Detuvieron a la Libertad

Cuando era joven los billetes de 1000 nacionales (así le llamaban a los pesos argentinos), los porteños los llamaban fragatas.

Como nosotros les llamamos Juanas a los billetes de mil pesos uruguayos.
Porque en aquellos tiempos, mejor dicho en aquellos billetes lucía la fragata Presidente Sarmiento, como los actuales de 100 pesos argentinos lucen la imagen de Eva Duarte de Perón, claro que para confeccionar estos últimos hubo todo un tema.

Los de la primera tanda se imprimieron en Brasil y al guillotinarlos, para que dejaran de ser planchas de casi un metro cuadrado y se convirtieran en billetes individuales, no sé en qué le erraron, ni me explico la falta de controles, pero en resumidas cuentas, le cortaron el 1 y los billetes quedaron con un valor facial de 00 pesos.

Para salir del paso, ante la escasez de numerario, los validaron como de 100 pesos, pero ese no fue todo el problema, las máquinas expendedoras de billetes, que cuentan con una banda magnética, no los reconocían y los rebotaban como falsos.
Tuvieron que ajustar el lector de la banda magnética, para que los admitiera.
Después resolvieron imprimirlos en una imprenta, que a mi real saber y entender, pareciera que utilizaba las máquinas y el local de la Casa de la Moneda Argentina, la cual ahora está privatizada pero hubo que poner máquinas nuevas y no sé si entiendo mal, ni quiero entender que tejes y manejes hay, pero hubo que poner más dinero y no se sabe si la privatizada es estatal o del Sr. Cicconeo de algún otro alto funcionario “K”.

Si Ud. no lo tenía claro, creo que con mi aclaración se lo oscurecí del todo.
No pueden pretender que les explique lo que no entiendo, no por burro, que eso también pesa, sino simplemente por lo malabares que hacen, en la vecina orilla, con las empresas privatizadas y vuelta a ser estatales en defensa de la presunta soberanía y los dineros de los unos y de los otros.

Pero este artículo no tiene nada que ver con imprentas sino con fragatas.
La Sarmiento la vi, hace muchísimo tiempo, en el Puerto de Montevideo, cuando los ciudadanos de a pie podríamos entrar al Puerto, un paseo más, por el costado del edificio de la Aduana y recorríamos muelles viendo los barcos amurados.

Algunos en el antepuerto y salíamos de la mano de nuestro padre por donde estaban los aviones de Haviland, archivados sobre tacos y sin volar desde hacía mucho y no sé cómo llegaron allí porque no eran hidroaviones, supongo que habrá sido camión mediante. Alguna vez vi despegar y aterrizar a uno de los hidroaviones de Causa.

Nunca lo hubiera tomado, porque cuando amerizaba parecía que se iba a zambullir en el agua, lisa y llanamente y cuando despegaba, iba a todo motor, pasando entre barcos, a mi entender, porque lo veía desde la costa y cuando ya no le quedaba más espacio para correr, se levantaba de las aguas pasando por arriba de los barcos que estaban adelante suyo.

Salíamos del puerto por la calle Colombia y cruzando las vías del ferrocarril, entrábamos en un bolichón, donde las tablas del piso, se movían con mi menguado peso de 30 kgms. mojado, y para paliar mi flacura me hacía comer un par de especiales de mortadela y una gaseosa.
Una vez en esas vueltas portuarias, de niño de la mano paterna, vi tirarse de un barco al agua a un polizón polaco, rubio como el sol y colorado rubicundo su rostro y lo detuvieron unos marineros de Prefectura y lo volvieron a embarcar.
No sé por qué me acuerdo o digo que fuera polaco, que por su aspecto bien podría ser holandés.

Algo que sentí y me quedó grabado y el comentario de la gente de que al repatriarlo lo sumergirían en las miserias de las que provenía.
Tal vez lo de polaco fuera algo derivado de los judíos y el holocausto en época muy cercana a la II Guerra Mundial y nuestra gente era solidaria en ese sentido.
Qué habrá sido de la vida de ese desgraciado que venía huyendo de su tierra natal, si aún seguía siendo su tierra.

Claro que el tema no es todo lo que ya no existe más, como los aviones de Haviland, el viaje en hidroavión, la compañía Causa, el ferrocarril (bueno queda alguna locomotora y algún vagón) el boliche de “las preñadas” de mortadela, nada de eso existe más y mi viejo tampoco, ni yo soy el mismo.
Una de las últimas veces que fui a Buenos Aires, fui un mediodía a comer a Puerto Madero, aquello que antes eran los galpones y la zona era Paseo Colón, “donde iban los que tenían perdida la fe”, y hoy son restaurantes bien pitucos y tuve la suerte de ver de al lado a la hermosa fragata “Libertad”.

La misma fue construida en el Astillero Río Santiago de Astilleros y Fábricas Navales del Estado y entró en funciones como buque escuela para graduados a fines de mayo de 1963.
Su construcción comenzó el 11 de diciembre de 1953 y botado su casco en 1956 y por los avatares políticos de la Argentina entró en servicio en 1963.
Cumple la misma función que nuestro velero Capitán Miranda, donde les dan una importante travesía marítima a los noveles marinos.
La Libertad fue modernizada en 2004 en el astillero en que fue construida, tarea que terminó en marzo de 2007 y se adaptaron las comodidades para una tripulación mixta.
No estoy en condiciones de describirla, porque la náutica no es lo mío y no se absolutamente nada, pero para los lectores cúmpleme informarles que el palo mayor tiene una altura de 49,80 mts.

El velamen extendido es un poco mayor a los 2.650 metros cuadrados y tiene tres palo, trinquete, mayor y mesana.
Eso sí los marinos de ahora no son como los de antes, los que veíamos en los piratas de don Emlio Salgari, porque las velas se suben con seis guinches eléctricos y no a tracción a sangre y el ancla también, por supuesto..
Ha recorrido más de 800.000 millas náuticas (1.8 Kmts. cada milla náutica) alrededor del mundo y en su cubierta se han formado 11.000 marinos aproximadamente de la Armada Argentina.

En estos últimos tiempos la Presidente argentina, a ella le gusta que le digan presidenta, anduvo por el Club de los 20 a los que les debe una torta de dinero, al eufemísticamente llamado Club de París también, y si con el pico se saldaran las cuentas no deberían nada. Pero la deuda es importantísima y los acreedores que después de haberse vencido todos términos y plazos iniciales, prórrogas, las prórrogas de las prórrogas y así sucesivamente sin que aparecieran los dólares, no obstante ello insisten en querer cobrar.

Están convencidos que los versos son para la poesía y no para las deudas impagas.
Estos días, “la Presidenta” dictó cátedra ante las autoridades del FMI, que la aprietan mostrándole una tarjeta naranja que en cualquier momento es roja, pero utilizando términos futboleros les contesto cosas que no tenían nada que ver y no les dio pelota.
Ella les explicó lo de los números de las cuentas en Buenos Aires y los déficits, etc. y cuando alguien le dijo que los números argentinos eran fraguados o estaban amañados, ella les contestó, muy suelta de cuerpo, que los del FMI y de los EE.UU. también lo estaban, claro que la deudora es Argentina en este caso y no los que ella trajo a colación.
La fragata Libertad, fue interceptada en “un artero ataque de los fondos buitres”, según el gobierno argentino.

Nunca hubiera utilizado ese término, en lo que me es personal, porque los buitres son aves carroñeras o sea que se alimentan de cosas muertas y entonces ¿cuál es el animal muerto?.
¿Los ghaneses o Argentina? pero insisten con el término.
Argentina calificó a este episodio como “un artero ataque de los fondos buitres” aludiendo a la retención de la fragata de instrucción de su Armada en Ghana y consideró que la medida viola la Convención de Viena sobre inmunidad diplomática.

¿Artero, solapado ataque por querer cobrar por la vía del apremio?
La Cancillería argentina reaccionó así a la retención de la Fragata Libertad en Puerto Tema (Ghana) atendiendo a una denuncia presentada ante los tribunales ghaneses por el grupo NML.
El grupo representa a fondos de inversión que reclaman a Argentina el pago de deudas pendientes reconocidas por la justicia estadounidense por la compra de bonos durante la crisis que sacudió al país en 2001.

Según la Cancillería, la retención constituye “un artero ataque de los fondos buitres contra la Argentina” y “es violatoria de la Convención de Viena sobre inmunidad diplomática”.
“Los fondos buitres han cruzado un nuevo límite en sus ataques a la República Argentina”, agregó en un comunicado en el que adelantó que ha iniciado gestiones ante el gobierno ghanés para “aclarar el engaño que los inescrupulosos financistas han montado”.
Mala gente, sigue insistiendo en querer cobrar a pesar del tiempo transcurrido.
El ministerio afirmó que NML tiene su sede en la “guarida fiscal” de Islas Caimán, “pertenece al especulador internacional Paul Singer y es el principal financista del lobby que opera en la justicia y el congreso de los Estados Unidos con el nombre “ATFA” (Grupo de Tareas Argentina) para perjudicar a nuestro país”, insistió.

La Cancillería atribuye a este grupo los intentos de “hostigar” a la presidenta Cristina Fernández durante su reciente visita a Estados Unidos.
El buque escuela Fragata Libertad salió del puerto de Buenos Aires el pasado 2 de junio para realizar el tradicional viaje de graduación de guardiamarinas que incluye, por primera vez, Ghana, Angola y Namibia.

A bordo, además como invitados, se encuentran marinos uruguayos.
Las tripulaciones figuran como “detenidas” pero no creo que el término sea el apropiado.
Insólito, pero los acreedores cuando no les pagan se ponen muy nerviosos.
Me trae a la memoria una canción que decía: “toma chocolate, paga lo que debes, toma chocolate paga lo que debes”, basada en un dicho cubano.

Alguna interpretación del mismo es que “toma chocolate” viene a ser metafóricamente hablando unos mamporros al mal pagador y de ahí el “paga lo que debes”.
Habrase visto atrevimiento el de estos ghaneses, que quieren cobrar y eso que no descubrieron que hay uruguayos abordo después de aquello que les hicimos en África, en el mundial, con la manito de Luis Suárez.

La visión del periodista Jorge Lanata sobre la gira de la presidenta Cristina Fernández