Mariana Mota: “Cualquier juez tiene que tener como norte fundamental los DD.HH.”
Lo dijo en el marco de la presentación del libro “Justicia o Impunidad, cuentas pendientes en el Uruguay post-dictadura” de la investigadora italiana Francesca Lessa.
El libro “intenta una reconstrucción de la memoria social y del proceso de las luchas contra la impunidad, realizado desde la perspectiva de la ‘justicia transicional’”, según apunta en el prólogo el historiador Carlos Demasi. El libro se presentó el pasado miércoles 6 de agosto en la Facultad de Humanidades y acompañaron a la autora además de la jueza Mariana Mota, el Profesor Carlos Demasi, Raul Olivera del Observatorio Luz Ibarburu, el Dr. Pablo Chargoñia y el diputado Dr. Felipe Michelini.
Por Iara Bermúdez y Waldemar García
La Dra. Mota dijo que “el libro aborda un tema inconcluso y de procesos de muy lento tránsito”… “permite generar más discusiones y más visiones de algo que todavía sigue escribiéndose y hablándose. La visión que establece de cómo la coyuntura crítica incide en la justicia transicional y en la memoria y como eso va trabando y destrabando los avances siempre obstaculizados de Uruguay”. Agregó que si bien ha habido algunos avances, no podía tener una visión positiva, “viendo esos avances y retrocesos que plantea Francesca yo leo más bien como la sociedad, las organizaciones sociales principalmente, intentan de diferentes maneras superar los diferentes obstáculos, esto es como una carrera de obstáculos; se supera uno aparece otro, se supera este aparece otro y en realidad es eso, lo que se supera se puede leer como avance pero en realidad es un continuo de obstáculos. Hoy día mirando hacia atrás obviamente que hemos avanzado, se han llegado a hacer algunos juicios, han llegado a haber algunas sentencias, algunos procesamientos, pero nos queda mucho camino por recorrer”. Haciendo referencia a la comparación que se hace en el libro entre la situación en Uruguay y Argentina dijo que el avance que ha tenido Argentina es muy diferente porque además de haberse integrado los diferentes agentes sociales y que desde el gobierno hubo interés en el avance en las investigaciones en DD.HH. y en lo que es atinente a la justicia en sí, “en Argentina y Chile se dio una discusión profunda y de un análisis muy grande en cuanto a lo que era el Derecho Interno, lo que era el Derecho Internacional, como se enjuiciaban este tipo de delitos, como se abordaban estas graves vulneraciones de los DD.HH. y hoy día no es posible en Argentina y Chile plantear que estos no son delitos de lesa humanidad y acá todavía estamos empantanados en esta discusión”. Explicó que esa es una discusión en la que hay avances y retrocesos dentro del campo de la justicia, “que lleva un tiempo y ese tiempo lo hemos empezado a recorrer ahora, o sea hemos empezado tardísimo”… “Partiendo de situaciones muy iguales (porque las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile tienen muchos puntos en común), ¿cómo podemos hacer un análisis tan diferente proviniendo de un mundo jurídico en el que también somos similares? ¿Qué nos faltó? Nos faltó la discusión jurídica que hemos empezado demasiado tarde. En Chile se preocupan porque las penas son cortas y aquí ni siquiera llegamos a las penas, así que estamos muy mal”, recalcó. La jueza se pregunta también “¿cómo avanzar, cómo hacer lo más rápido posible ese proceso de conocimiento de derecho, cómo hacer una lectura como han hecho otros países sobre estas graves vulneraciones, que es tan absolutamente claro que son delitos de lesa humanidad y que no hay ninguna retroactividad ni por casualidad en cómo se debe aplicar el derecho?” “Es una pregunta que por ahora no puedo contestar porque salí de la cancha” explicó, aunque en realidad no salió sino que la expulsaron, le sacaron tarjeta roja.
“Me parece buenísimo el planteo -que hace la autora- de cómo inciden esas variables desde lo político en lo que son los avances o la superación de escollos en la justicia transicional, porque es absolutamente cierto que todas esas situaciones políticas incidieron, siguen incidiendo y seguirán incidiendo en como decidir este pasado que ha tenido Uruguay y que todavía no se ha abordado del todo”. Añadió que Uruguay es el país que tuvo más presos per cápita y que la situación de los presos políticos falta todavía abordar y que lo tiene que abordar la justicia. “Y también debería haber abordado la justicia (hasta ahora no se ha abordado), como fue la vida de la sociedad dentro de una cárcel gigante y como fue la situación de los exiliados, y eso aun no se ha abordado en causas judiciales. La justicia tiene que abordar las graves vulneraciones de los DD.HH. y restablecer una situación, que hasta ahora no se ha dado, que es la vigencia de los DD.HH.” Para finalizar la Dra. Mariana Mota afirmó que: “Cualquier juez tiene que tener como norte fundamental los DD.HH., eso es para mí tan básico, tan elemental que no podría dejar de considerarlo en cualquier causa y mucho más cuando son vulneraciones a los DD.HH. Conocer en que se basa todo el derecho es algo que nos debemos todos los jueces que no tenemos una formación específica en DD.HH. Este libro abre una serie de interrogantes y hay una apuesta a seguir por este camino”.
El Profesor Carlos Demasi, dijo que en Uruguay hacemos las cosas despacio, “pero que se nos va la mano” en lo despacio, y se pregunta ¿qué se puede hacer, cómo se puede echar adelante esta situación? “Lo que estamos haciendo, para incluirnos dentro del libro de Francesca, es construir y discutir y cuestionar memorias. Es decir cuestionar narrativas del pasado, proponer narrativas del pasado, hacer alternativas de tal manera que la construcción de la memoria pueda contribuir a hacerse en un ámbito que sea lo más plural posible”. Demasi apuntó que la tesis fundamental del libro es que la memoria incide en la Justicia, “que la manera como se ve el pasado tiene que ver en la manera como la Justicia procesa estos acontecimientos”. Dijo también que la sociedad puede empujar, sortear las barreras y forzar “la aparición de nuevas “coyunturas críticas” que pueden abrir nuevos horizontes que hoy parecen cerrados”. Afirmó que este libro da el balance de lo que ha ocurrido hasta ahora, pero que también abre la perspectiva hacia adelante. “Tomando este libro como balance provisorio, ¿qué es lo que nos falta por hacer, que caminos no hemos explorado, cuales son las experiencias que hicimos y no son las correctas, donde está lo que se puede corregir?” Para terminar dijo que este es el desafío, la invitación, la provocación de este libro.
El Dr. Chargoñia hace referencia a las diferencias que plantea el libro entre Uruguay y Argentina, por ejemplo en el campo del movimiento de los DD.HH. en Uruguay es más heterogéneo, que incorpora a la Federación de Estudiantes, al movimiento sindical, que es un rasgo particular de nuestro país. “Otras diferencias –agregó- son bastante más decepcionantes”. “Una está claro que es el propio sistema judicial. El Poder Judicial uruguayo es parte del problema. El problema de la política de la impunidad nos enrostra con un ‘aparato judicial’ que merece ser democratizado”…”Los procesos de selección de designación, de traslados, de designación de los Ministros de la Suprema Corte deberían estar transparentados y democratizados”. También denunció que las FF.AA. no han sido tocadas, que no ha habido depuración, como si ha habido en Argentina y abogó por la democratización también de este estamento del Estado. “Hay elementos estructurales estatales de la propia institucionalidad uruguaya que hablan de una impunidad institucionalizada, que forma también parte del problema”.
Un libro muy interesante, de recomendada lectura, que como dijo Raúl Olivera “nos da algunas claves sobre determinados problemas que hemos tenido y que seguimos teniendo en la sociedad uruguaya para encontrar los caminos más adecuados para resolver lo que se ha dado en llamar la Justicia Transicional”.
Digo, realmente; hace falta jueces como la doctora Mariana Mota? Pienso que todos creemos en la justicia, o no? TODO los integrantes de la sociedad creemos en la justicia realmente?. No señores, todos no. Los políticos aunque dicen; “Nosotros hacemos lo que la justicia dictamine”, en la realidad si les molesta lo que la justicia dictamina, te corren el funcionario, meten chicanas y presiones algo que los ciudadanos de a pie no podemos hacer.
No descubro nada si digo que la politica, o sea el poder, usa al funcionario de la justicia o sea al juez mientras no moleste. En el momento que chocan…..bueno…que se los cuente un poco la Dra. Mariana Mota que ya tiene la experiencia de lo que pasa si chocas con el poder…