RE PUTA, REPUTACION
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En EE.UU. como en todos los lugares, ya sea en países o empresas en que hay varios centros de poder, la pica entre ellos, muchas veces o casi siempre, genera fuertes dolores de cabeza a los mandatarios o propietarios.
La pugna entre la CIA y el FBI, viene de larga data y el tema de la o las amantes del general cuatro estrellas, que ocupa u ocupaba el número 33 en el ranking de los mejores 100 del Tío Sam, un hombre sumamente poderoso y cercano al mando, director de la CIA, no cae por una o dos amantes, más o menos, sino que esto tiene olor a limpieza.
Creo que no saltó antes la cosa, por las elecciones presidenciales, pero ahora, que está todo el pescado vendido, manos a la obra dijo el Number One de la Casa Blanca.
En el país del norte, tenemos episodios mucho más graves y de la misma o peor índole que los que hoy nos ocupan.
Por haber negado el episodio denominado “Watergate” o la mera existencia de las “cintas grabadas de las conversaciones”, le costó la presidencia a Richard Nixon, el que había sido vicepresidente de Eisenhower, durante dos períodos e iba corriendo el segundo período presidencial por derecho propio.
El affaire Mónica Lewinsky le movió el piso a Bill Clinton, pero claro que el negó haber tenido relaciones sexuales con dicha becaria y las cosas se fueron poniendo feas, cuando la recatada muchacha presentó la ropa sucia de esperma, que la había guardado nomás, eso si que es amor.
Hubo una interpretación que sexo oral, no era sexo común y que él cuando lo negó lo hizo refiriéndose a este último.
Si la oficina oval de la Casa Blanca en la Av. Pennsilvania hablara daría para escribir no un libro sino una enciclopedia.
Brillante Hillary, aguantó bien la marca, tanto es así que todavía está en su cargo político, ganado por ella misma.
Los señores de la CIA y del FBI, tan astutos y sagaces para investigar y grabar conversaciones de los propios y ajenos, se comieron en dos panes, el 11 de setiembre, aunque uno de los responsables tuvo la información a tiempo y se le pasó por alto y en las torres gemelas, quedaron sepultadas más de 3.000 personas.
Figuraba en el presupuesto el hombre, pero ni preso estuvo.
J. Edgard Hoover, archifamoso cazador de brujas, degangstersde los de sangre en las manos y de los de guante blanco, acérrimo enemigo de los espías, un odio visceral hacia los comunistas y contra los negros, antisemita total, usaba a los homosexuales como informantes y por tener sus amores, siendo soltero, tenía un amigovio con el cual se hicieron viejos juntos.
A los presidentes, siete lo tuvieron en su staff, los tenía espiados por los cuatro costados, filmados, grabados y les sabía vida y milagros y debilidades.
John Fitzgerald Kennedy lo quiso borrar y se le complicó la cosa, inclusive a su hermano Bob, lo puso como fiscal de la Nación para marcarlo más de cerca aHoover.
JFK fue asesinado a vista y paciencia de todo el mundo, televisión mediante y los 14 testigos presenciales, no llegaron a deponer en la Investigación de la Comisión Warren, porque fueron víctimas de accidentes, infartos, asesinados misteriosamente, algunos cánceres como el que mató al inexplicable homicida, Jack Ruby, del presunto magnicida Lee Oswald.
A Bob Kennedy (Robert) lo asesinaron en un acto público cuando se candidateaba con buenos fundamentos a la presidencia.
Los archivos Kennedy que llevaba Hoover fueron quemados después de los homicidios de los hermanos, hecho que fue presenciado por una empleada.
Un poco más atrás en el tiempo, las infidelidades recíprocas de Franklin Delano Roosevelt con su esposa Eleanor Roosevelt, el primero con damas y la segunda, también con damas, por su condición de lesbiana, cuya novia o como se le llame vivía en la propia Casa Blanca.
Sin perjuicio de los reiterados adulterios, el presidente Roosevelt fue electo por cuatro períodos, iguales y consecutivos, el último no lo terminó porque falleció en el desempeño del mismo.
Volviendo a los tiempos de los Kennedy, Martin Luther King (Jr.) fue filmado y grabado, siendo un integracionista pacifista, fue asesinado mientras pronunciaba “Yo tuve un sueño” un discurso que parecía prever lo que le sucedería, en ese momento.
Hoover a los negros los odiaba y también murió asesinado por un fanático el integracionista del blackpower, no pacifista por cierto, Malcolm X.
A los judíos los odiaba y los Rosemberg bajo la presunta acusación de ser comunistas y haber entregado los secretos de la bomba atómica a la URSS, fueron a parar a la silla eléctrica, a pesar de negarlo permanentemente.
Unos cuantos años después resultó que estos judíos que decían ser inocentes, eran inocentes cosa que se supo por la confesión de otro Rosemberg pariente de los ejecutados.
Claro que para matar a la Sra. Rosemberg hubo que propinarle 14 descargas porque a pesar del voltaje no moría.
Claro que a otro judío que tuvo en la mira y a mal traer fue a Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, por unos amoríos que tuvo con una militante comunista y lo tuvo corrido de sus labores, lugares y amigos.
Le costó mucho a Robert Oppenheimer recuperar el prestigio que le había pulverizado Hoover.
Hoover tuvo a su amigovio trabajando con él, en el FBI durante muchísimos años.
La crónica de este gran amor, con ClydeTolsen, se puede ver muy bien en las películas sobre este siniestro personaje, una que hizo Oliver Stone o la de Clint Eastwood con Leonardo Di Caprio.
Con estos antecedentes de vidas escabrosas y demás resulta difícil entender que un general cuatro estrellas, con una brillante carrera en West Point, en diversos destinos militares, en la paz y en la guerra y en el sitial máximo del espionaje, por uno o dos escarceos extramatrimoniales renuncie al cargo máximo de la CIA.
El Gral. David Petraeus, por sus amores con la Cnel. ( r ) Paula Broadwell, biógrafa favorable del general, renuncia calladito la boca y pide disculpas por haber pecado.
Claro que Petraeus, que en latín quiere decir “piedra”, “guijarro” había resultado efectivamente eso en el zapato del Presidente Obama.
Claro que en el libro de esta señora casada, madre de dos hijos, titulado “All In”, no surgían todos los elementos del caso y tal vez, que el Gral. tenía muy buena pinta, que era ganador con las mujeres, entre otras cosas.
La investigación sobre el Gral. Petraeushabría sido provocada por mails enviados desde su mail por la mujer con la que mantenía una relación extraconyugal.
Estaba celosa por un segundo affaire sexual
El caso de la renuncia de David Petraeus continúa acaparando titulares de la prensa norteamericana, que ahora dio un nuevo giro al conocerse que los mails amenazantes enviados por su amante los cuales habrían sido claves para descubrir el romance del ahora ex director de la CIA.
Durante el fin de semana, Paula Broadwell, coautora de una muy favorable biografía de Petraeus, fue identificada como la mujer con la que uno de los hombres más respetados de Washington mantenía una relación extramarital, y a quien se la investigará por un posible acceso indebido a información clasificada.
Broadwell, una ex coronel del ejército, que pasó largos períodos entrevistando al héroe de la guerra de Irak para su libro All in, habría provocado la investigación del FBI tras enviar varios correos electrónicos de “acoso” a una mujer, cuya identidad fue revelada estos días por una agencia de noticias como Jill Kelly, una vieja amiga de la familia del ex director de la CIA, con la que se sospechaba Petraeus estaba teniendo un segundo affaire.
La destinataria de esos correos se asustó tanto, según la prensa, que recurrió al FBI pidiendo protección y en procura de ayudar a localizar al remitente.
De acuerdo alaprensa, los mails contenían frases como “Sé lo que hiciste, aléjate de mi hombre”.
Broadwell, una experta contraterrorista, casada con un radiólogo local y madre de dos hijos, veía esta relación como una amenaza para su propio status.
La mujer, conocida en su ciudad por su trabajo de voluntaria para recaudar fondos para organizaciones de soldados heridos en combate, tenía planeado celebrar su cuadragésimo cumpleaños con una gran fiesta en Washington.
Sin embargo, su propio esposo envió por correo electrónico a los invitados la cancelación del evento.
El viernes pasado, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aceptó la dimisión de Petraeus durante una conversación telefónica, a pocos días de su audiencia en el Congreso sobrelapresunta falla de la CIA en proteger el consulado norteamericano en Bengasi, Libia.
Un oficial de inteligencia dijo al diario neoyorquino que el director nacional de Inteligencia, James Clapper, fue informado de la situación y de inmediato le dijo a Petraeus que “lo correcto” era presentar la renuncia.
“Después de estar casado durante más de 37 años, cometí un error grave al involucrarme en una aventura extramatrimonial. Este tipo de comportamiento es inaceptable como esposo y también como líder de una organización como la nuestra”, dijo Petraeus en un mensaje al personal de la agencia de inteligencia norteamericana, tras haber presentado a la Casa Blanca su renuncia “por razones personales”.
Al comienzo de su segundo mandato, además de elegir a un nuevo jefe de la CIA, Obama deberá reemplazar no sólo a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sino también al secretario de Defensa León Panetta y al secretario del Tesoro Tim Geithner.
Ciudadanos, no os preocupéis, que la casa sigue estando en orden…
Ante un hecho tan vidrioso como el del Gral. Guijarro, la CIA dijo non coments.
Pensar que el jueves Galería de Búsqueda descubrió el tema de este artículo, bien metida Niquita.