Lulu y Nana super humanos
Investigadores de un laboratorio chino comunicaron sobre la creación dos primeros bebés con genes editados por lo cual han provocado un debate científico y ético.
Un investigador chino asegura que su equipo ha creado los primeros bebés con genes editados y provoca un debate científico y ético
Lulu y Nana son dos gemelas de pocas semanas de edad y están perfectamente sanas. Nada en ellas llama la atención a simple vista, pero han provocado un terremoto científico de gran magnitud.
Porque son, teóricamente, los primeros seres humanos que nacen después de que sus genes hayan sido editados. El equipo de He Jiankui ha utilizado la técnica CRISPR para eliminar el gen CCR5, de forma que las niñas sean resistentes al sida, el cólera y la viruela.
El científico chino, que trabaja en la Universidad de Ciencias del Sur de Shenzhen, contó este lunes a la agencia AP que alteró los genes de los embriones de las siete parejas seropositivas que aceptaron someterse a este peculiar tratamiento de fertilidad, y que las gemelas son producto del único embarazo que salió adelante. Fue el de Grace, una mujer cuya pareja, Mark, es portador del VIH.
«Nunca pensó que pudiese tener hijos», contó He en un vídeo publicado en Youtube. Si el resultado de esta investigación se confirma, algo que puede llevar tiempo, China habrá abierto la puerta de los ‘superhumanos’ diseñados a la carta. Porque, aunque en este caso la modificación se centra en la protección contra enfermedades, la misma técnica se podría utilizar para determinar de antemano diferentes características del bebé. Parece de ciencia ficción, pero ya no lo es tanto.
Lógicamente, esto provoca un debate de calado sobre los límites éticos de la ciencia. Ayer mismo, 120 científicos chinos firmaron un comunicado de repulsa por experimentar en humanos y exigieron una investigación.
El doctor Kiran Musunuru, de la Universidad de Pensilvania, afirmó que se trata de un experimento que «no es defendible a nivel moral o ético». Otros, como Nicholas Evans, profesor asociado de la Universidad de Massachusetts Lowell, dudan de que el resultado sea el que asegura He: «Que lo haya hecho público en YouTube, y sin cumplir con los pasos del proceso de confirmación científico habitual, es muy problemático». Y otros lo tachan de irresponsable por poner en peligro la vida de las niñas.
El científico chino se defiende asegurando que Lulu y Nana «no sufren ninguna otra mutación genética». No ve nada cuestionable en un avance científico que «proporciona igualdad de oportunidades para tener familias sanas». Que las cuestiones éticas tengan poco peso en China ha permitido al país avanzar más en técnicas génicas como el CRISPR: en 2015 científicos chinos lograron, por primera vez, editar el genoma humano, aunque nunca trataron de que prosperasen los embriones en los que lo hicieron.
Ahora, nadie duda de que, si se confirma, el experimento puede suponer un gran avance para la ciencia. Supondrá también un reto legal para los territorios donde la edición genética de seres humanos está prohibida, como Estados Unidos o la Unión Europea, sobre todo si se demuestra que puede servir para evitar enfermedades. «La sociedad debe decidir qué hacer a partir de ahora».
No vamos a poder comparar nada porque los chinos no son humanos…..son medio robot no hay mucha diferencia……..