Hell on the Border

La película toca un dramático tema que pone en jaque tanto a conservadores como a reformistas

Este western cuenta como Bass Reeves se convierte en el primer Marshall negro de la historia de los Estados Unidos.

Hell on the Border llega bajo la batuta del joven director Wes Miller. En otros tiempos, sería muy mal visto que un cineasta de origen afro-descendiente dirigiera una película. Y probablemente sería condenado a la horca si pusiera como tema central el racismo. Pero esto es historia pasada, porque el mundo es diferente y estas cosas desde el siglo pasado dejaron de ocurrir, aunque hay quienes piensan que el racismo sige tan vigente como siempre.

Cuando la esclavitud era un problema

El film cuenta como le esclavo Bass Reeves luego de ser soldado de la guerra de Secesión en 1865, encuentra un empleo como ayudante de Marshall en Arkansas y en el territorio de Oklahoma. Como todo negro, Reeves no tenía ningún derecho y no podía agredir a nungún blanco.

Incluso, aunque este blanco sea un delincuente buscado por la justicia, Reeves no podía ni si quiera defenders. Ya que si lo hería o lo mataba, sería juzgado y sentenciado a la horca.

A lo largo de su campaña como Marshall, Bass Reeves logró detener a mas de 3000 peligrosos delincuentes. Y esto lo convirtió como uno de los héroes mas reconocidos de la historia.

Aunque hay un trabajo regular de los actores y David Gyasi, dando vida al legendario Bass Reeves, a Frank Grillo (Brock Rumlow – Universo Marvec), y la de Ron Perlman (Asher – Hellboy) son los que siempre se destacan, Hell on the Border se la puede rescatar como por el tributo histórico que que en sí misma narra, ya que si le quitara ese suceso, quedaría como un western muy flaco de clase B.