El Tano Pasman

Es una cosa insólita comprobar la fuerza que tiene Internet, que además de ser un elemento sobre el cual estoy escribiendo para comunicarme con mis lectores, se puede llegar a niveles incalculables.

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El poeta dijo:
“Como decía el sabio ducho,
en este mundo loco,
he visto de lo bueno poco
y de lo malo mucho”.
Lo que podemos complementar con “piensa mal y te quedarás corto”.
Lo que hasta hace muy poco fue el fenómeno Pasman, el cual fue presentado en forma inocente, en que las nenas, grandecitas ellas, le jugaron una mala pasada al papá, mientras miraba el partido en que River Plate argentino perdió y marchó a la B.
En Argentina, en fútbol, ir a la B es morir bastante, porque los partidos duran lo mismo, pero, siempre el bendito pero, el público asistente es solamente el locatario o sea que los hinchas van a la cancha un partido si y un partido no.

Es una consecuencia de los líos, barras bravas o como quieran llamarle.
Hasta ahí la cosa de este presunto loco suelto, puede ser digerida con muchos antiácidos y llegar a ser creíble.
En mi época liceal había un libro de francés, que ante la cantidad de verbos irregulares que goza dicho idioma se llamaba “L’Art de conjuguer” (El arte de conjugar) y de ahí en más leyendo el librito podíamos meter menos la pata.

Este señor Pasman, podría haber escrito un libro titulado “El arte de insultar mirando un partido de fútbol por televisión,” con buenos resultados.
Su obra magna se hace con no muchas palabras, pero dirigidas a su propia persona, a los jugadores, a su padre, a su madre, a su hermana, a su tatarabuela, poniendo especial énfasis en la figura de su padre por haberlo hecho hincha de River y utilizando para ello los órganos sexuales masculinos, femeninos de quien caiga en la redada.

Hasta acá si, uno no es una de los 7:000.000 de personas que bajaron la versión original, no las 500.000 que bajaron imitaciones, ambas, la original y la trucha en YouTube, esta explicación previa podría ser útil, si lo vio pierde su tiempo leyendo esta parte descriptiva de la actitud del supuesto señor Pasman.
El hijo o los hijitos de este personaje, estando a sus dichos, editaron su monólogo ante el televisor, cosa que hasta me atrevo a afirmar que está casi profesionalmente hecha.
Si lo hicieron ellos mis mayores felicitaciones.

Pero luego de editado, calladitos la boca lo colgaron en YouTube y de ahí en más pasó por los ojos de 7:000.000 de visitas, lo cual demuestra la potencia que tiene este virus de Internet que se mete en las casas calladito.
Fue bajado en todo el mundo y claro, eso no es insólito, porque en qué lugar del planeta no hay un argentino y si no lo es un uruguayo para ayudar a hacer fama.

Pero, de por sí, la Argentina es insólita, esta explosión de un ser que insultar como insulta solamente en casa, porque en una cancha de fútbol o lo tapa otro hincha o la policía “lo porta en galera”, por lo menos hasta que se refresque.
Lo que me llamó primero la atención es el apellido Pasman, el cual puede ser de muchos orígenes, menos italiano y nosotros les decimos tanos a los de origen italiano.

A Vittorio Gassman lo tengo como una excepción porque los actores tienen nombres muchas veces o la mayoría, de ficción.
Pero en Argentina nadie da puntada sin hilo y sin nudo.
Las declaraciones posteriores de Pasman, es que no ganó dinero con eso, cosa que la tomo como de quien viene, ni me la creo ni la dejo de creer.
Pero es público y notorio que ya tiene un”manager” y para insultar solo al televisor no se necesita a nadie que administre la operación, salvo algún intermediario con la patrona o para evitar líos con los vecinos por el escandalete que se manda cada vez que ve un partido.
Su manager Marcelo Tapia, lo avivó tarde, dicen, porque difícilmente vuelva a tener la una audiencia como la que tuvo y descubrieron tarde que se puede cobrar por eso y sobre todo con 7:000.000 de bajadas, si el hombre hubiera tomado una cervecita internacional o un refresco al cual se le viera la marca bien clarita, otro hubiera sido el cantar.

No sé como será el tema de las botineras y los celulares en los automóviles, porque ya no creo más en las casualidades, si hay plata de por medio y cierto nivel moral, creo que el tema lo tengo un poco más claro.
Si fuera Pasman o sea como sea su nombre, no gastaría a cuenta, porque la popularidad en Internet puede y suele ser efímera.
Podría hacer algún mango poniendo una academia para enseñar a insultar a los conductores de vehículos, ya sean públicos o privados.Los del fútbol salen del corazón.
En lo que me es personal, he llorado, me he quedado afónico con el fútbol al gritar algún gol de mi cuadrito o de la celeste, pero nunca insultando a nadie.
Amigo Pasman su ómnibus ya pasó y no siga esperando que difícil pase otro de la misma línea.