Las crisis sin fronteras
Muchos están convencidos de sus orígenes directos o sea aquellos ancestros nuestros que bajaron del barco por la generalización de llamarles vulgarmente a los españoles, gallegos y a los hijos de tales también como apodo gallegos y a los nietos también.
Craso error. En lo que me es personal mi bisabuelo pasaporte austríaco con apellido italiano, casado con genovesa viuda de gallego, mi abuelo uruguayo con apellido italiano casado con gallega, mi viejo apellido italiano hijo de gallega, con uruguaya hija de gallegos.
Mi primo apodado el gallego, mi primo segundo apodado gallego y mi primo tercero apodado gallego.
Pero los emigrantes gallegos, en su gran mayoría llegaron al país consolidado, porque el campesino gallego al poco tiempo de estar en nuestra tierra, pasaba por lo general a ser comerciante en el ramo de almacén o de bar.
Cuando se colonizó la Banda Oriental, lo fue en un principio, con habitantes españoles de Buenos Aires, los que vinieron con Zabala.
La emigración principal originaria fue hecha con canarios, de ahí a que los habitantes de Canelones se les diga canarios y a los de San José, maragatos por ser oriundos de cierta zona de León, España.
Otro error común es pensar que las islas Canarias deben su nombre a los pájaros cantores que con el nombre de canarios han sido criados en cautiverio en casi todo el mundo.
Todo el continente americano fue poblado con personas que bajaron de los barcos a fines de 1400, por algo se nos denomina nuevo mundo y los que lo habitaban por lo menos tenía 1500 años de atraso y fueron exibidos como bichos raros en ferias y circos europeos.
Es prolija esta sintesis de esa historia escrita por Nico Medes.