16 diciembre 2024
PERSONALIDADES

Pirámides sumergidas en Cuba

Pirámides en Bosnia, Japón, Cuba, Mesopotamía, Perú, México, Sudan …por toda la faz de la Tierra conectan energeticamente la energía telúrica de la Tierra con el cosmos, como bien sabían los antiguos.

Son auténticos acumuladores de la energía magnética de la Tierra.

Un equipo cubano-canadiense reportó, en el año 2.000, el descubrimiento de lo que podrían ser las ruinas de una ciudad de unos 6 mil años de antigüedad o mas, que se hundió en la costa del extremo occidental de Cuba, según se informo
La expedición integrada por científicos canadienses y cubanos que trabajan en el proyecto “Exploramar”, dedicado a la búsqueda de restos de naufragios, halló indicios de un asentamiento humano. El descubrimiento tuvo lugar a 650 m. de profundidad en el mar Caribe, entre la península cubana de Guanahacabibes y la región mexicana de Yucatán. En el hallazgo se empleó un robot submarino equipado con cámaras, luces y sónares.Para cerciorarse realmente de que se trata de una ciudad sumergida, las investigaciones se están realizando a bordo del barco “Ulises”, de la Academia de Ciencias de Cuba.

Éste ha sido recientemente equipado con tecnología punta por la empresa Advanced Digital Communications (ADC), y una de las mejoras técnicas que incorpora a la investigación son las cámaras de campo visual más amplio.

La localización de estos restos, que pertenecían a una ciudad sumergida desde hace miles de años, promete un gran descubrimiento arqueológico para explicar el pasado americano.

El descubrimiento se realizó el pasado año 2000, pero es muy poca la información que se tiene del mismo. La autora de este descubrimiento es la ingeniera oceánica Paulina Zelitsky, una experta soviética –nacionalizada canadiense- que durante la Guerra Fría se dedicó a la construcción de bases secretas de submarinos, y que en la actualidad trabaja realizando obras de ingeniería civil y topografía del lecho oceánico. Hace unos años, Zelitsky alcanzó cierta notoriedad en los medios de comunicación al localizar los restos del Maine, cuyo hundimiento desató la guerra hispano-norteamericana de 1998. El buque se encontraba a unos cinco kilómetros de la Costa de La Habana y a casi mil metros de profundidad. El equipo de Zelitsky pudo mostrar impresionantes filmaciones del lugar del naufragio.

En el año 2000, el equipo de esta investigadora informaba del hallazgo de una gran meseta de tierra con claros rastros de lo que parecen ser enormes estructuras arquitectónicas de factura humana parcialmente cubiertas por la arena. Desde arriba, las formas recuerdan a pirámides, calles y edificios. Como era de suponer, este hallazgo despertó la imaginación de aquellos que creen en la existencia de la Atlántida.

Se ha confirmado que las piedras encontradas fueron cortadas, talladas y pulidas para hacerlas encajar unas con otras y formar así estructuras mayores. Sobre las extrañas inscripciones, algunas de ellas parecidas a los jeroglíficos egipcios, se sabe muy poco, salvo que son muy abundantes y que se encuentran en casi todas las partes del yacimiento. También han aparecido símbolos y dibujos cuyo significado se desconoce.
La mayoría de las grandes cadenas de televisión de varios países están a la espera de que les faciliten este material sin precedentes. Afortunadamente, Paulina Zelitsky facilito al periodista e investigador Luís Mariano Fernández –ningún medio de comunicación las tiene o las ha emitido- las primeras imágenes grabadas por su cámara submarina de vídeo.

HAY PIRÁMIDES Y CAMINOS A 600 METROS

“En realidad se trata de unas estructuras extremadamente peculiares…. han captado la imaginación de todos nosotros”, me comentaba el geólogo cubano Manuel Iturralde después de haber investigado durante un tiempo el lugar del hallazgo. “Me resulta muy complicado explicar esto desde el punto de vista geológico”, añadió, tras una larga entrevista concertada con él en la ciudad de La Habana. El examen y análisis de la muestras rocosas que serán recogidas en las próximas fechas ofrecerá más luz sobre la formación, que recordemos que está ubicada frente a la Península de Guanahacabibes, en el extremo Oeste de Cuba.
Estas es la primera imagen del hallazgo, captada con un equipo de sonar. La misma fue tomada en el año 2.000, mientras el equipo de Exploramar realizaba diversos tipos de investigaciones sobre el fondo del marino cubano. La imagen captada muestra claramente lo que pareciera ser la estructura de un edificio:

Iturralde, que trabaja en el Museo Nacional de Historia Natural de La Habana, se ha unido al Proyecto Exploramar – el único facultado por Fidel Castro para el rastreo de los fondos marinos de la Isla – en los esfuerzos por desvelar el enigma de las rocas, de tipo granito, pulidas y de forma geométrica. Las estructuras, que recuerdan a las pirámides egipcias, caminos y otro tipo de construcciones, yacen a más de 600 metros de profundidad en un área de más de 20 kilómetros cuadrados.

El Proyecto Exploramar ha sugerido que pudieran pertenecer a una civilización que colonizó el continente americano hace miles de años, probablemente asentada en una isla que se hundió a gran profundidad por un cataclismo natural, tal vez un terremoto.

ESCEPTICISMO CIENTÍFICO Esa teoría, y su inevitable paralelismo con la mítica ciudad desaparecida de la Atlántida, ha sido recibida con escepticismo por parte de los medios científicos internacionales, que consideran poco convincentes y creíbles la mencionada antigüedad, calculada en al menos 6 mil años por Exploramar.

Algunos arqueólogos europeos indicaron que las rocas, encontradas en Julio de 2000 mientras Exploramar buscaba con equipos de sonar tesoros y galeones españoles hundidos, pueden ser una formación natural de caliza (curiosa conclusión cuando aún nadie había podido acceder a las imágenes grabadas por la ingeniera oceánica). Pero el estudio y la conclusión del geólogo Iturralde de que no hay una explicación natural obvia han reforzado la hipótesis del equipo de Zelitsky.

L.M.F. Manuel, hace unos años se realizó un sorprendente hallazgo frente a las costas de Cuba, lo que parece ser los restos de una ciudad sumergida. ¿Cómo comenzó esta historia?
M.I. El hallazgo se produce cuando se están haciendo unas investigaciones en el fondo del mar a profundidades mayores de 300 a 500 metros en busca de barcos y galeones. Se estaba realizando un trabajo de sonar de barrido lateral. En este escáner de sonar aparecieron unas figuras poco usuales. Le llamó la atención a la investigadora que estaba al frente de este grupo, Paulina Zelitsky. Este grupo se llama Exploramar, un proyecto de búsqueda arqueológica en las aguas territoriales de Cuba. Ella se interesó muchísimo por este asunto e hizo nuevos recorridos con este sonar para perfeccionar las imágenes que habían obtenido. Fue entonces cuando se dio la noticia de que había aparecido una ciudad sumergida en el occidente de Cuba. A los cinco o seis meses de ofrecer esta noticia y de haber investigado más yo fui llamado al grupo para incorporarme como geólogo, porque en el grupo había solamente arqueólogos. Como geólogo yo examiné todo el material que habia del sonar del barrido lateral, como también examiné todos los datos batimétricos detallados donde se logró hacer una batimetria muy detallada de esas formaciones. Comencé con el procesamiento de toda esa información. Es verdad que ahí abajo, en el fondo del mar, hay unas estructuras que a veces tienen unas dimensiones de varios cientos de metros que son inusuales, osea, nosotros no tenemos una explicación sencilla, directa, de estas estructuras después de haber hecho investigaciones de la morfología del fondo del mar, de la acción de las corrientes marinas que son muy intensas, etc.

L.M.F. ¿Cómo se formaron esas estructuras en el fondo del mar? ¿Se han hecho posteriormente más investigaciones?
M.I. Allí no existe una explicación clara de cómo se formaron estas estructuras por medios naturales. Ofrecido este punto de vista como geólogo, admito la posibilidad de que se trate de estructuras no naturales, es decir, creada por el hombre, o por alguna entidad inteligente. Posteriormente a estos hallazgos se han hecho algunos muestreos de rocas en el fondo del mar, muestreos aislados, es decir, que no se ha hecho un trabajo sistemático. En la zona donde están esos megalitos, como Paulina los ha denominado, aparecen unas rocas extrañas. Algunas de ellas no son típicas de Cuba. Esto le hace a uno pensar en dos variantes: una puede ser que esto haya caído allí, y otra que todo esto pudiera ser parte de las construcciones. También han aparecido, dispersos, un material que parece ceniza volcánica, y la información de que un barco oceanográfico soviético en el año 67 reportó haber dragado unas muestras de ese lugar con ceniza volcánica de carácter básico formado por un volcán subareo. De cualquier forma esta información no está contrastada y en mi opinión en ese lugar no puede haber ningún tipo de volcán. Por lo tanto estos trabajos y estas investigaciones abren una cantidad grande de misterios sobre la región. ¿Qué son y que hacen estas estructuras a más de 500 metros de profundidad a unos dos o tres kilómetros al oeste de Cuba? De momento solo tenemos hipótesis de trabajo…

L.M.F. En algunos medios de comunicación cubanos y americanos se ha hablado de pirámides y de caminos a 600 metros de profundidad….. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

MI: Eso es una interpretación. Como geólogo puedo decir que hay estructuras lineales elevadas que pudieran perfectamente coincidir con caminos y pirámides. Estas estructuras elevadas tienen forma como de cuadrados. Forman cuadrados y algunos elementos que se repiten de una a otra. También hay una forma semielipsoide en el fondo, hay un cuadrado perfecto con una cruz en el medio…. es decir, que hay una serie de estructuras que yo no le encuentro una explicación elemental o natural.
L.M.F. ¿Se ha podido extraer algo de ese lugar para poder examinarlo y datarlo?
M.I. No, eso está a una profundidad de 500 a 700 metros. El poder realizar eso requiere de una tecnología muy avanzada que nosotros no poseemos. Por lo tanto, lo que sabemos es su forma, no tenemos ningún dato directo de su composición ni hemos podido explorarla ni excavarla dada esa profundidad. La idea es poder extraer muestras de esas estructuras, pero esta empresa es bastante compleja, porque parece granito, y perforar el granito a esa profundidad es muy difícil.

L.M.F. ¿Qué hipótesis de trabajo barajais?

M. I. Hasta ahora solo tenemos tres hipótesis, que son las más posibles. La primera es que esto sea de origen natural. La segunda es que pudiera ser artificial. Y la tercera hipótesis, que es una combinación de las anteriores, es que se trate de unas estructuras naturales que hayan sido transformada por seres inteligentes. En el momento actual nosotros no podemos seleccionar ninguna de las tres, por los menos yo no me siento con la capacidad de seleccionar ninguna. Considero que es necesario realizar mas investigaciones complementarias, pero hasta ahora nos ha sido imposible. Esto requiere una inversión y una financiación muy grande que no tenemos. Esta compañía en la que estamos trabajando, la ADC Mar, está buscando esa financiación para seguir trabajando. Mientras tanto estamos en un compás de espera.
L. M. F. Se ha hablado de la mítica y legendaria “Atlántida”…..

M. I. Bueno…. (Risas)… Yo no participo de esta parte de la discusión. Mi tema es el geológico. Pero bueno, la Atlántida es un tema muy apasionante y existe mucha literatura sobre este particular. Y no solo de la Atlántida, sino que el hecho de las culturas del Yucatán hoy en día es posible que lo que aún se conserva de los aborígenes de esos lugares quizá los olmecas o alguna civilización muy primitiva del Yucatán –la parte Norte de Centro América- tuvo su origen –según ellos- en una isla que mediante un cataclismo se hundió. A esta isla se le llama Atlanticú. Aún queda un aborigen que ha recogido toda esta información. En Cuba no existe ningún rasgo, ningún hecho, ningún residuo arqueológico que tenga que ver con las culturas desarrolladas de Meso América.
Aqui, se pueden apreciar las primeras imagenes tomadas por el robot submarino del proyecto Exploramar, a las diversas estructuras encontradas en el fondo marino. Estas fotografias datan, que se sepa, del mes de Junio y Julio del año 2002:

L. M. F. ¿Dónde están ubicadas exactamente estas estructuras?
M. I. Eso está al oeste de Cuba, en la península de Guanahacabibes. A unos kilómetros más hacia el canal de Yucatán se encuentra el bajo de San Antonio. En este bajo de San Antonio hay una montaña que surge del fondo del mar. Entre esta montaña y la plataforma insular de Cuba hay un valle sumergido o submarino donde están estas estructuras. Es interesante saber que estas estructuras están situadas dentro de un valle. Si uno escoge un lugar para vivir escogería ese porque hay una gran altura. Pudo existir en este lugar un rió que se abre en dos partes. Estas formaciones están junto a ese valle, en otro más pequeño.
L. M. F. Cuando se tenga acceso humano y tecnológico a esas estructuras, ¿Podríamos enfrentarnos ante una ciudad mucho más antigua de lo que imaginamos?
M. I. Quizá Luís Mariano, ahí está el problema mayor de esta investigación. A la velocidad que tienen lugar los movimientos del terreno hoy en día, y de promedio en el mundo, seria necesario 50 o 60 mil años para poner una ciudad emergida a la profundidad de 700 metros. Entonces esto nos pone en el límite del ser humano racional capaz de hacer construcciones de importancia. ¿Qué pudo ocurrir? Pues que haya habido un descenso muy brusco del fondo del mar. Esto puede estar relacionado con el colapso de una caldera volcánica, pero ahí no hay volcanes, sin embargo como te decía antes tenemos el hallazgo de ceniza volcánica que no tiene ninguna explicación terrestre. Si la edad de estas formaciones es de 50 mil o más años estamos entrando en algo incomprensible, por lo menos para nuestra historia oficial……….

Concluida la entrevista con Iturralde, y ante mi desconocimiento, la sorpresa llegó después. Paulina Zelitsky, la descubridora de este asunto, se encontraba también el Hotel como invitada al Congreso Nacional de Geología. No solo atendió a mi entrevista, sino que me llevó a su domicilio al Este de La Habana para mostrarme todos los detalles, los informes, los mapas, las fotografías, los gráficos de sonar, toda su investigación de tres años sobre este sensacional hallazgo. Esta investigadora, como Manuel Iturralde, dicho sea de paso, han ofrecido muy pocas entrevistas a los medios de comunicación, de hecho, creo que ésta ha sido la primera vez que reciben a un periodista español y europeo. Al término de la entrevista y el encuentro en su domicilio, me cedió las imágenes grabadas por una cámara submarina de esta “ciudad” sumergida. “Ningún medio de comunicación o periodista las tiene, haz un buen uso de ellas”, me dijo. Me quedé de piedra, perplejo. Nunca estaré lo suficientemente agradecido. Estas grabaciones de video están siendo estudiadas y analizadas por el Centro de Arqueología Marina y Antropología de la Academia Cubana de Ciencias. El trabajo de estos científicos se está centrando en los símbolos e inscripciones que aparecen en estos monolitos de piedra.
Pero vayamos al contenido de esa entrevista…..

Luís Mariano Fernández. Paulina, tu has sido la descubridora de esta “ciudad” sumergida. ¿Cómo ocurrió todo?
Paulina Zelitsky. Estuvimos investigando el canal que hay entre Cuba y la península del Yucatán que es un área muy interesante con diferentes propósitos. Haciendo un trabajo de barrido lateral con sonar nos dimos cuenta de que había miles y miles de metros de un área plana con una arena muy fina, como sílice, blanca, y fue un tanto aburrido. Así nos pasamos como tres o cuatro días barriendo nada más que un desierto de arena blanca muy fina. Cuando de pronto vimos en nuestros mapas apariencias de unas estructuras muy simétricas y como si fueran trazadas por hombres. Dentro de esta área tan limpia de arena sílice nos fuimos totalmente asustados, extrañados, porque al principio pensamos que quizás se trataba de instalaciones submarinas de Estados Unidos o de otro poder mundial muy grande que pudo construir unas cuadras de estructuras en áreas totalmente desiertas. Fuimos los primeros en investigar el fondo de esta parte del mar porque es muy profundo. La profundidad cambia de 500 hasta 3000 metros y hasta el día de hoy muy pocos investigadores tenían instrumentos que pudieran cumplir con esta tarea.
L. M. F. ¿Qué es exactamente lo que hay en ese fondo marino?
P. Z. Hay unas estructuras gigantescas construidas de unas piedras muy grandes de formas geométricas perfectas, como si fueran cortadas, e instaladas una sobre otra, con una perfección que yo creo que a día de hoy no podemos hacer.
L. M. F. Por tanto, ¿son artificiales?
P. Z. No pertenecen a la geología del lugar. No te puedo decir lógicamente de donde llegaron porque no tengo esa respuesta. Pero como te digo, Luís, no pertenecen a la geología del lugar.
L. M. F. Paulina, ¿tal vez los restos de una antigua civilización? Hay algunos investigadores que asocian estas estructuras con la desaparecida Atlántida…
P. Z. Cuando nosotros publicamos la primera vez la noticia de este hallazgo la Universidad de Veracruz se interesó por nuestro trabajo y las imágenes que habíamos grabado de esas estructuras en el fondo del mar. Concretamente el Instituto de Antropología de esta Universidad me invitó a unas excavaciones que ellos estaban realizando sobre piezas y ruinas de la civilización Olmeca. Cuando ellos vieron esas imágenes submarinas encontraron similitudes y paralelismos con las ruinas encontradas en esas excavaciones que este Instituto estaba llevando a cabo. Su interés también pasó porque los Olmecas y otros pueblos primarios nativos tienen toda una morfología que marcan su llegada del continente del Este. Quiere decir esto que venían de la dirección de Cuba, y tuvo que producirse en un terremoto muy grande donde sus tierras se hundieron. Las morfologías de ellos nos indican que pertenecen a tres familias que se salvaron. Una de estas familias llegaron a las costas de Veracruz, que se suponen son los Olmecas. Otras llegaron a Centro América y viajaron hasta las costas del Pacífico, y estas familias crearon la civilización de las Américas tal y como la conocemos hoy en día, porque ellos distribuyeron todos sus conocimientos. Cuando estos antropólogos vieron las imágenes submarinas de esta “ciudad” y vieron en algunos monolitos de piedra algunos símbolos e inscripciones ellos lo identificaron con motivos olmecas. Se quedaron muy sorprendidos.
L. M. F. Paulina, ¿es cierto que hay estructuras piramidales ahí abajo?
P. Z. Sí claro, y te las voy a enseñar. Pero hay muchos tipos y clases de estructuras, no solo piramidales. Hay incluso un enorme pedestal con una estructura a su alrededor que podría ser perfectamente un gran reloj solar.
L. M. F. ¿Cuál es tu teoría?
P. Z. Nadie sabe de donde llegaron los Olmecas. Sin embargo ellos tienen un arte muy antiguo, tal vez de más de 3.500 años. Se desconoce su origen y su antigüedad. Pero todos coinciden en que provenían del Este. Es muy probable que algunas islas que se hundieron con estas civilizaciones establecidas fueran de Olmecas. Algunos hablan de la Atlántida y en México hablan de Atlanticú. Yo creo que tal vez estas estructuras pertenezcan a la civilización Olmeca. Nosotros pensamos, y muchos científicos están de acuerdo, que tal vez la Península del Yucatán estaba unida por una gran cordillera a Cuba y que, probablemente allí, vivieron nativos y construyeron una ciudad. Un elemento natural, por ejemplo un terremoto, pudo haber causado el desastre y el hundimiento de esta ciudad.

L. M. F. ¿Cuál es el futuro inmediato de este fascinante proyecto e investigación?
P. Z. Pensamos salir de expedición este verano a investigar en profundidad esta cordillera, “mapear”, catalogar e identificar cada una de estas estructuras. Los planes son trabajar en equipo con la Universidad de Veracruz y continuar con el proceso de identificación de este descubrimiento. Ya ha habido algunos contactos con National Geografic y Discovery Channel para financiar parte de este proyecto.

Un comentario en «Pirámides sumergidas en Cuba»

  • Todos saben que la Atlantida fue el continente perdido nadie hace nada para confirmarlo si ubo otro continente tuvo que haber personas y tuvo que dejar rastros de cultura y no hay nada.

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