19 diciembre 2024
CRÓNICAS

El siguiente paso no es el último

Las aves son más inteligentes que nosotros, aunque algunos se acasalan de por vida como el ganso, de ahí la comparación que le dice al cristiano “como ganso viudo”.

Las aves construyen o no construyen el nido de acuerdo a sus necesidades inmediatas y por eso no les queda, ni grande, ni chico.

Para un pichón, pingüino, entre las palmípedas patas paternas, sin nido, es suficiente a pesar de las bajísimas temperaturas. Para cuatro pichones como el hornero (furnarius furnarius) o la calandria y la mayoría de los pasariformes (que palabrita me mandé para no poner forma de pájaros), les basta a los primeros una semana de juntar a puro pico pasto y barro y dos mil viajes de adobe en el pico, según el Dr. Vaz Ferreira y arma su nido.

La calandria junta desordenadamente como todo lo suyo, como el canto, que imita el canto de todos los pájaros, y ramitas para afuera y algunas plumas y a la cría. El del hornero tiene baño interior, la calandria del borde para abajo.

Después están las exageradas como las gallinas o los patos que no bajan de una docena o el ñandú que le mete 12 o 15 huevos y a pesar de su nombre guaraní, tiene veleidades de tener harén propio. Todas ponen en el nido que incuba el hombre de la casa y también alguna de las damas, le puede meter algún huevo mal habido de esos machos que andan en la vuelta en el campo, solteros y un favor no e le niega a nadie, diría Adelaida y que la cosa no se caiga. Harén sin eunucos y cuando salen del huevo el padre recorre, con todos los charabones alrededor, cuidando que no le levante alguno un depredador, pero con un chiflido los tiene todos juntos y las patadas y las uñas son muy convincentes para los bichos terrestres que se arrimen, así sea humano.

El hombre va armando su casa con distintos parámetros y criterios, si tiene terreno o si no tiene terreno. Si tiene que vivir en un apartamento está limitado por la caja de zapatos que construyeron en el menor espacio posible. Cuando están por hacer la operación, le muestran un plano que está fuera de escala y en el apartamento cabe todo.

Un amigo tuvo que hacer cortar la cama de la hija más chica, que era chica, chica, para que le entrara atravesada en el fondo del dormitorio. Para las medidas se deben haber inspirado en las del Comcar. A otro amigo le señaron un apartamento de 45 metros cuadrados que medía veintinueve metros, todavía está en juicio, el cual lo ganó, pero ahora está peleando hace años para cobrar la plata que pagó tontamente, pero de ahí a que cobre hay un gran trecho.

Ahora, si hay terreno y viene la mano de construir, hay que llevar cortito al arquitecto, porque por lo general no viven en los dibujos que le venden a uno. En lo que me es personal discutí hasta el cansancio y el vestidor me lo hizo treinta o cuarenta centímetros más angosto, cosa que sacar algo del mueble es todo una lucha. En una palabra, hay que entrar de espaldas para darse vuelta. Los metros están ahí, pero mal distribuidos, porque le sobraba terreno, pero hizo el dibujito y pararon los ladrillos donde no era.
Tenía el presupuesto en la mano y pregunté y cuanto me saldría toda la casa con doble ladrillo y cámara de aire. Dos mil cuatrocientos dólares más y ahora ni se enfría ni se calienta y quedó perfectamente aislada. Me iba a ahorrar en lo que no debía.

Otro tema que no tienen en cuenta nunca, ni en casas, ni en apartamentos, es la lavadora, el lavavajilla y el freezer. Los dos primeros llevan instalación de agua y drenaje de aguas negras, de las tomas eléctricas, a mi me calcularon un número de tomas alegre y yo alegremente le puse el doble y me quedé corto, como chaleco de pobre y disfruto de los alargues de cables eléctricos, con todo el peligro que conllevan, como si yo no hubiera tenido en cuenta nada.

Mi amiga la tortuga pidio que su hogar tuviera vista al mar. Cuando la vea le pregunto, porque yo le pedí al de la inmobiliaria algo en el medio de la pradera.

Cuando es pareja nueva, calculan un par de hijos, si sale casal, hay que meter otro dormitorio más a la corta o a la larga y un cuarto de estudio. El lugar de la computadora no puede estar ni en el living ni en el comedor, ni en el estar, sino va a un cuartito chico, tiene que ser lo suficientemente chico como para que no quepan invitados ni nada parecido.

Y si son más nenes, algún o algunos cuartos más va a haber que agregar, perdiendo los consiguientes metros de edificación en corredores para la circulación que valen como metros cuadrados edificados y sirven para ir y venir y colgar algún cuadro.

Mi lucha por la despensa para meter la lavadora, el freezer y todos los chirimbolos de limpieza, comida, botellas, latas, etc. etc., después de mucho discutir me lo hicieron medio metro más angosto, otra vez, entrar de espaldas para darse vuelta. Si se abre la puerta del freezer pega contra la estantería de la otra pared y hacer el trencito para meter o sacar la lavadora cuando hay que mandarla a arreglar es todo un tema, sacar la puerta de la despensa, para que quede más ancha, sacar el freezer para la cocina, así queda espacio para poder maniobrar. Porque dos o tres centímetros son demasiado cuando faltan. De los rayones a la pintura hablaremos otro día.

Esos benditos muebles brasileños, que son una reverenda porquería y los cobran como si fueran de roble de eslavonia. El que los diseñó tenía el escalímetro averiado, como el que diseñó el apartamento o la casa. Se aconseja comprar platos chicos, pocos vasos, copas no muy altas ni muy panzonas.

Los cajones son ideales para perder las cosas que están adentro y no las podemos encontrar. No pretendo una tabla con las cosas pintadas de negro y clavitos para aguantarlas como las herramientas en los talleres mecánicos, pero por lo menos en la época de los electrodomésticos poder encontrar rápidamente un abrelatas, un sacacorchos, las paletas de la batidora, no hablemos de donde ponemos la licuadora, la procesadora, el exprimidor elemental de citrus, el microondas, la botellas de aceite, vinagre, sakura, la ollas y cacerolas que usaba felizmente nuestra madre, la olla de presión, la tostadora, el calefón de la cocina, la mesa del comedor diario, no estoy copiando el catálogo de una casa de ventas de electrodomésticos sino los elementales de la era del consumismo o nos vamos a privar de la comodidad porque no entra porque el arquitecto se quedó corto teniendo mil quinientos metros de terreno.

Me olvidé de otro mueblecito indispensable para el caballero y la dama, el zapatero, que las botas de la patrona, que los mocasines de uno, los zapatos de ir a trabajar de la doña y otro montón de cosas que también van en un mueble brasileño fuera de escala, que tuve que arreglarlo o rehacerlo varias veces porque los topes no deben ser de plástico como los que pusieron sino de un metalcito que cumpla su cometido.

El inocente porchecito, que hubo que agrandarlo y otro sector transformarlo en cochera, porque el garaje pasó a ser barbacoa.
La barbacoa viene a ser algo así como el monumento al churrasco que comemos unas cuantas veces en el año y está presente todo el año, generando metros cuadrados de construcción para el pago de la contribución inmobiliaria, pero que está, está.

La mesa de los asados antes era de monolítico lavado, ahora es de madera, barnizada ella, con bancos que hacen estirar a los petizos y encoger a los grandotes. Esos bancos largos son lo más democrático que he visto, nadie está cómodo en ellos.

Un amigo dice que billetera mata galán.

Y si el hombre le dio la tara de hacer piscina está liquidado de por vida. Primer gran tema, siempre será el encargado de limpiarla, aspiradora, calderín, filtros varios, los hijos y los amigos de los hijos no se consideran habilitados para tal tarea y si lo hacen revuelven todo y queda más tapada el agua de la piscina que las del Paraná.
Por el mero hecho de tener un lava patas el hombre se convierte en el piola más piola de los amigos propios y de los amigos de los amigos y los días de descanso salen camiones con todos los hinchas que se ganó por tener unos cuantos metros cúbicos de agua entre unas baldosas.
Creo que el record lo tuvo un amigo que estaba sentado en su sillón de lona, una mañana veraniega, leyendo el diario y se zambulló desde la azotea un presunto amigo de sus hijos que lo bañó a él y al diario. Es feo tener que leer un diario mojado, por supuesto el diario mojado, uno mal que bien se aguanta.

Si se le ocurre tomar un whisky, que bien se lo merece, la botella muere rápidamente. Con la cerveza no pasa lo mismo, lo que mueren son los casilleros uno a uno, hora tras hora. No hay máquina dispensadora de hielo doméstica que de abasto para satisfacer la demanda y para la cerveza había que conseguir en algún bar fundido una heladera de madera de diez puertas para tener provisión suficiente de cerveza.

El club más caro de Montevideo, pagando la cuota de ingreso más cara, con toda la familia incluida, sale regalado, al lado de lo que es el mantenimiento de la sed de los amigos propios y los amigos de los amigos. Del asado ni hablar. No aparece ni un cantimpalo para picar. Ahí en el club Ud. paga el whisky o cerveza que toma y convida y nada más y conoce gente.

El hombre llega una altura en su vida en que los hijos crecen y aparecen las futuras nueras, los futuros yernos y los innominados esos que son amigovios o yo que sé como les dicen ahora. Un amigo les decía los cenadores, porque venían a cenar.
Con suerte, se casan y se van y no quedan aumentando el núcleo familiar, corresponde hacerles creer que “el casado casa quiere” hasta el cansancio.

Cuando quedan los fundadores de la estirpe solos, o uno solo por causa de viudez, empiezan a bollar en la casa, todo les resulta grande, la limpieza, el tipo que limpia la piscina que nadie usa, el jardinero que corta el pasto que tenemos que regar y abonar para que vuelva a crecer y el jardinero lo vuelva a cortar y así sucesivamente. Es un círculo vicioso perverso que lo retroalimentamos permanentemente.

Y terminamos en un apartamentito de dos por dos en el centro, sometidos al gas oil de los ómnibus y las cortinas de voile quedan negras a la semana de colgadas, pero tenemos la mutualista cerca, la farmacia y el supermercado o la despensa a la vuelta, hasta que la nueva caja de zapatos nos ahogue con los griterios y correterías de las generaciones venideras.

Qué manera de girar, girar y girar para terminar de vuelta al principio.

11 comentarios en «El siguiente paso no es el último»

  • Al fin alguien muestra quien manda….ja-ja-ja!

  • Ni le cuento si se mete a comprar una casa pre fabricada. Le tenes que gastar despues el doble como para que te sirva….

  • A mas de uno lo llevaría asi arrastrando de los pelos…jajajajaja

  • El articulo me suena a otra cosa de lo que escriben liz y carmen. Pero cada uno es feliz con lo que le toca hay por donde se peina.

  • Ja…ja…ja…todo gira para volver a empezar desde el principio….esta muy bueno…pero me gusto lo de el amigo que llamaba a los amigovios cenadores. es la justa dijera Batlle!!!!

  • Aldo mirá que si apedreás el eucaliptus te saltan con todo. Por las dudas tené perejil a mano. Yo se por qué te lo digo.

  • Ahora creo que se construye mas rapido que antes y si alguna carmen o alguna liz y te agarra asi de los pelos aunque la vivienda quede como la mona, mas de un arquitecto apura el tranco y vienen los desastres. Despues los pintas te dicen con toda razón ” A PERO USTED LO QUERIA ASI Y RAPIDO”. A un amigo le hicieron una puerta que abre hacia un corredor de la casa, pero como la puerta es demasiado justa con el ancho del corredor y no se percataron que iban a poner masetitas con plantitas la puerta no abre totalmente. Saludos

  • Que nivel chicas!!!! Con quienes se estan metiendo.!. Si mañana esta columna se pone a escribir un articulo dandole para atras a nuestro sexo – las culpables son ustedeeesssss!!!!!!!!!!!!. Yo no tengo nada que ver con lo de mostrar quienes mandan ni arrastrar a nadie de los pelos, ni siquiera comparto lo de la foto de billetera mata galán…que nadie comento todavia!!!
    Saludos

  • Y si. En parte es como dice este articulo. Lo que pasa es que despues que criastes la familia y los pollitos vuelan del nido viene la JUBILACION. Eso que no tiene sentido. Porque cuando llegas al jubileo, desayunás que ya no podes vivir en una casa grande ni darte lujos porque la plata no te alcanza. Cuando te llega el jubileo, sucede lo que está escrito aquí, tenes que volver al comienzo, buscarte algo mas chico para vivir y comer de prestado o de refuerzos de mortadela. No te vayas a enfermar con algún problema de motricidad porque…bueno ya se que este no era el tema, pero como vi que Rita ingenuamente estaba dando malas ideas al que hace esta columna!!!!

  • El artículo este es una anegdota particular haciendo un recuento de la vida, de cosas que nos ocurren y les ocurrirán en mayor o menor medida a todos con la vivienda. Yo no se porque tanto líos con los comentarios. El 1 y el 3 (las), los hicieron un poco en broma porque terminan con ja,ja tal vez influenciadas por la foto de la mujer con el palo al hombro. Los demás tienen algo que ver con el artículo pero siempre se refieren a las 1 y 3. Hasta yo lo hago.
    Saludos a todos

  • Creo que alguien dejó abierta la puerta de la cocina porque las cucarachas andan por todos lados.
    Si saben, por favor lean el artículo y no miren solamente los dibujitos, que son para alegrar la vista.

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