Errores y horrores
Estamos viviendo en un momento de cambio de valores y muchas veces la gente se desnortea.
Falta de experiencia en la mayoría de los casos, fíjese en lo que se copia ut supra y vea quienes son los auspiciantes.
Junta Nacional de Drogas, Secretaria de la Juventud de la Intendencia Municipal de Montevideo, El abrojo, Psicología de la Universidad de la República y un dibujito que no identifiqué, parece un gorro frigio dado vuelta o yo que sé.
Por ejemplo me llegó la factura de Saneamiento de la IMM por dos meses más el cargo fijo $ 537.- que toma como base el consumo de agua a OSE que sería 279 por dos meses, $ 558.-
En la OSE está comprendido el agua que utilizo para el riego del jardín, la que toma el perro y la del lavado de ropa que se seca al sol, así como la que se utiliza para lavar el auto, las veredas que rodean la casa, el relleno del estanque de los camalotes y las peceras, téngase presente asimismo que en verano se evapora un centímetro de toda la superficie del estanque, todo esto que destaqué no va al saneamiento y si viene en la cuenta de Ose.
La IMM por irse sola por gravedad el agua hacia el caño maestro me cobran casi lo mismo que por el agua presuntamente potable que llega por cañerías y a presión desde Aguas Corrientes hasta adentro de mi casa con todas las tareas potabilizadoras y demás insumos que escapan a mi criterio.
Claro que la IMM, con lo que pago tienen que solventar otros gastos, claro que una tarifa es un precio que obedece a un consumo o uso de algo, no es un impuesto, ni una tasa, que se fijan por partidas fijas que se actualizan presupuestalmente.
Utilizar precios y tarifas para financias los tablados o las llamadas o papelitos al santo botón como el que luce ut supra es ilegal.
Estos días salió el folleto cuya copia luce al principio, el cual dice haber sido distribuido por la Secretaria de la Juventud de la Intendencia Municipal de Montevideo, creo que hecho con la mejor de las intenciones, viene a ser como el agua en los pozos de la calle los cubre pero no los tapa y uno viene de a pie y metE la pata en el pozo hasta el cuadril mojándose en consecuencia, porque el agua cubre, pero no deja ver el pozo que sigue siendo pozo y lleno de agua como agravante y no tapado con tierra, arena, pedregullo, portland o la clásica baldosa.
Mi médico cardiólogo me mandó caminar para prevenir el último engorde, el del infarto que equivale al del novillo con vistas al matadero, pero no puedo ni debo caminar por las veredas porque parece un galope de gusano por estar las baldosas levantadas por las raíces de los árboles.
No Dra. Intendente y perdone que le diga intendente y no intendenta porque es así como debe decirse, no debemos copiar las burradas de la Sra. Cristina Fernández de Kirchner que se hace llamar presidenta y le gusta.
No señores, los nombres terminados en “ente” no tienen sexo, por ejemplo, cliente, intendente, presidente, comitente, adolescente y así sigue la cosa decir clienta, intendenta, presidenta, comitenta, adolescenta es una burrada, salvo que uno llame a una dama que se llame Vicenta, el femenino de Vicente.
Hay que tener un criterio, cuando copiemos hagámoslo con criterio y apliquemos la gramática y la lógica.
Cuando queremos saber si un cargo o una profesión va con mayúscula o minúscula es muy sencillo, verdulero va con minúscula, entonces por qué escribano va a ir con mayúscula, salvo que omitamos el nombre, la Intendente, el panadero Juan, no vino el Panadero.
Volviendo a las veredas y las raíces de los árboles Sra. Intendente no pretendemos, ni corrió por nuestra cabeza, cortar los árboles pulmones de esta hermosa Montevideo que la supieron ornar personajes de real valía, desde tiempo inmemorial, señores como el que usaba el seudónimo de Sansón Carrasco, no el personaje que mató a don Quijote, sino al primer intendente de Montevideo, el ilustradísimo Daniel Muñoz, si no leyó nada de él está a tiempo.
En nuestro país parece que hubiera una forestifobia y silvifobia, si el odio a los árboles y al verde en general, ni bien pueden tapan con hormigón un cantero de césped o apean árboles que tal vez por las dudas algún día podrá caer.
Conviene pensar con quien se contratan las podas y quien las dirige porque a destiempo termina secándose el árbol y un árbol de buen porte saca unas cuantas toneladas de madera, que algunas sirven para hacer asados o prender la estufa a leña de la casa de algún amigo o de un amable comprador a los montaraces clandestinos.
Mire bien cuando compra leña de monte en la calle, que sea de monte y no de paraíso o tipa, que son los árboles, que pueblan las calles de Montevideo junto a los odiados y noble plátanos.
La ex plaza Artola, mal conocida como plaza de los bomberos, cuyo nombre homenajea justamente a los valientes y temerarios Treinta y tres orientales.
Nombre que me gusta “oriental”, porque el Uruguay es un río y si uno escucha nuestro himno notará, si pone atención, que ese refiere a nosotros un montón de veces como orientales y ninguna como uruguayos.
Hay cosas de nuestra historia, creo yo, que por innovar las van eliminando por ejemplo a don José Artigas lo borraron de las monedas de $ 1.- $2.- $5 y $ 10.- y lo cambiaron por una mulita, un carpincho, un ñandú y un puma.
Las de $ 5.- todavía no han entrado a circular.
Que sería de la patria sin don José Artigas, aunque sería grave la situación de la casa sin ñandúes porque las arañas del techo se harían un festival por falta de plumeros.
En los billetes también lo pelaron para afuera al Jefe de los Orientales, en los de $ 20 don Juan Zorrilla de San Martín, en el de $ 50.- a Pedro José Varela, que se dio vuelta el nombre, porque había un medio pelo, que se llamaba igual y él decretó por si y ante sí llamarse José Pedro Varela. El de $ 100.- hace el honor al autor de Campo, don Eduardo Fabini y el de $ 200.- honra al Dr. Pedro Figari, ilustre abogado y gran pintor. El de $ 500.- a don Alfredo Vásquez Acevedo, escritor, abogado e historiador el que estudió la historia de don Pepe hasta el hartazgo. El de $ 1.000.- tiene a Juana Fernández, aunque en la leyenda del billete le pusieron Juana de Ibarbourou, pero también le podrían haber puesto Juana de América y quedamos bien con la curia, ahora que tenemos cardenal, con Dámaso Antonio Larrañaga en el muy poco visto billete de $ 2.000.-
Eso si en la marca de agua de todos los billetes también desparecieron a don José Artigas, todos y cada uno tiene el mismo dibujo que el que luce en tinta.
Lo que tendríamos que ver algún día es por qué no se festeja más la batalla de Las Piedras, el natalicio de Artigas, no se conmemora el 23 de setiembre la fecha del fallecimiento del héroe.
Pero como los locos vuelvo para atrás a la Intendente que debe de haber autorizado el gasto en barbecho, porque el papel destinado a la Juventud Montevideana, enseña como pegarse un pique y sin anestesia y no habla para nada que la droga es malsana, que es mala, que atrofia, ni que el hecho de ser de lo peor y se les fue la moto y explica la forma para drogarse y ser saludables por ejemplo al snifar la coca volcar la cabeza para los costados para que el ácido no se coma el tabique nasal, sin indicar que la droga al tipo le come el cerebro y le arruina la familia y la vida.
Están un poco atrasados porque para picar la droga no pusieron una trincheta, sino una hoja de afeitar de aquellas de la máquina de tata con mama.
Para armar el charuto y fumarse la pichicata recomienda no hacerlo con billetes, ni compartirlos porque contagia enfermedades.
Si queman la plata, queman la vida, no van a andar ahorrando en un pedacito de billete, si se pasaron de vuelta prenden con billetes de dos mil.
Debe ser un craso error y les resultó un horror, pero en el monumento al ladrillo tiene que haber algún responsable que responda con su empleo este tremendo desaguisado, como en todos los organismos patrocinantes, excepto el de la coma de la punta que no tengo la más pálida idea de qué es.
Siempre termino el artículo poniendo… que todo sea para bien… y como soy agnóstico que sea lo que dios quiera.
Hola. Por suerte vivis en democracia. Si no te gusta el gobierno podes votar a otro que haya sido mejor.