Medite y piense, no use filosofía envasada

Por Lorenzo Olivera
Internet pone a nuestra disposición un mundo cultural formidable. Claro que es como ir a un remate y comprar la biblioteca que dejó a su muerte un sabio, el adquirir ese acervo cultural no me hará sabio ni culto, ni lo llegaré a ser leyéndolo si no me da el caletre.

Claro que en este mundo en que los trajes no se hacen más de medida, sino de confección china, el vendedor tendrá que ajustarme el largo de las mangas, tomarme algo la cintura, ajustarme el largo de los pantalones y los botones del saco y nunca será un traje de medida.
La cultura envasada que vende internet, sobre una buena y linda fotografía empieza a entrar mal por la belleza de la foto.

La casuística de la cultura envasada será el amor, el odio, tal vez alguna virtud cardinal o algún vicio liso y llano.
La cultura se adquiere como cuando nos suministran suero, lentamente, y gota a gota y entre gota y gota meditar lo suficiente para que no se nos infiltre el suero.
Si porque mucha cultura de golpe se suele infiltrar y no distribuirse adecuadamente y producir una borrachera cultural, como suele ocurrir en las bibliotecas desordenadas, o en manos de un analfabeto.

Comprar con esfuerzo un libro, leerlo, disfrutarlo, meditarlo e incorporarlo a nuestro ser y pensar.
Administrarlo como algo que es y no algo que tal vez me parece y siempre con el beneficio de la duda.
Con su criterio light, amigo o conocido o Ud. Señor lector circunstancial, mire que muchísimas veces pudo haberle puesto un “me gusta” a una frase fuera de contexto o no, de Hitler, Mussolini, Stalin entre los malos y saltearse a Confucio por Mencio, a Buddha o a la madre Teresa de Calcuta, por dens os en sus textos

Lea mucho, escuche, piense, medite y diga poco.
El silencio es sabiduría y recuerde bien que el que calla no otorga, simplemente medita y espera.

El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras.