Otra Lady, NO!!!
Conforme muchos consideran el Olimpo, residencia de los dioses griegos, por las malandanzas de Zeus en sus amores, por lo general adulterinos, con otras diosas, semidiosas, o mortales, fueran reinas o plebeyas, daban lugares a trifulcas, guerras, rencores de todo tipo y con las consecuencias menos esperadas.
De eso vivió Homero y muchos otros decidores de versos en las esquinas, si es que en Atenas había, esquinas, si es que Homero y los otros decidores existieron, si existieron Sófocles y unos cuantos más, dado que vivimos en un mundo que todo se duda y se pone a prueba.
Pero que les entraron a las tragedias griegas, les entraron y posteriormente muchos en el siglo XX y XXI recrean los líos de los griegos, romanos, macedonios, egipcios del desierto o ptoleomeicos y meterlos en líos con los derechos humanos.
La Corte Británica, no es como el Monte Olimpo, pero por ahí anda la cosa, está pasando un momento no del todo feliz, como debería ser, si se limitaran a cumplir su menguada función y cobrar lo que les pagan con dineros del pueblo, mantener sus propiedades y cobrar sus rentas, no olvidar que no son nada despreciables.
Pero desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre, hacerla difícil siempre será mejor, que hacerla fácil.
Pareciera que da más estatus.
El presunto heredero de la Corona, el Príncipe Carlos, supo estar casado con una encantadora, bella dama, querida por el pueblo británico, de origen plebeyo, pero medio pelo, porque en sus venas corría algo de sangre de pequeña nobleza.
De dicha unión con la llamada por el pueblo Lady Di, nacieron dos hijos varones el príncipe Guillermo (William) el 21 de junio de 1982 y Enrique (Henry) el 15 de setiembre de 1984.
Siendo princesa, se daba la paradoja, que no vivía como una reina, a los dos años de casada recién pudo viajar por primera vez con su marido a Australia y Nueva Zelanda y en solitario asistió al funeral de Grace Kelly, princesa de Mónaco.
La vida de Lady Di tenía una agenda de más de 500 compromisos oficiales anuales, más de uno por día.
Vida de reina, no tenía tiempo ni de pensar que se ponía, como le pasa a todas las mujeres y se quejan que este vestido está muy visto y como engordé y me queda chico y el otro me chinga de atrás.
A partir de 1985, empezaron a tomar estado público y la prensa especializada comenzó a publicar rumores de crisis matrimonial.
Ese es un tema que aumenta los tirajes en forma bastante redituable.
Diana empezó a viajar más a menudo en solitario y en 1992 después de la vuelta de la India y Egipto soltaron los rumores de separación.
Un libro, publicó la tesis del fracaso matrimonial y la relación del príncipe Carlos con una vieja amiga o una amiga vieja Camila Parker Bowles.
En diciembre de 1992 se separaron y hubo mutuas acusaciones de los hinchas de una u otra parte atribuyendo relaciones extraconyugales a uno y a otro.
Esto me hace acordar a aquello que siempre dicen los que se separan, somos personas educadas, grandes, no va a haber problemas.
Esto en la primera semana de separación y de ahí en más no les alcanza la batería de cocina para reventársela por la cabeza.
Uds. piensan por ventura que los de sangre azul, o de medio pelo son distintos, por favor, tenga presente que los reyes de verdad son los padres.
Fue tan culta la separación y tan bien avenida que cada uno de ellos, Carlos y Diana, por su parte, contrataron periódicos nacionales para publicar sus propias versiones de los insucesos, no se si no contrataron prensa internacional por problemas de presupuesto o para defender la industria nacional.
El matrimonio se rompió definitivamente en marzo de 1994 y el 29 de febrero de 1996 Diana aceptó divorciarse de Carlos.
Ninguno piense que les llevó tanto tiempo vituperarse y largarse recíprocamente, sino con el problema de bienes que había, deben de haber intervenido muchos estudios profesionales especializados en la materia y por supuesto que en este caso no recurrieron a los nacionales.
Ningún abogado iba a ir ante el eventual futuro rey con ningún litigio por buenos que fueran los honorarios.
La aceptación del divorcio o sea dejar libre al príncipe Carlos que pudiera contraer nupcias con la Srta. Parker y cobrar su cuota avaparte de las rentas fue una buena solución a un tema que iba medio largo.
La cosa no fue tan a la criolla como: “me voy, chapo el perro y a la calandria y con la música a otra parte”.
Lady Di fue acosada permanentemente por la prensa sensacionalista y le atribuyeron a la dama no menos de seis amantes.
Lady Di estaba relacionada con un supermillonario de origen egipcio Dodi Al Fayed y ambos perdieron la vida en un accidente automovilístico tratando de evitar a los paparazzi en un túnel del Alma de París.
Después que la mató la prensa sensacionalista apareció el culto a la “dianamanía” y los seguidores de la prensa rosa.
Pero no todo está dicho y pareciera que los benditos paparazzi empezaron nuevamente con su trabajo de zappa.
Camila Parker Bowls, aquella vieja amiga de Carlos cuando estaba casado con Lady Di, dejó de ser la otra y se convirtió en la esposa del Príncipe.
Por tal motivo, el del matrimonio, como dirían las viejas que cuentan los días y los grados de parentesco la ex amante del Carlos o sea la otra, pasó a ser la madrastra de los hijos de Lady Di, o sea la suegrastra de la bellísima Kate Middleton, esposa del hijo mayor de Carlos con Lady Di.
No sé si he sido claro o poco chusma, pero viene a ser algo así como suegrastra política de Kate.
Camila, sufre como una condenada cuando ve el físico y la belleza de la esposa de su hijastro.
Es alta, bella, bien formada, prácticamente estilizada, a la cual toda la ropa le cae estupenda, y hasta los ridículos sombreros que caracterizan a la Corte Británica, le van de maravillas.
Motivó de críticas Kate, por tocarle al lado de la reina Elizabeth II, en un acto público al que fue, vestida con un vestido color carmín, con sombrero carmín, que ambas cosas le quedaban como un guante y la protesta es que acaparó la atención y opacó la figura de la reina que había ido con un vestido celeste pastel y con esos sombreros que parecen una torta revenida después de quince días de vidriera al sol en la panadería de la esquina.
Pero estando Kate a la Reina no la miran ni los edecanes.
El pueblo británico paga los impuestos y tiene derecho a ver lo mejor.
La pareja estéticamente es impecable, ella alta, menuda, hermosa de rostro, con largas piernas largas y flacas y el príncipe William con un físico que acompaña al de ella y con la pinta que heredó de su madre, que si no le viene ese estigma que tienen los Windsor de ponerse fuleros, ya sean mujeres o varones dejan epaté a los que los pueden ver juntos.
Por su parte a la ex la otra, actualmente la madrastra o suegrastra de los noveles príncipes, ahora que tiene un carguito, al lado de su ex amante y actual esposo, ambos con bastante uso, frente a los muchachos, como diría un atorrante de mi barrio, a ella se le nota de lejos la cara ajada y no es para menos.
Siempre tuve perros y dos perros machos pueden comer del mismo plato, porque está el macho alfa y el macho omega, que se sabe omega, no pretende el lugar del alfa y juega en segunda división. No pelean nunca.
Nunca se le ocurra tener dos perras y que coman en un mismo plato, serán una pelea permanente y cuando Ud. llegue cansado del laburo, mirando con cariño la catrera de sus sueños, se trenzarán entre ellas en demostración de afecto a su persona y cuando entran en celo, lo harán ambas al mismo tiempo y ahí como decía Zorba el Griego, será “the full catástrofe”.
Todos los perros del barrio ladrando en celo en la puerta de su casa.
El año pasado por febrero el príncipe Carlos padecería del mal de Alzheimer a los 62 años de edad, según la prensa de la época.
Nunca le vi aspecto de sano, ni antes de esa triste noticia.
¿Será esa penosa enfermedad?
Pareciera que Camila, en el orden de prelación que les da la corona pretende que Kate le haga una reverencia de acuerdo al protocolo de la corte británica y creo que no ha logrado que tal cosa ocurra, atrás de ese negocio de la reverencia parecería que está la reina.
Otro detalle que me quedaba en el tintero es que Sara Ferguson, la primera esposa del príncipe Andrés (Andrews), tío de William que salió bueno para la pachanga, pero no para las ocho horas.
Sara a pesar del divorcio, sigue cumpliendo con sus obligaciones con la Corte como integrante de la familia real.
Andrews, estando a los dichos de la prensa es un vulgar “catrasca”, no hay plata que le alcance y siempre metido en deudas y líos, pero a mí modo de ver la vive mejor que Carlos.
Cuando el casamiento de William con Kate, Sara que tiene oficio en la materia, programóun viaje y se fue calladita y sin bombos ni platillos.
Sarah es una mujer muy inteligente y si se equivoca no es por casualidad, sino que lo hace exprofeso.
Ella cuando la familia real le mandó la invitación para el casamiento que casualmente se extravió en el correo de Inglaterra, no pasó ningún mal rato pero la veía venir de lejos.
En el episodio del Topless de Kate, no sorprendió a nadie cuando expresó su simpatía por Kate y lo dijo bien clarito:
“Tengo total empatía y simpatía por ella.
He estado allí y sé lo que se siente.
Toda persona tiene derecho a su privacidad.
Se trata de una devastadora invasión de su especio personal interior.
Es deplorable, repugnante y despreciable.
Ella es una mujer hermosa, joven que hace un gran trabajo para el país”.
Es bueno ver como una persona machucada por los Windsor siente la necesidad de consolar a Kate durante este difícil momento.
Le pidieron comentarios sobre el escándalo y contestó que:
“Ve el estilo Real de Kate Middleton!”
Hablando del tema del topless vi las fotos y a fuer de ser sincero la prefiero mil veces vestida, porque es una mujer tipo modelo, con un físico no abundante, pero con excelentes formas acompañadas de un hermoso rostro.
No quiero ser malo pero me encanta verla con colores rutilantes y sus estupendos sombreros con su porte hermoso, junto a la reina con esas tortas sombrero arriba de la cabeza y esos vestidos redondos color pastel y como medio metro más debajo de Kate.
Por qué tendrán tan mal gusto en la Corte.
Creo que todos se visten peor que la Reina para no desairarla.
Claro que le roba las cámaras y se las robaría a muchas otras del jet set.
Atrás de Kate están los paparazzi que trabajan para quién?,
Lo hacen para el facciatosta (cara rota) de Berlusconi, que tiene más agachadas que un cursiento, que lo han sacado sus empleados siempre rodeado de prostitutas, que él solventa para su mejor gloria póstuma.
Buey viejo, pasto tierno, aunque creo que no come más pasto, sino que le dan un suero con pastillas azules.
Esos son los paparazzi de la revista propiedad de Berlusconi y otra publicación francesa a la que ya le bajó la caña judicialmente la corona prohibiéndole la publicación de las cinco fotografías.
El escándalo anduvo por toda Europa, arrancó, por Suecia, Francia, hasta han fabricado un par de barbies con la apariencia de William y Kate y por supuesto el de Kate está en topless.
Espero que la inmoralidad que no se a cuantos comprende pare aquí.
Asimismo espero que aflojen la mano y Kate no tenga el mismo fin de Lady Di.
El morbo es como el rascar, todo es empezar.
Berlusconi es el mayor fiestero de la historia pero que bien la hace -porque tiene sus propios paparazis y unos patovicas que se encargan de los paparazis independientes-no gasta un mango en prensa-cada tanto le rompen la jeta-pero sale poca plata-