Charlie Sheen – el fin

El tema da para escribir mucho, pero mucho más, pero ya llevamos tres artículos sobre las drogas en Hollywood en general y dos sobre Sheen, cerrando con este la zaga como hizo Warner Bros., con Two and Half Men.

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Había un personaje en la película de Pinocho de Walt Disney, llamado Pepe Grillo, no voy a aclarar que era un grillo para que no piensen que me he vuelto idiota o los considero idiotas a Uds. y cantaba una canción que decía en otros términos, que cuando Pinocho tuviera miedo, le pegara un silbidito.

Veo a Charlie Sheen celebrando su despido blandiendo un machete ante los paparazzi y gritando “¡Al fin libre!”, bebiendo con ansiedad un líquido rojo de una botella que dice “Sangre de Tigre”, esto ya no es un silbidito está chiflando a todo trapo y fuera de sí totalmente.

Esto es lo mismo que regoldar después de haberse comido un puchero con la gallina de los huevos de oro.
Habla de un viaje humanitario a Haití, pienso que será homologando a Sean Penn.
Otro que tuvo los mismos tropezones, el cual fue a homenajear a Raúl Chávez por la ayuda humanitaria que el pueblo venezolano había hecho a Haití.
Este desquiciado bien podría haber mandado a Haití o a donde fuera más necesario, la mitad de lo que gastó en prostitutas y drogas.

Se le vienen los juicios encima.
Un abogado normal en EE.UU. cobra U$S 600.- la hora, esto es, desde que se sienta a pensar en el caso y suspende el reloj como los jugadores de ajedrez, entre jugada y jugada, cuando deja de trabajar ese día para su cliente y al día siguiente otra vez arranca el reloj.
Claro está que ni Sheen ni la Warner van a tener abogados normales, sino mucho más caros y el que pierde paga.

La Warner ganó muchísimo dinero con Sheen, claro está que Sheen también, pero de ahora en más la Warner que había vendido los derechos de la serie a terceros, deberá enfrentar juicios por incumplimiento, por daños y perjuicios, por montos incalculables a priori, más el costo de los juicios y otros gastos que generan y el que será el destinatario final de las demandas será Charlie Sheen, porque salvo que este pruebe que no tuvo culpa, le caerá el sayo.

Permanentemente estoy recibiendo información en inglés de nuestras fuentes y francamente me pesa traducirlos y hasta leerlos para mí, porque todos son más de los mismo y de colores más subidos.
La ola que se está levantado tiene una altura solamente comparable con la de la muerte de Michael Jackson y ya es decir.

Pero en este baile nadie actúa en forma desinteresada porque una de las fuentes de noticias y chismes es TMZ, con un sitio web, surgido en 2005 por la unión de AOL y Telepictures Productions, ambas propiedad de Time Warner y tiene 4:000.000 de lectores mensualmente.
TMZ significa su sigla traducida al español “Zona de Treinta Millas”, como referencia al área de estudio (48,3 kmts.) a la redonda, ubicada en el cruce de los Blvds West Beverly y North La Cienega, Los Ángeles.

TMZ no paga entrevistas, sino que investiga y examina con precisión.
Sheen millonario en dólares conquistó otro primer millón, el de seguidores de su cuenta en Twitter en apenas 25 horas.

Al 8 de marzo la cifra llegaba a 2:106.202.
Por los números a los yankees les encantan los escándalos y estar en la platea.
Calificó a los de Warner de “Fockers” (término ordinario y muy grueso) y “enanos”.
A la Warner le costará una fortuna y a Sheen también.
Como en casi todos los juicios habrá un fuerte enriquecimiento por parte de los abogados y como decía el maestro Couture, “juicio ganado, dinero perdido”.
Ellos viven de los hombres que son como las medias que sólo abren la boca para meter la pata.

En lo nuestro el tema no da para más, salvo un imprevisto muy importante que en este tema nunca podremos decir que está todo dicho.
Tengo una gran duda de si todo esto de Sheen no es una puesta en escena para que lo declaren inimputable.

Pero esa duda la contengo porque pienso que los abogados de la Warner no deben ser tontos, claro que Charlie era falopero viejo y puede haber firmado algún contrato fuera de sus cabales, pero son meras suposiciones, que el tiempo y los tribunales develarán.