Pocitos: El Balneario de Montevideo

Si un barrio y una playa caracterizan y le dan personalidad a una ciudad eso es lo que representa Pocitos para Montevideo.

Sus casi 2 kms. de rambla hoy casi totalmente jalonada por modernos edificios que sirven de contraste para realzar algunas pocas lujosas edificaciones de principios del siglo XX que aún se conservan, su playa poco profunda de arena fina, sus restaurantes, sus tiendas, hacen de este barrio y esta playa uno de los lugares más típicos de la capital del Uruguay.

Por Iara Bermúdez y Waldemar García

Su tan particular nombre tiene un origen muy humilde que contrasta con su actual condición de barrio de clase media alta.

A esta playa venía a desembocar un arroyo que era conocido como “de Silva” en el que en los albores del siglo XIX comenzaron a llegar las lavanderas para realizar su trabajo.

La zona muy arenosa con dunas de fina arena permitía que las lavanderas excavaran pequeños pozos o cachimbas que le facilitaban la labor. Por la cantidad de pozos que se fueron alineando en sus márgenes el arroyo cambió de nombre y pasó a llamarse “de los Pocitos”.

Los terrenos que circundaban el arroyo fueron adquiridos por Don José Mª. Reyes, un militar y cartógrafo que fue quien proyectó la formación de una población en dicho paraje.

Finalmente antes de iniciar el proyecto vendió los terrenos a José Ramírez Pérez un industrial dedicado a la salazón aparte de ser estanciero que es quien finalmente parcela y funda la población.

Desde 1841, que comienza la venta de parcelas, hasta 1886 que se inaugura la nueva localidad con el nombre de Nuestra Señora de los Pocitos, el lugar fue cambiando de aspecto. Se clausuró el saladero de Ramírez permitiendo el uso de la costa para otros fines.

En 1879, según nos cuenta Nelly da Cunha en su libro Montevideo Ciudad Balnearia, la Sociedad Uruguaya del Tranvía del Buceo instala las primeras casillas de baño en esta playa para competir con el Tranvía del Este que hacía ya algunos años que las había instalado en la playa Ramírez.

Extraemos un párrafo del libro en que nos explica cómo eran esas playas: “Las estaciones balnearias siguieron las normas impuestas por los ingleses en Europa tiempo atrás, penetraban al mar en abigarrada construcción con terrazas y muelles que separaban los baños de mujeres y de hombres, puentes, escaleras, casillas, trampolines y cuerdas de seguridad. Se construyeron restaurantes, luego alojamientos, algunos sobre las arenas como el Hotel de Pocitos de la Sociedad Comercial de Montevideo, que originalmente fue muelle y terraza de madera instalado por esa sociedad de tranvías.”

Es interesante la regulación que la Intendencia hacía del uso de las playas, todo estaba estipulado, la normativa era rígida y marcaba desde la forma y color de las carpas, pasando por los servicios que las empresas concesionarias debían ofrecer, hasta la vestimenta que debían utilizar los bañistas. También al principio de cada temporada se establecían las tarifas de baños y del alquiler de los trajes.

En 1906 se inaugura la primera línea de tranvía eléctrico en la ciudad y unía la Aduana con Pocitos comenzando su servicio formalmente el 8 de diciembre. Este día que para la comunidad católica es el día de la Purísima Concepción, marca el comienzo de la temporada de baños. Cuenta el gran cronista Isidoro de María que el 8 de diciembre: ..”Concurrían a ella (a la playa) la Comunidad con la Cruz y el Padre Guardián bendecía el agua. Antes de esa fecha nadie se bañaba aunque hiciese un calor sofocante o eran muy pocas las personas que lo hacían por no estar bendecida el agua.”

La construcción de la Rambla costanera comienza en 1909 y en Pocitos no termina hasta 1935 en que el municipio puede adquirir el hotel de los Pocitos para su demolición. Este hotel construido en 1912, que contaba con una gran terraza que se adentraba en el mar, hasta que un temporal la destruyó en 1923, fue durante las 2 décadas que funcionó un emblema del barrio.

La construcción de la rambla, el rápido crecimiento del parque automotriz, el mejoramiento de los medios de transporte colectivo, la ley de propiedad horizontal promulgada en 1946 contribuyeron a que Pocitos creciera vertiginosamente en la segunda mitad del siglo XX, siendo hoy en día uno de los barrios con mayor índice demográfico de Montevideo.