El dólar perdiendo pie
Letonia, pese a sus reticencias, entra en 2014 con el euro como moneda. Se convierte a partir de hoy en el 18º país que adopta la moneda única europea. En setiembre, sólo un 13% de los letones apoyaban la medida.
Letonia se ha convertido este martes en el decimoctavo país de la eurozona a pesar de la reticencia de sus ciudadanos, que temen que la introducción de la moneda común se traduzca en subidas de precios y nuevos ajustes económicos.
Hace un año, en plena crisis de la credibilidad del euro, el presidente del país báltico, Andris Berzins, explicaba a sus compatriotas que no tenía otra alternativa que adoptar la moneda común porque a ello se había comprometido en el momento de entrar en la Unión Europea, en 2004.
“Al integrarnos en Europa firmamos que era nuestra obligación integrarnos también en el euro.
No tenemos otra opción.
Estamos atados al euro”, dijo entonces Berzins en una entrevista a la cadena de televisión letona LNT.
Ante el escaso respaldo popular a la adopción del euro -en septiembre de 2012 sólo el 13% de los letones apoyaban la introducción de la moneda única- el Gobierno se negó a someter tal decisión a un referéndum, como exigía la oposición.
Sin embargo, la potente campaña gubernamental en favor del euro de los últimos meses ha dados sus frutos.
La mayoría de los letones se muestra preocupada por el abandono de la moneda nacional, el lat, el 53% respalda la unión monetaria, de acuerdo con la oficina de estadística comunitaria.
La mayoría de la población no apoya la medida, que no ha sido sometida a referéndum.