Un paranoico se divierte

Con Corea del Norte y la vida de decena de millones de personas. Kim Jong-un intensifica la retórica prometiendo “contener” a Guam, con el Consejo de Seguridad de la ONU condenando unánimemente la prueba de misiles.

Kim Jong-un observa el lanzamiento de un misil de rango intermedio, en una imagen emitida por la agencia de noticias oficial de Corea del Norte KCNA.
Donald Trump y Kim Jong-un han intensificado su retórica sobre el programa nuclear de Corea del Norte, un día después de que Pyongyang atrajera la condena internacional cuando lanzó un misil de alcance medio sobre Japón.

El presidente de Estados Unidos, quien dijo el martes que “todas las opciones están sobre la mesa” para contener a Corea del Norte, piado el miércoles que “hablar no es la respuesta” y dijo que Estados Unidos había estado pagando “dinero de extorsión” al régimen.
El líder norcoreano describió anteriormente el lanzamiento de misiles martes como un “preludio significativo para contener” el territorio del Pacífico de los Estados Unidos de Guam, agregando que más pruebas de misiles balísticos iban a venir.
Horas después de que Corea del Norte confirmara la prueba, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó unánimemente el lanzamiento y repetidas demandas de que Pyongyang detuviera sus programas de misiles balísticos y armas nucleares.

El consejo de 15 miembros describió las acciones de Corea del Norte como “escandalosas” y pidió la implementación total de sanciones duras acordadas hace menos de un mes. Pero no recomendó nuevas medidas contra el régimen, y dijo que seguía comprometido con una solución pacífica a la crisis nuclear en la península coreana.
“El consejo de seguridad subraya que estas acciones de la RPDC no son sólo una amenaza para la región, sino para todos los estados miembros de la ONU”, dijo, refiriéndose al norte con su título oficial, la República Popular Democrática de Corea.

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La declaración continúa expresando su “grave preocupación de que la República Popular Democrática de Corea, al realizar este lanzamiento sobre Japón, así como sus acciones recientes y declaraciones públicas, socaven deliberadamente la paz y la estabilidad regionales”.
La reunión de emergencia se convocó después de que el misil norcoreano de alcance intermedio diseñado para transportar una carga útil nuclear sobrevolara el norte de Japón el martes por la mañana.

Se cree que el misil ha sido un Hwasong-12 relativamente no probado, el mismo tipo que Kim ha amenazado recientemente con usar contra Guam, una importante base militar estadounidense ubicada a unos 3.000 kilómetros al sureste de Corea del Norte.
La agencia de noticias estatal de Corea del Norte, KCNA, dijo que Kim había “guiado personalmente” el misil, que se produjo en respuesta a ejercicios militares que involucraron a decenas de miles de soldados de Corea del Sur y Estados Unidos.
Pyongyang considera los ejercicios anuales del Guardián Ulchi-Freedom, que terminan el jueves, como un ensayo general para una invasión ya menudo responde con una exhibición de su propio poder militar creciente.

“El actual lanzamiento de cohetes balísticos como una verdadera guerra es el primer paso de la operación militar del ejército del Pueblo Coreano en el Pacífico y un preludio significativo para contener Guam”, dijo KCNA citando a Kim.
El lanzamiento el martes provocó sirenas en ciudades del norte de Japón, enviando a algunos residentes a la clandestinidad, pero dejando a muchos sin saber cómo protegerse.
Corea del Norte había enviado en dos oportunidades anteriores más de cohetes a Japón, en 1998 y 2009, pero el régimen afirmó que llevaban satélites de comunicaciones.
El miércoles, Pyongyang fue explícito al referirse al lanzamiento de un misil, que según expertos de Corea del Sur viajaron 2.700 km antes de aterrizar en el Pacífico, al este de la isla japonesa norteña de Hokkaido.

“El ejercicio no tuvo ningún impacto en la seguridad de los países vecinos”, insistió KCNA, y añadió que Kim expresó “gran satisfacción” por el lanzamiento.
La agencia citó a Kim diciendo que habrá “más lanzamientos de cohetes balísticos” en el Pacífico, agregando que el régimen monitorearía la respuesta de Washington antes de decidir sobre sus acciones futuras.
Algunos analistas han sugerido que Pyongyang podría haber enviado el misil sobre Japón, habiendo concluido que el objetivo de las zonas más cercanas a Guam cruzaría una “línea roja” e invitaría a una respuesta más sólida de la Casa Blanca.
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El lanzamiento tuvo un significado histórico, así como diplomático, llegando en el 107 aniversario del tratado Japón-Corea de 1910, que marcó el inicio de 35 años del dominio colonial japonés de la península coreana.

Al ordenar el lanzamiento el martes, Kim había comunicado la ira que muchos coreanos aún sentían hacia Japón, con su “audaz plan para hacer insensibles a los insulares japoneses insensibles el sangriento 29 de agosto”.
El periódico oficial Rodong Sinmun, del norte, dijo que la prueba debería recordar a Washington que “no puede golpear [a Corea del Norte] con sanciones económicas, amenazas militares y chantajes, ni hacerle retroceder por el camino que ha elegido”.

Semanas después de que él amenazara contra las provocaciones norcoreanas con “fuego y furia”, Trump había ofrecido inicialmente una respuesta más medida al lanzamiento del misil del martes.
“Acciones amenazantes y desestabilizadoras sólo aumentan el aislamiento del régimen norcoreano en la región y entre todas las naciones del mundo”, dijo. “Todas las opciones están sobre la mesa.”
Nikki Haley, embajador de Estados Unidos ante la ONU, advirtió que “basta” y que hubo que tomar medidas duras en respuesta a la provocación más reciente de Corea del Norte.
Estados Unidos ha propuesto que el consejo de seguridad de la ONU adopte una declaración condenando el lanzamiento balístico y exigiendo que “todos los estados… apliquen estricta, completa y rápidamente” las sanciones de la ONU contra el régimen.
El proyecto de declaración, sin embargo, no incluye nuevas medidas punitivas. Siete rondas anteriores de sanciones de la ONU hicieron poco para frenar los programas nucleares y de armas de Corea del Norte.

El obeso dictador norcoreano está haciendo méritos para pasar a la historia de una forma o de la otra y sin duda pasará como víctima de sí mismo si otro loco no lo mata antes.