Moda y política
Es lo que se vio en la presente Semana de la Moda de Nueva York.
Mientras las colecciones masculinas desfilaban con los diseños de la temporada de otoño, los modelos levantaban sus pancartas pronunciándose sobre el nuevo presidente de los Estados Unidos.
Robert James, procedente del rural estado de Ohio y afincado en Lower East Side de Nueva York, mezcla moda y política en la presentación de sus creaciones.
Como, según cuenta, estuvo demasiado ocupado con sus diseños y no pudo asistir a ninguna manifestación contra Donald Trump, decidió hacer públicas sus preocupaciones en la pasarela a través de pancartas.
Tres colores sobresalen: oliva, taupe y negro. En cuanto a los tejidos, hubo sitio para el bambú y otros materiales biodegradables.
La apuesta de David Naman presentó una clara inspiración en los años 70 en sus prendas destinadas al público masculino: “Nos gusta la moda de los 70, tenemos esa sensación. Especialmente hoy en día, cuando todo el mundo es cauto, hay tanta incertidumbre. Queríamos algo de diversión”.
El diseñador de origen polaco Rafal Swiader optó por una inspiración bien distinta: “Esta temporada hemos mezclado elementos del punk británico y el lado más romántico de París. La idea es crear una especie de banda callejera de luchadores de la paz. Con todo lo que pasa en el mundo es necesario pelear por nuestros derechos y por aquello en lo que creemos. Esta colección así lo muestra.
En su nueva colección, Maiden Noir, una marca de ropa informal para hombres con sede en Seattle apostó por el terciopelo y la pana.
“La colección es muy cálida y se llama “Rastros de luz cálida”. La idea es que hay estos rastros de luz brillante en la colección, pero con sensación de calidez”, explica su fundador y diseñador Nin Truong.
Private Policy apuesta por su parte por una moda para jóvenes con corazón rebelde, fruto de la creatividad de sus fundadores, Haoran Li and Siying Qu, graduados en la Escuela Parsons de Diseño en mayo como los mejores de su clase.
