15 diciembre 2024
MUNDO

De heladera a dietista

Adentro o afuera. En parte viene a ser como aquello de que sólo se puede hacer pichí en determinado lugar de la piscina, al rato toda la piscina está contaminada con pichí, al igual que un salón lo está con el humo del cigarrillo.

Lo absurdo e inhumano de las fotografías de los murientes en cajillas es totalmente a contrapelo, los fumadores de ley, bajan el tabaco golpeando el filtro del cigarrillo sobre la cara del cuasifinado y ni pelota.

La costumbre termina con la aprehensión a la imagen.

Si no fuera por eso de la costumbre, los médicos forenses se hubieran dedicado a la pediatría y las casas de pompas fúnebres no venderían cajones de muertos, sino cunitas.

Otra cosa absurda es que en los bares no puedan entregar los cigarrillos en el lugar que los cobran, obligando al bolichero, como si fuera un delincuente y asesino de inocentes, a entregarlos en otro lado del comercio, sistema similar al que opera en los supermercados, a los cuales tengo que volver un dos por tres o mejor un tres por dos porque los pago y me olvido de retirarlos y si no tiré el tiquet, porque tendría que volver a pagarlos en ese supuesto, tengo que volver a buscarlos, mascullando en forma de murmullo a la familia completa del o de los que se les ocurrió tan peregrina idea.

La no publicidad es otra tontera más, porque uno no va a fumar más o dejar de fumar, por un aviso de una linda joven en bikini pitando un pucho y van, no sé cuántas limitaciones, que afectan a los que viven honestamente de su trabajo, como ser las modelos, los empleados de la fábrica de cigarrillos, los comerciantes, y hasta el que pega con engrudo el aviso en el cartel de la calle, por el cual la IMM cobra un impuesto.

Nadie piensa en la desocupación de los peones en las plantaciones de tabaco, y todos los vinculados a la industria, desde obreros, administrativos, distribuidores y paremos aquí, porque nuestra imaginación no llega a tanto.

Los que no tienen tantas vueltas para entregar los cigarrillos son los kioscos y las estaciones de servicio en sus minimarkets, porque si estos pueden cobrar y entregar, sin muchos controles de minoridades, por qué los bares o supermercados parece que fueran los malos de la película o hay hijos y entenados en estas disposiciones.

El asunto del tributo exagerado a los cigarrillos es atendible, claro que los que lo entienden más son los bagayeros que traen los puchos de Paraguay y los venden unos pesos menos para hacerlos competitivos con los nuestros.

Los bagayeros se están haciendo la pelotita, porque se bagayean hasta cigarrillos uruguayos en el propio Uruguay, los de los free shops, parece chiste, pero desgraciadamente no lo es y estos no tienen que ir a Paraguay, sino que con Rivera o el Chuy les alcanza ya les sobra.

Muy buen margen de utilidades, sin impuestos ni leyes sociales y sin pagar alquiler como vulgares periferiantes o en una casa del barrio.

Aviso al lector desapercibido que piense que lo que escribo lo hago por defender mis derechos de fumador empedernido, le aviso, que dejé de fumar hace 14 años, sin ninguna terapia para vencer el shock de abstinencia, sino simplemente por un buen susto, que es la mejor terapia para dejar de fumar.

Es lo más parecido que hay con las vedas de carne, donde habían inventado una frontera interdepartamental impasable entre Montevideo y los vecinos Canelones y San José y el que pretendía pasar con carne le decomisaban la carne, la canastita, la dentadura postiza y lo vituperaban de hecho y de derecho como un vulgar delincuente.

¿Dónde iría la carne decomisada?

Buena pregunta no, porque por el camino quedarían los mejores cortes, porque no daban recibo.

Conocí a un matarife clandestino que traía las vacas caminando de a una a Montevideo y las carneaba en una letrina de una casa en un barrio de los suburbios, contrariando todas las normas de higiene habidas y por haber y se hizo millonario en poco tiempo y cuando se arregló la cosa, terminó con varias carnicerías legales e inclusive lujosas en Canelones, San José y Montevideo.

No entiendo por qué hoy somos los segundos vendedores en cantidad de cortes de calidad en el Mercosur, con diversificación de la producción rural, como no la había antes, en forestación, represas y agrícola a gran escala y antes teníamos esos líos, porque según tengo entendido, era para tener el stock ganadero para la exportación.

Fomentar las prohibiciones es fomentar a las mafias.

Lo único positivo de las vedas es que el uruguayo es muy imaginativo y en las chacinerías no iban a meter los entrecottes, los cuadriles, los lomos en el relleno de los chorizos.

De ahí en más se inventaron las pamplonas que nada tienen que ver con los vascos, salvo que algún euskaro uruguayo haya sido el de la idea, y el precio de las mismas mete miedo, y ya que estamos, luego derivaron a las de pollo, de cerdo, etc, con un poco de panceta y condimentos, salieron al mercado con muy buena demanda y sobrevivieron a las vedas y no piensan desaparecer del mercado.

Claro que por otro lado andan con el tema de la marihuana, que la maruja si, que la maruja no, que la van a vender los farmacéuticos con receta médica, que es bueno para prontuariar a todos los adictos, etc. etc, cualquier letra les sirve.

Con todos estos temas el uruguayo va teniendo materia en que pensar y dejar de lado los aumentos tributarios, el aumento de las tarifas y si el sueldo no alcanza.

Cuando era chico, mi vieja me ponía con unas yemas de huevos de gallina.

Sí señor, puse de gallina, porque en balnearios del este la he comido hecha con huevos de gaviota, más fuertes y catingudos que los de gallina o en el interior con huevos de ñandú, más pesados además que equivalen a una docena de huevos de gallina.

La consigna era revolver las yemas de los huevos en forma continua e irle echando aceite de a poco, en forma de chorrito, que durante un largo rato hasta que lográbamos una emulsión de aceite con huevo y se remataba con limón o vinagre.

Mujeres cuando está Andrés de visita, abstenerse porque la mayonesa se corta.

La descripta es una auténtica mayonesa.

Hasta que un vivo, no creó la mayonesa sintética, sino que un vivo contrabandeó huevos contaminados de la Argentina y ahí apareció entre otras cosas, la salmonella, una cosa que pudre los huevos y de ahí a que algunos medio pesados les pongan el mote de “salmonella”.

No se pudo hacer más la mayonesa casera so riesgo de diarreas, fiebre tifoidea, entre otras y entramos con la actual que desde común y corriente, hasta light o con aceite de oliva, claro que todo eso luce en la etiqueta o en el rótulo.

De ahí que tipo de aceite tiene, vaya dios a saber, huevos y tal vez tenga o sea una gelatina con gusto y color de huevo con aceite.

En el futuro hay que hablar de mayonesa sintética, inclusive sin huevo, con leche de soja, ajo, colorantes al gusto, sal y aglutinantes.

La Intendencia puso en el tapete a las casas de comidas y a las que sirven refrigerios, tente en pie que le dicen, que no podrían poner en la mesa del cliente ni mayonesa, ni sal, ni mostaza, ni pimienta, n i chimichurri, ni kétchup, sino que tendrán los clientes que pedírselo expresamente al mozo.
Se olvidaron de la manteca, que por más light que sea, es pura grasa animal.

Con esto de retirar los tente en pies de la mesa, le han dado una muy buena oportunidad a que entren a cobrar cuando brinden ese servicio a pedido del cliente.

El fundamento está en que esas cosas tienen sodio y son malas para la presión arterial y montón de contraindicaciones más.

La pimienta no creo que tenga más sodio que una lechuga lavada y sin sal, pero cayó en la redada.

Pensar que yo había sustituido la sal por pimienta, porque que yo sepa la pimienta complica a los que tienen hemorroides, almorranas que le dicen en el rioba y para nada la presión arterial.

Ahora la pimienta muchas veces estirada con harina (un peligro para los celíacos) o con semillas de anacahuita molidas que viene a ser una pimienta criolla.

Pero la cosa no para ahí, tampoco se podrán servir sin previo pedido galletitas y grisines y si servirles a los clientes frutas antes de comer.
Dudo que la fruta venga gratis, bah…, gratis no viene nada.

Se terminó la limosna del grisín, como la practicaban los devotos de la virgen del codo, cuando un chiquilín venía a pedir, le daban los grisineso las galletitas que había puesto el bolichero y al buen samaritano no le costaba nada extra y el chiquilín terminaba tirándolos a la calle, porque lo que quería era algún mango.

Lo del kétchup me tiene sin cuidado porque no me gusta.

Ya se terminó el tema del aborto si, del aborto no, ahora tenemos que preocuparnos que mayonesa si, que la sal me la prohíbe el médico y no la intendencia.

Estos buenos padres de familia que nos vienen a cuidar la salud, con su criterio, no pararon en ningún momento a pensar en las hamburgueseras de escala internacional, se olvidaron o les tocó la cajita feliz de Mac para los nenes y del combo con papas fritas prefritas en grasa, parece que si son de origen yankee no afectan el colesterol para la IMM.

Qué bueno aquello de PROHIBIDO PROHIBIR y que cada cual tenga derecho de envenenarse con la comida que se le cante.

Ya que estamos en la materia salud, sería mejor que se preocuparan de ver con qué se hace el aceite de canola y la toxicidad del mismo, porque si MONSANTO se metió en la genética de la colza no fue para hacerla comestible sino para aumentar simplemente su productividad por hectárea para los combustibles renovables.

Sin ir más lejos el amigo Anzalone que se preocupa tanto por nuestro coleterol, los triglicéridos y eventuales cánceres, sería mejor que revisara con los médicos el tema de la toxicidad de la colza o canola, esquivando a la internacional MONSANTO especializada en transgénicos entre otras cosasy con el informe en mano que la facultad de medicina (si no está de paro) o el colegio médico o el que haga sus veces, se sirvan avisarle a los dietistas que no recomienden tal aceite, sin perjuicio de que lo saquen de las góndolas de los supermercados, porque nadie puede pensar que algo que esté para consumo en las góndolas sea tóxico, cuando se preocupan tanto de las fechas de vencimiento de la mercadería no perecedera.

Basta pegarle una vichada el google sobre el tema y dejarse de tantas pavadas para ganarse el sueldo en serio.

Se acuerda amigo de PROHIBIDO PROHIBIR, HAGA EL AMOR Y NO LA GUERRA.

Estamos viviendo en una época de prohibiciones y muchas de ellas al santo botón.

Tanto se cuidan de la rama que se dan contra el tronco

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