5 diciembre 2024
CIENCIAUNIVERSO

Llegan los primeros impactos de la tormenta solar

Intermitencia en las comunicaciones satelitales y problemas en los equipos de navegación serán algunas de las dificultades causadas por estos fenómenos naturales

Múltiples eyecciones de masa coronal provenientes del Sol (CME, por sus siglas en inglés) han lanzado nubes de plasma solar hacia la Tierra, desencadenando una intensa tormenta geomagnética con una duración prevista de dos días. Esta advertencia proviene del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA).

En los últimos días, al menos tres de estas CME, registradas entre el domingo y el miércoles, han alcanzado nuestro planeta. Como resultado, se espera que se desarrolle una tormenta geomagnética de nivel G2, que se intensificará hasta el nivel G3 el viernes 1 de diciembre, siendo el G5 el nivel más alto en la escala de la NOAA. Además, no se descarta la posibilidad de que lleguen más eyecciones de masa coronal.

¿Qué implicaciones tiene esto?

Una tormenta fuerte de clase G3 puede generar interrupciones intermitentes en la navegación por satélite y en la radio. Como ejemplo, tras una potente erupción solar de clase M el martes, la SWPC registró un evento moderado de apagón de la radio de alta frecuencia. La NOAA indica que la degradación de la señal de radio podría afectar la parte oriental del océano Pacífico Sur mientras la erupción solar estaba en curso.

En estos días, existe la posibilidad de que se produzcan más erupciones solares de clase M, e incluso erupciones de clase X, las más potentes. Según la NASA, el impacto de esta llamarada solar sería tremendo. Se podría equiparar al impacto de mil bombas de hidrógeno.

La NASA advierte que este tipo de erupciones y las CME asociadas pueden generar tormentas de radiación prolongadas, con el potencial de dañar satélites, sistemas de comunicación, tecnologías terrestres y redes eléctricas. Como ejemplo, erupciones de clase X registradas en diciembre de 2006 desencadenaron una CME que interfirió con las señales GPS enviadas a receptores terrestres. Ante esta situación, la NOAA ha difundido pronósticos del clima espacial para ayudar a los operadores de naves espaciales y proveedores de energía a preparar sus sistemas ante posibles impactos.

Además de sus posibles efectos adversos, esta intensa tormenta solar podría ofrecer un espectáculo visual impresionante, ya que las partículas cargadas chocan contra la atmósfera terrestre y pueden generar auroras boreales en regiones donde generalmente no se observan.

Aunque estas fenomenales luces normalmente se ven alrededor de los polos, una tormenta solar potente como esta podría hacer que aparezcan en latitudes más bajas.

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