no podía ser convertido en heterosexual y que se limita a ser lo que era, un ser con una opción de vida gay.

La sociedad está cambiando, no digo si para bien o para mal, eso no es lo mío, pero el cambio se ve, se nota, pero tendríamos que todo esto, verlo dentro de mucho tiempo, 30 años o más, para poder calificarlo en forma adecuada y sin prejuicios, ni preconceptos.

La sociedad en que vivimos ante el avance, desmedido, del divorcio, con una tasa que supera la de los matrimonios y una expectativa de más de un 50% de falencias en los nuevos matrimonios.

La tendencia a vivir en pareja, sin casamiento y cuando en las uniones heterosexuales, aparece el fruto del amor, toman una de dos actitudes o se casan por los papeles por y para el niño o simplemente lo reconocen, que en definitiva es lo mismo, con una diferencia de grado.
Otra forma, con motivo de esas uniones homosexuales de gays y de lesbianas, que antes se hacía en forma discreta, pero en los nuevos tiempos, con los nuevos vientos, las uniones entre homosexuales ya no son tan discretas, sino que por el contrario se hacen públicas y se busca la legalización del matrimonio o algún instituto similar entre ellos y la eventualidad de la adopción.

Resulta un tanto paradójico la no consumación del matrimonio entre heterosexuales pero si la unión concubinaria y la tendencia a la búsqueda del matrimonio o un instituto similar entre los homosexuales.

En esta última tendencia parecería la búsqueda de los prohibido, porque desde el punto de vista patrimonial está “la sociedad de hecho”, “el enriquecimiento sin causa”, dos institutos jurídicos que avalan la situación salvo pactos en contrario.

El otro día vi un caso muy triste, una persona mayor, estaba viviendo en concubinato con otra persona también mayor, habían sido novios cuando muchachos y en vejez se encontraron ambos viudos y empezaron una vida en común.

A la señora le vino el mal de Alzheimer y los parientes con vocación hereditaria se la llevaron y la internaron en una casa de salud, para evitar que el concubino tuviera los derechos de la sociedad concubinaria, cuando en este caso me consta que nunca hubiera hecho uso de dicho instituto para quedarse con unos pocos bienes.
La inseminación artificial a mujeres lesbianas, una búsqueda de la maternidad propia, no como el caso de los masculinos que tienen que necesariamente buscar por la vía adoptiva, la que cuenta con más dificultades y cuestionamientos en la sociedad.

Todo ello por un miedo equívoco, a que el producto de esas uniones sea adoctrinado desde niño a tendencias homosexuales o que sea producto de prácticas pedófilas sobre los mismos.

Estos miedos o sospechas no tienen fundamento alguno en la realidad de los hechos, y los riesgos están repartidos en todos los órdenes de la vida en sociedad, puede haber desde un abuelo o un tío o un propio padre pedófilo, o algún sacerdote con el celibato mal resuelto o encarado.

El tema es muy arduo, difícil y depende de las taras de cada uno de los integrantes de la sociedad y no necesariamente a la inclinación homosexual de los padres o madres adoptantes.

Recuerdo que con referencia al sexo oral, nosotros cuando muchachos le insinuábamos a las personas mayores hombres diciéndoles lisa y llanamente que lo practicaban y recibíamos una contestación airada de mal humor y ese tema fue práctica de toda la sociedad, que mentía y ocultaba sus hábitos, por el que dirán, con una actitud un tanto cuáquera y los consideraba fuera de las normas del buen vivir cristiano.

Hoy día dicen la verdad y tienen problema, antes vivían en la mentira y todos iban al cielo.

Era una sociedad basada en algo mentiroso y hoy es más honesta y no oculta sus hábitos, que consideraba malos antiguamente en una forma hartera.

Cuando uno entraba a un establecimiento comercial se topaba con un cartel que decía “La casa se reserva el derecho de admisión”, por el cual el dueño arbitrariamente permitía o no la entrada de determinado público a su local comercial.

Era para echar borrachos, delincuentes u homosexuales, prostitutas y algún parásito social.

Hace poco en un lugar nocturno había un notorio homosexual que actúa en los medios de comunicación y el dueño, por intermedio de un empleado suyo lo hizo sacar del local, invocando el tema de una caravana o algo similar.

Se metió mal, porque el señor que fue obligado a retirarse, era una persona que no le importaba mucho armar un escándalo, ni ocultar su condición de homosexual y le metió una denuncia penal y el dueño del local fue procesado por acto discriminatorio.

Creo que si estamos con gente que no le gustan aparecer en los medios el cartel todavía sirve o vale, pero en su defecto no.

No sé si la disposición legal antidiscriminación no le pasa un poco por arriba al derecho de propiedad, pero tenemos jurisprudencia, por ahora, en que ese cartel pesa poco o el encausado no se valió de un buen abogado.

En lo que se refiere a la xenofobia, tengo amigos bolivianos, peruanos, brasileños, con los cuales me siento muy a gusto y los considero mis iguales y disfruto de su cantito al hablar.

Pero encontramos en países como Argentina, que odian a los extranjeros latinoamericanos y usan para con ellos, nombres peyorativos muy gruesos, como ser bolitas, brasucas, yoruguas, y en su condición de inmigrantes, realizan las tareas que los locatarios no los gusta hace.

Pero el odio discriminatorio está, principalmente en la captación de fuentes de trabajo y en la retribución más bajas que les sirven los patronos.

Pareciera que el cambio no es el que están hablando los políticos permanentemente por la radio y la televisión, sino que el cambio se va dando naturalmente en las costumbres antes que las leyes.

Volveremos sobre el tema porque el mismo merece ser tratado y lo considero de interés

Para que vayan haciendo boca les voy a indicar una lista de homosexuales históricos que marcaron su sombra en la tierra en forma muy importante.

Mujeres:

Safo, poetisa griega (600 AC); Reina Cristina de Suecia (/1626 – 1689); Madame de Staël, escritora francesa (1766 – 1817); Emily Dickinson, poetisa norteamericana (1830 – 1886); Virginia Wolf, escritora inglesa (1882 – 1941).

Masculinos: Zenón, filósofo griego (500AC); Sófocles, autor teatral griego (496? – 406 AC); Sócrates, filósofo griego (470? – 399 AV); Aristóteles, filósofo griego, preceptor de Alejandro Magno (384 – 322 AC); Alejandro Magno, rey de Macedonia (356 – 323 AC) Conquistó Grecia, Egipto y su imperio llegó hasta la actual India); Ricardo Corazón de León, rey inglés ((117 – 1199); Leonardo da Vinci, pintor, científico y más (1452 – 1519); Cristofer Marlowe, autor teatral inglés (1564 – 1593); Federico el Grande, rey de Prusia (1712 – 1786); Alejandro von Humbolt, naturalista alemán (1769 – 1859); Lord Byron, poeta inglés de destacada participación en Grecia como combatiente a favor de los helenos y muerto en batalla (1788 -1824); Hans Cristian Andersen, escritor danés de cuentos infantiles (1805 – 1875 ); Walt Whitman, poeta norteamericano (1819 – 1892); PëtrIlich Tchaikovsky, compositor ruso (1840 – 1893); Paul Verlaine, poeta francés (1844 – 1896); Oscar Wilde, autor teatral irlandés (1854 – 1900); André Gidé, escritor francés (1869 – 1951); Marcel Proust, escritor francés (1871 – 1922); John Maynard Keynes, economista inglés (1883 – 1946); T.E. Lawrence (Laurence de Arabia) militar e escritor inglés (1888 – 1935);Jean Cocteau, escritor francés (1889 – 1963); DagHammarskjöld, sueco, Secretario General de la ONU (1905- 1961); Jacinto Benavente, escritor español (1866 – 1954); Federico García Lorca, poeta español (1898 – 1936); Salvador Dalí, pintor español (1904 – 1989); Tennesse Williams, escritor teatral estadounidense (1914 – 1983); Rock Hudson (actor estadounidense.

Entiéndase que no estamos haciendo la apología del homosexualismo, ni nada que se parezca, pero estamos dando nombres para que se vea cuándos de real valía, tuvieron esa opción de vida y cuantos hicieron uso de esa opción pero en forma discreta sin que haya trascendido a la posterioridad.

Como decía un gran profesor, el Dr. Daniel Barbé Pérez, no hay leyes, decretos, ni reglamentos que resistan a la realidad.
La realidad siempre se impone por sobre cualquier norma.