Aclarando conceptos
En lo que me es personal siempre se me entreveraron los conceptos de travesti, transexual y transgéneros.
Kate Moss en esta oportunidad nos da la oportunidad de que aclaremos un poco las cosas, porque no debe estar todo tan fácilmente definido sino que algunas piolas entreveradas en esto debe de haber y que no sabemos apartarlas suficientemente.
Kate Moss vuelve a causar polémica al aparecer en la portada de una revista besándose con una modelo transexual, bajo el título ‘Thisishardcore’ (esto es porno).
Se trata del número especial de febrero de la revista británica ‘Love’ dedicado a la androginia.
Moss, de 37 años, con una cazadora de piel y guantes Chanel besa a Lea T., una conocida transexual, que ya apareció en la portada de revistas de moda y en la campaña de Givenchy otoño invierno 2010-2011.
Musa de Ricardo Tisci, director creativo de la marca, también desfiló en sus últimas colecciones.
La transexualidad ha estado presente desde que existe el ser humano, y el término se usa desde 1940, de acuerdo con la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, pero cada vez es más común -y aunque a veces no se note a simple vista- observar dentro de la cultura popular a estas personas que con orgullo aceptan haber tomado las medidas necesarias para no vivir más dentro de un cuerpo ajeno.
Primero algunas aclaraciones, los términos travesti, transgénero y transexual son diferentes entre sí.
El travestismo es cuando una persona se viste con ropa del sexo contrario, ya sea “por inclinación natural o como parte un espectáculo” de acuerdo con la RAE.
Los otros conceptos son más complicados pues implican generalmente una disforia de género, es decir “un desacuerdo profundo entre el sexo biológico y el sexo psico-social o, dicho de otra forma, entre el sexo con el que se nace y aquel otro que la persona siente como propio”, escribe Javier Rubio de la Universidad Complutense de Madrid.
Por un lado los trangéneros suelen someterse a hormonoterapias de reasignación, pero no precisamente a una cirugía que complete el proceso.
La transexualidad sí incluye este paso final, pues “tienen la convicción de pertenecer al sexo opuesto al que nacieron, con una insatisfacción mantenida por sus propios caracteres sexuales primarios y secundarios, con un profundo sentido de rechazo y un deseo manifiesto de cambiarlos médica y quirúrgicamente.
Desde la infancia su identidad mental es distinta a su fenotipo genital, son mujeres que se sienten ‘atrapadas’ en cuerpos de hombre y viceversa, sin trastornos psiquiátricos graves que distorsionen la percepción de la realidad, que necesitan ser aceptados social y legalmente en el género elegido”, dice Rubio en su ensayo El Tercer Género.
El modelaje es uno de los escenarios en los que se ha apreciado con más fuerza, debido quizá a que las reglas de belleza en ese ámbito permiten un look andrógino, facciones duras, figuras espigadas, piernas largas y estaturas altas.
TeriToye, la primer modelo abiertamente transgénero, figuró en las pasarelas de Nueva York a inicios de los 80, y pese a tener una carrera de sólo tres años, en ese tiempo trabajó para Gaultier, Chanel y apareció en las páginas de la revista Vogue de Alemania, lo que sin duda marcó un precedente.
Hoy en día las modelos transexuales se han abierto más posibilidades en el mundo en el que la apariencia es lo que más importa, y así han roto paradigmas no sólo para el modelaje sino dentro de la sociedad en la que estamos inmersos.
Si bien ya existían modelos transexuales, fue JennaTalackova la que rompió con toda regla establecida al inscribirse en el concurso Miss Universo Canadá, siendo aceptada tras una larga controversia.
En un inicio el comité del certamen rechazó su entrada pues, de acuerdo con las reglas, la concursante mintió al momento de decir que había nacido mujer, y aunque legalmente ya lo era se le negó la entrada.
Luego de este traspié, más de 40 mil personas firmaron una petición por internet para que Jenna fuera aceptada, además se apoyó en la abogada feminista Gloria Allred, especializada en temas de discriminación, para lograr que Donald Trump – dueño del concepto- no sólo hiciera una excepción y la aceptara, sino que cambiara las reglas del concurso más importante de belleza para siempre.
“Quiero que el señor Trump afirme que esta regla será eliminada porque yo no quiero que ningún otra mujer sufra la discriminación que yo he padecido”, dijo Talackova en una conferencia de prensa.
Al final Jenna no pasó a la competencia mundial, pero figuró en el top 12 del concurso canadiense y marcó un antes y después en su paso por este tipo de certámenes.
Su proceso de reasignación de sexo comenzó a los 14 años con el apoyo de su familia; ya para los 19 se sometió a la cirugía que culminó el proceso, cuando esto sucedió cambió todos sus documentos para que la existencia de Walter Page, su nombre original, quedara en el olvido.
Una transexual sobre la pasarela
Protagonizó una llamativa portada besándose con Kate Moss. Era el número andrógino de la revista “Love”, y la foto dio la vuelta al mundo. Tal vez uno de los motivos, además de por el revuelo causado por el apasionado beso, porque ella, Lea T, es una modelo transexual.
Ahora, ha vuelto a saltar a la palestra, al protagonizar el desfile (y también la próxima campaña, fotografiada por Terry Richardson) de Blue Man, una de las firmas de ropa de baño más famosas de Brasil, en Fashion Rio Verano de 2012.
La modelo, que nació hace 28 años como Leandro Cerezo, confesó a OprahWinfrey en febrero cómo ha afectado a su vida su situación: “Yo esperaba ser gay porque para mi familia sería menos doloroso.
Y entonces podría… Tener una vida normal.
Pero es algo que está en tu cerebro – nacer en el cuerpo equivocado”.
Es la primera vez que Lea T muestra su cuerpo en bikini sobre la pasarela, a pesar de haber desfilado en París para firmas como Givenchy (Ricardo Tisci la describió como una “verdadera diosa”) y ser una de las modelos más cotizadas.
En 2008 comenzó su proceso de reasignación de género: “Desde luego, físicamente, es una gran operación.
Pero al mismo tiempo, pienso que lo es mentalmente también. Pensar: “Guau, he cortado parte de mi cuerpo”.