17 diciembre 2024
CRÓNICAS

Mi velorio

Iba caminando por un campo sin confines.
velo-cari_280x210

En cada paso, renacía el rumbo hacia ti.Y en cada flor, como una seña de que había tomado el buen camino, veía tu cara…

En las caléndulas, en las clavelinas, en los lirios…

De pronto, encontré una margarita dormida –ruleta de oro- y quise jugar con ella a ver si te encontraba, pero cuando ya había asido uno de los pétalos apareció otra vez, también aquí tu cara, en ese eterno amanecer que es el corazón de las margaritas!

Y me quedé sin saber nada.

Y sigo el camino sin saber nada…

Abro los ojos, todo iluminado y me encuentro en el sobretodo de madera, rodeado de sillas, con las respectivas viejas, esas que vienen para cumplir, son las primeras en llegar y las últimas en despegar.

Nada de cirios, ni Cristo crucificado en la tapa, que está parado recostado contra la pared, como esperando la voz de ahura.

Como soy un tipo previsor ya tenía redactado de antemano el aviso fúnebre, quitándole también la cruz y toda esa letanía de Murió en la Paz, teniendo un país chico pero amplio, todos terminamos muriendo en la Paz.

Sigue en pag. 2

2 comentarios en «Mi velorio»

  • esta bien buena la historia por eso hay que empastillarse de noche cosa que si te agarran las pesadillas ni te acordas..

  • Me encanta la frase al principio de la nota.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *