Nuevo planeta se busca

El planeta que los astrofísicos buscan, debe reunir dos condiciones. Las habitabilidades similares a la Tierra y una distancia accesible para nuestra tecnología.

El telescopio Kepler de la NASA, sigue hurgando en el Universo buscan la aguja en el pajar, nuevos planetas que reúnan los requisitos, pues llegará el día, en que la humanidad deberá emigrar.

A lo largo de la historia, una parte de la humanidad ha estudiado el comportamiento del Universo, descubriendo que ocurren fenómenos catastróficos en todas las galaxias. Incluso en nuestro planeta, hubo dos eras de exterminio de las especies, donde se culpa a los fenómenos que cayeron del espacio. Otro dato interesante que se extrae de las investigaciones, es confirman que estos sucesos, o fenómenos espaciales son cíclicos. Vale decir, se repiten dentro de un período determinado de tiempo.

Los primeros exo – planetas encontrados fueron los más fáciles de encontrar, planetas gigantes como Júpiter que estuvieran bastante cerca de su estrella.

Conforme los sistemas de observación mejoraron con nuevas técnicas y mejores telescopios espaciales, se fueron encontrando planetas más pequeños y más alejados de su Sol.

Se es consciente, que lo explorado es una minúscula fracción del firmamento. Se cree que las pupilas de la humanidad pudieron alcanzar el 1% del Universo. En esa pequeña porción del espacio, se hallaron miles de estrellas, y algunas de ellas pueden albergar planetas, con similares condiciones que la Tierra.
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Los planetas son descubiertos cuando pasan por delante de su estrella haciendo que la intensidad de la luz de la estrella disminuya de una forma apreciable en períodos regulares. Pero esto no nos dice el tamaño de la estrella ni del planeta, sólo nos da un tamaño relativo. Podemos saber que el planeta es, por ejemplo, 10.000 veces más pequeño que su estrella, pero si no conocemos el tamaño de la estrella no podremos saber el del planeta.

El astrónomo Keivan Stassun ha ideado un método para calcular el tamaño de una estrella basándose en las frecuencias lumínicas que emite. Para ayudarse transforma esas frecuencias en ondas de sonido que facilitan su análisis.

Gracias a este método se puede conocer con bastante precisión el tamaño de la estrella y, por tanto, del planeta que lo orbita.

Calculamos que la Vía Láctea contiene decenas de miles de millones de planetas rocosos como la Tierra. Pero para que exista Vida en ellos también es preciso que contengan agua. Las condiciones ideales, serían que el agua fuera líquida.

Algunos astrofísicos son optimistas en cuanto a que en breve, se hallará en las cercanías de la Tierra ese segundo hogar alternativo para la humanidad. Otros, en cambio, apuestan a que el avance de la tecnología, le dará a la humanidad la solución que necesita, por si en el barrio de la Vía Láctea, no se hallaran las condiciones elementales de subsistencia.

Informe de El Reporte; Nuevo planeta se busca.