Las computadoras, no son tan listas

¿Las conocemos en realidad?. Son más rápidas que el cerebro humano en el proceso de información, pero en la actualidad, no tienen creatividad. La creatividad es un elemento indispensable para que haya verdadera inteligencia.

Por más que las inflen de memorias, de sofisticados programas, y que sean capaces de hacer millones de combinaciones, las máquinas, hasta hoy, no logran mantener una conversación congruente. Sin embargo, cuentan con otras temerarias habilidades.

A lo largo de la historia, la ciencia ficción, a través de sus libros y películas siempre tuvo un paso por delante de la ciencia real. En la serie de Tv ‘Perdidos en el espacio’, del año 1966, ya existía un robot lleno de lamparitas y dotado de Inteligencia Artificial. Esa máquina, tenía la misión de proteger a la tripulación de la nave. El robot se llamaba el 1-A-1998. La trama principal de la serie ‘Perdidos en el espacio’, era precisamente la consecuencia del sabotaje del programa de su robot 1-A-1998, poco antes de partir la nave al espacio. El cambio de misión del robot era, matara a la tripulación del Júpiter II, la familia Robinson.

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Casi 50 años atrás, una de las primeras series de ciencia ficción y de las más populares de la época, mostraba qué función podría tener la Inteligencia Artificial, y los riesgos de que pueda servir a causas villanas.

Desde que la ciencia, es ciencia, el hombre ha tratado de crear un simil de sí mismo. Y ha logrado cosas interesantes. Las máquinas de la actualidad, superan en muchos aspectos a la mente humana. Las máquinas, probablemente puedan guardar más información que la mente humana y procesar con mayor velocidad y precisión esa información que lo hace el cerebro humano. Sin embargo, las máquinas, hasta ahora, no tienen ni una gota de creatividad, y este aquí la diferencia. Sin creatividad, no hay inteligencia.

Test Turing

El matemático inglés Alan M. Turing, (más conocido por la película Código Enigma) diseñó en 1950 un test para tratar con las máquinas. Este test- es una prueba en la que una computadora debe hacerse pasar por humana en una conversación con un hombre, a través de una conversación de texto estilo chat. A la persona no se le advierte si está hablando con una máquina o con un ser humano. Si esta persona es incapaz de determinar, si con quien está hablando es un humano o una máquina, entonces se considera que ésta ha alcanzado un determinado nivel de madurez, y se la puede considerar inteligente.

Basta para ello una simple prueba realizada por un investigador, que intentó mantener una “conversación” intrascendente con una computadora preparada a tal efecto: VER VIDEO

Investigador: -Hola

Computadora: -¡Hola! Tanto tiempo. ¿Qué hacías?

Investigador: -Estaba tratando de arreglar una pinchadura en mi bicicleta.

Computadora: ¿Arreglar? Hay muchas maneras de hacerlo.

Investigador: ¿Alguna sugerencia?

Computadora: -¿Probaste con una aspirina?

Investigador: -Es un problema mecánico, no de salud.

Computadora: -Las tres y cuarto.

Mientras la Inteligencia Artificial no resista este tipo de test, no podrá tener un proceso mental similar al del humano, por defecto, no podrá tampoco superarlo. Y menos, dar órdenes y subordinar a los humanos. Sin embargo, las máquinas cuentan con otras habilidades superiores a las humanas. Y al igual que los Kamikazes suicidas, que estrellaban sus aviones contra las naves invasoras, con el objetivo de destruirlas ahorrando municiones, la actual carrera robótica podría ser letal para los humanos si cayera en manos enemigas.