Mártires de abril
El 17 de abril de 1972 fueron asesinados 8 militantes del partido comunista en la seccional 20 de dicho partido. El 21 de abril de 1974 fueron fusiladas en su casa 3 jóvenes muchachas, una de ellas embarazada.
Los mártires de la seccional 20 del PCU
A 42 años de la matanza de los 8 militantes comunistas en la sede del Paso Molino todavía quedan muchas cosas por aclarar. Quedan dudas sobre la identidad de los que efectuaron los primeros disparos que desencadenaron la matanza, quedan dudas sobre quien fue el responsable del operativo, ni porqué se eligió esa seccional. Pero sobre todo lo que queda es la impunidad de los asesinos.
Por Iara Bermúdez y Waldemar García
Hacía poco más de un mes que había asumido el nuevo gobierno, salido de las urnas. El nuevo presidente Bordaberry había declarado que continuaría con la política impulsada por su antecesor Pacheco Areco. El descontento general de gran parte de la población, fundamentalmente de los estudiantes y los obreros, se escenificaba en la calle y era reprimida con dureza por parte de las fuerzas policiales. Desde el año 1968 hasta esa fecha eran varias las víctimas mortales provocadas por las cargas policiales contra manifestantes. El 15 de abril de 1972 la Asamblea General del Poder Legislativo uruguayo aprobó la suspensión de garantías individuales y la declaración del “estado de guerra interno”. El día anterior se habían producido los trágicos enfrentamientos en los que el MLN-Tupamaros ejecutó a un civil, un militar y dos policías acusados de pertenecer al Escuadrón de la Muerte, y las Fuerzas Conjuntas mataron a ocho tupamaros.
El viernes 14 de abril también se intentó por parte de las FF.AA. un operativo, frustrado a último momento, en el ex local central del Partido Comunista.
En la madrugada del domingo 16 se suceden casi simultáneamente, entre las 4.00 y las 4.30, once atentados con explosivos y ametrallamientos. Fueron atacadas las fincas de los Dres. Juan José Crottogini, Carlos Quijano, Carlos Martínez Moreno y otras personalidades políticas y culturales, además de una iglesia y los locales de las seccionales 18 y 24 del PCU. La tensión era general el primer día de vigencia del “estado de guerra” y la supresión de las garantías individuales.
En la mañana del domingo 16 se realizó un allanamiento en la seccional 20 del Partido Comunista, situado en Avda. Agraciada 3715 y a primeras horas de la tarde se realizó un segundo allanamiento en el que fueron detenidas 15 personas. En el local quedó solo Luis Mendiola, a quien le habían quitado la documentación. Durante la tarde fueron llegando otros obreros para hacer la guardia ya que desde que comenzaran los atentados siempre había gente vigilando. Ese mismo día fue allanada una finca a los fondos de la sede del Partido Comunista, en la calle Valle Edén. Sus ocupantes fueron retenidos en una unidad del ejército y al día siguiente fueron puestos en libertad. En la noche se desplegó un enorme dispositivo militar en la zona. Sobre la medianoche se escucharon algunos disparos y a los pocos minutos comenzó una balacera que continuaría hasta la madrugada. En el operativo participaron aproximadamente 500 efectivos de las FF.AA.
Nueve obreros fueron heridos, siete de los cuales murieron esa misma noche, algunos por falta de atención médica ya que los militares no dejaron pasar a las asistencias que habían llegado al lugar hasta las primeras horas de la mañana. Los otros dos obreros salvaron la vida aunque uno de ellos falleció días después. También cae abatido por las balas un capitán del ejército. En un principio el parte oficial acusa a los obreros comunistas de haber disparado contra el militar, pero finalmente se comprobó que las balas que abatieron al militar correspondían a armas de las utilizadas por las FF.AA.
Los 8 obreros asesinados fueron: Luis Alberto Mendiola, Raúl Gancio, Elman Fernández, Justo Sena, Ricardo González, José Abreu y Ruben López y Héctor Cervelli que murió días después en el Hospital Militar. José Machado a pesar de ser herido en la cabeza sobrevive. Hace unos años el propio Machado contaba en un diario como se salvó, “–Nos llevaron enseguida al Hospital Militar. Cuando ellos le pegaron un balazo al capitán Wilfredo Busconi se asustaron, que creo era el que estaba en la puerta. Había una ambulancia que nos llevó a Busconi, a Cervelli y a mí. No sé cuántos días estuve en el militar, un mes más o menos, estuve en coma.”
Cuando ocurrió esa matanza todavía no estábamos en dictadura. Estábamos en democracia, una democracia que no era tal en los hechos. Era la democracia según la concebía el presidente Bordaberry; un régimen de represión, de violencia, de amordazar a la prensa, al pueblo, de sacar el ejército a la calle no para defender la patria sino para atacar a los estudiantes, a los obreros. Hace 42 años de estos hechos pero se deben tener presentes para que la juventud los conozca, para que la memoria siga viva, porque tenemos que estar vigilantes para que estas cosas no vuelvan a ocurrir.
A principios de este año el Ejecutivo declaró a la sede de la seccional 20 del partido Comunista, Monumento Histórico Nacional. El Partido Comunista en un comunicado redactado pocos días después de la decisión del gobierno expresa que este reconocimiento “es una parte más en la irrenunciable tarea de reconstruir la memoria histórica y también de la reparación, en este caso simbólica, del Estado para con esa memoria y con quienes lucharon por la libertad. No concebimos esta lucha desde la nostalgia sino para construir el presente y el futuro sobre valores de solidaridad, justicia y libertad”.
Las muchachas de abril
También en el mes de abril, aunque en este caso del año 1974, con la dictadura ya instaurada, pero todavía bajo el gobierno de, el ya dictador, Bordaberry, fueron asesinadas las que se conocen como las “muchachas de abril”.
Laura Marta Raggio Odizzio de 19 años de edad, soltera y estudiante de la Facultad de Psicología. Diana Riva Maidanik Potasnik de 21 años de edad. Estudiante de la Facultad de Humanidades y Ciencias y maestra de Jardín de Infantes. Silvia Ivonne Reyes Sedarri, 19 años de edad, estudiaba y militaba, estaba casada con Washington Barrios y esperaba su primer hijo.
Los militares se hicieron presentes en la casa de los padres de Washington Barrios, para detenerlo pero no lo encontraron. Entonces se dirigieron al apartamento de enfrente donde residía Washington pero en el que se encontraban durmiendo las 3 muchachas. Entraron disparando, eran cerca de las 3 de la madrugada, aunque el parte oficial dijo que habían muerto en un enfrentamiento, los testigos vieron que ahí solo hubo un triple asesinato. En realidad fue un cuádruple asesinato porque también cae un vecino que regresaba a su casa en motocicleta y que confundieron con Washington Barrios. Este año se cumplen 40 años de este brutal atentado y se van a desarrollar una serie de actos en memoria de estas jóvenes asesinadas.
El 21 de abril, a las 18 horas se inaugurará una Marca de la Memoria frente a la casa en que fueron asesinadas, Mariano Soler esq. Ramón de Santiago, en el barrio Brazo Oriental. Las Marcas de la Memoria son recordatorios de 26 sitios en los que se hizo más patente la resistencia del pueblo uruguayo a la dictadura padecida por el país entre los años 1973 y 1985. El mismo día se inaugura en el Museo de la Memoria (MUME) una muestra fotográfica en memoria de las 3 jóvenes víctimas. El miércoles 22, en el Centro Cultural Terminal Goes, se estrenará un documental sobre este hecho seguido de una charla debate y actuaciones. Este acto se repetirá el miércoles 23 en la sede de Crysol y el domingo 27 en el MUME.
Nunca mas. Eran unas niñas…que se mate por pensar diferente….NUNCA MAS
Hay que saber más de ellas. Recordarlas los 8 de marzo. Esclarecer sus asesinatos.
No se debe admitir ninguna muerte por pensar diferente o por raza. Tampoco se debe olvidar. Siempre hay que recordarlo así como también el asesinato por torturas del Dr. Roslik
HACER MEMORIA.NUNCA MAS!