¿Represión o reinserción?
Hay muchas formas de educar y de reinsertar, una de esas formas es a través de un programa que existe desde hace muchos años, que es muy eficaz pero, por la poca dotación económica que se le destina, no es suficiente y no llega a la mayoría de la población infantil en situación de riesgo. Nos referimos al programa del INAU: “Acogimiento Familiar”, que antes se llamó “Hogares Sustitutos” y que hoy ha sido sustituido por “Familia Amiga” para las nuevas familias que se integran.
Cerca de 400 hogares en todo el país acogen a más de 1.000 niños y adolescentes en forma transitoria, hasta conseguir una familia de adopción o volver a integrarse en su familia biológica si cambian las condiciones que hicieron que tuviera que abandonarla. Lamentablemente la realidad nos muestra que son muchos más los niños que necesitarían de esta figura de “la cuidadora”, aunque es una denominación que no hace justicia con la labor de toda la familia y con la verdadera misión de estas personas que acogen a estos niños como parte de su familia. El número de estos hogares lamentablemente va decreciendo porque la poca dotación económica que lleva aparejada la tenencia de un menor en casa hace que sean pocas las familias dispuestas a asumir ese reto.
El Reporte conversó con Raquel Lazo, una cuidadora de Young, en el departamento de Río Negro.
El Reporte: ¿Cómo y cuándo empezaste en esto?
Raquel: “Esto surgió en el año 1990 cuando vine de Bs. As. y empecé a buscar trabajo. Surgió como un trabajo y ya hace 22 años que estoy en esto”.
ER: ¿Y cómo te enteraste de este trabajo?
R: “Me enteré porque la asistenta social conocía a mi madre, se enteró que yo estaba buscando trabajo y me propuso esto. Yo no tenía ni idea lo que eran los “Hogares Sustituto”. En aquel momento era un programa del INAME (Instituto Nacional del Menor) ahora se llama INAU (Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay) porque incluye a los adolescentes.
Lo tomé como un trabajo, después de pasar una serie de entrevistas y evaluaciones con técnicos y psicólogos, pero después se llega a tornar una necesidad. A mí siempre me gustaron los niños y solo he tenido uno mío. Primero empecé con un niño, pero he llegado a tener hasta seis a la vez en casa. En este momento tengo tres”.
ER: ¿Cómo se llama el programa?
R: “En este momento se llama “Acogimiento familiar”, somos una familia de acogida. Brindamos casa y cuidados a niños hasta los 18 años. En casos excepcionales por cuestión de estudios se aplica una prórroga de 1 año más hasta que el chico pueda insertarse en el mundo laboral. Son chicos que van a la facultad”.
ER: ¿De qué edades son los niños que entran en el programa?
R: “En mi caso particular son niños a partir de un año en adelante. Ahora tengo 3 hermanos huérfanos que me los entregaron cuando la más pequeña tenía 1 año y medio (ahora ya tiene 13). Es muy raro que entren adolescentes, a mi sólo una vez me entregaron un niño de 12 años que ya egresó del programa a los 18 años pero que sigue viviendo en mi casa como parte de la familia por opción nuestra, familiar, en esto no tiene nada que ver INAU. En el momento que el niño egresa del programa deja de tener vínculos con INAU, con la familia de acogida y en muchos casos no tienen tampoco familia biológica a la que acudir”.
ER: ¿Qué pasa con estos jóvenes que no tienen familia biológica cuando abandonan la familia de acogida?
R: “Te voy a contestar desde mi experiencia personal, lo que ha pasado con chicos que yo he tenido. Este es un trabajo que traspasa los límites de lo laboral, se establece un vínculo tan grande, tan estrecho que no se termina porque cumplan 18 años. En mi caso particular estos chicos se siguen quedando en mi casa y forman parte de la familia.
Tengo 3 chicas egresadas que actualmente vienen con sus novios, con sus maridos, sus hijos; la casa que tienen, la familia de referencia es la nuestra. Por eso la parte más difícil de este trabajo, en mi situación, es cuando se produce el egreso del programa por parte de INAU antes de los 18 años. A veces te retiran un menor por diversas razones.
ay menores que tienen familia y nosotros somos un apoyo para paliar una situación de tránsito. A nosotros siempre nos dicen que este es un trabajo transitorio, pero lo transitorio puede durar 6,8, 10 años, y por eso se nos hace tan difícil cuando tenemos que desprendernos de ellos. Es una situación tan difícil para ellos como para nosotros. Si bien tenemos ayudas psicológicas, pero es muy difícil decirle al corazón que ese niño ya no te pertenece. Sabemos desde un primer momento que este trabajo es así, pero la misma convivencia te va llevando a que el niño la familia que reconoce es la de acogida, no solo la cuidadora sino también su marido, sus hijos, sus hermanos de corazón”.
ER: ¿Cuándo un niño se va de la casa con su familia biológica mantiene la relación con la familia de acogida?
R: “Te puedo contar un caso de dos mellizos que egresaron hace 1 año y medio, ahora tienen 7 años, estuvieron en mi casa 5 años y medio, y continuamos la relación, con limitaciones, vienen los fines de semana, alguna fiesta, para los cumpleaños, pero el vínculo sigue intacto. Pero hay una realidad, ellos no viven más en la casa, tienen su casa, su familia, su propia realidad. Realidad que muchas veces es opuesta a la que tenían en nuestra casa en cuanto a la seguridad, al cariño, a la comodidad, a la alimentación, al apoyo en los estudios, a todo, está demostrado que en todos estos aspectos el hogar de acogida sirve”.
ER: ¿Hay muchas casas de acogida adheridas a este programa?
R: “Hay unas cuantas en toda la República, pero menos de las necesarias y va disminuyendo el número porque algunas se van jubilando y otras por diferentes motivos lo van dejando. Ahora se está implementando un nuevo programa que es el de “Familia Amiga”. Es algo parecido a lo que hacemos nosotros, se hace cargo del menor, reciben una ayuda de parte del INAU, pero no así como nosotras que estamos luchando para que se nos reconozca como trabajadoras del INAU. A nosotras de momento no se nos reconoce como trabajadoras sino como voluntarias. Pero un voluntariado de 24 horas, con descuento para hacer aporte al BPS, estamos sujetas a jefatura, tenemos que rendir cuentas de nuestro trabajo, estamos supervisadas por el jefe departamental. Por eso estamos luchando para ver si encajamos en alguna figura que nos permita ser parte de alguna institución. Que se nos reconozca nuestra labor como trabajadoras y no como voluntarias”.
ER: ¿Tienen algún tipo de formación?
R: “La formación es relativa, siempre se trata de formarnos un poco más, porque si bien muchas veces hacemos el trabajo de “mamá”, no es fácil el trabajo de mamá, ahora hasta para las propias madres, con los tiempos que vivimos con los adolescentes, es difícil. A veces no sabes cómo vas a afrontar algunos problemas que se te presentan. Además son niños que vienen con una carga, una mochila a cuestas, porque si entran en el INAU es porque algo de su familia no ha funcionado bien. En Montevideo hay una escuela de funcionarios y periódicamente hacemos talleres para tratar de aprender y sobrellevar situaciones que a veces te sobrepasan”.
ER: ¿Tú has adoptado algún niño de los que has tenido?
R: “Sí, yo tengo un niño adoptado que ahora tiene 21 años. Gracias a Dios pude adoptarlo siendo cuidadora, porque actualmente la ley no contempla a la cuidadora para dar en adopción. Yo siempre quise tener más hijos y no pude entonces contemplé la opción de la adopción, lo intentamos en los años ’80 en Montevideo pero era muy difícil, después estuvimos 10 años viviendo en Bs. As. y también era imposible por la parte legal, trámites y más trámites. Y un día me entregaron un niño de 1 año del cual nos enamoramos y en ese momento la ley contemplaba que las cuidadoras pudieran adoptar y lo adoptamos. Ahora no se puede porque la ley no lo autoriza”.
ER: ¿De los niños que tú has tenido alguno se ha ido por adopción?
R: “No, de los que yo he cuidado ninguno. En mi caso, salvo los mellizos que conté antes, todos han sido permanencias largas hasta la mayoría de edad”.
ER: ¿Cuántos niños has tenido en total?
R: “La cifra exacta ahora no la sé, han sido más de 30 niños y he tenido hasta 6 niños juntos”.
ER: ¿Cómo se lleva una familia con 6 niños más los tuyos?
R: “Bien, bien, es algo que se lleva ya incorporado. Hay una necesidad de tener muchos niños y yo me he manejado bastante bien. Los resultados, creo, que están a la vista. Salen formados, salen con trabajo, con una profesión. Han salido 2 profesionales de esta casa y el resto va en camino. No es fácil, pero poniendo límites, con mucho cariño y con verdades. Hay que decirles la verdad, los chicos responden y están a una con nosotros”.
ER: ¿Con la administración, con el INAU, como es la relación, has tenido problemas?
R: “No, no he tenido problemas, si bien he estado en desacuerdo a veces con los egresos. Todos los seres humanos tenemos una parte egoísta y yo reconozco que la tengo y siempre pienso que no hay nadie que los cuide mejor que nosotros, porque le damos todo, le damos cariño, le damos contención, le damos apoyo, los alimentamos, le damos una vida cómoda y después que se van muchas de esas cosas no las van a tener. Por eso a veces he estado en desacuerdo de cómo se han hecho los egresos. Es un trabajo que me ha dado muchas satisfacciones pero que tiene una sombra que son los egresos, nosotros sabemos que eso es así, pero yo no me acostumbro”.
ER: ¿Pero cuándo los has necesitado, te han apoyado?
R: “Siempre están dispuestos a escucharte, a contenerte, a apoyarte. Pero el gran problema aquí y en todos lados es la falta de técnicos y sobre todo de técnicos comprometidos con el interior. Hace unos días hubo un plenario en Montevideo y se comentó esto”.
ER: ¿Y la parte económica? Porque tal como cuentas, que los tienes como hijos tuyos, no sé si no gastas más dinero del que te dan.
R: “Nosotros recibimos por cada niño un viático en concepto de alimentación de $2.500 (125 dólares). Entonces, y esto lo dije en el plenario, pareciera que para el INAU estos niños solamente se alimentan. No se visten, no estudian, no se recrean. Hace mucho que estamos luchando para intentar equiparar los viáticos con los gastos, si bien nos dan una compensación $2.000 (100 dólares) más por niño en concepto de sueldo de la cuidadora, si no tenés un ingreso fijo más u otro trabajo es imposible alimentarlos, que estudien, que se diviertan y que salgan como cualquier chico insertado en la sociedad. Eso es lo que estamos intentando que se nos reconozca, pero el INAU argumenta que somos voluntarias y que tenemos que arreglarnos con eso.
En una reunión con el directorio que tuvimos en Montevideo, el licenciado Jorge Ferrando preguntó si era normal que salieran profesionales de las casas de acogidas y se dijo que no. Lo único que es importante es que vayan a la escuela y hagan los 3 años de ciclo básico. A partir de ahí queda a criterio de la cuidadora si siguen estudiando o no. Yo he tenido siempre chicos muy capaces y aunque con muchas dificultades han estudiado, gracias a las becas que les han permitido continuar los estudios”.
¿Más presupuesto en educación o en seguridad?
2.000 pesos mensuales de sueldo por atender las necesidades de un niño 24 horas al día, por darle una familia, por sacarlo de la calle, por darle la posibilidad de estudiar, por hacer de él o ella un ciudadano de bien, un trabajador insertado en la sociedad, más 2500 pesos mensuales para alimentarlo, vestirlo, calzarlo, comprarle libros y útiles escolares, darle algún tipo de diversión, etc. ¿No sería más útil, aumentar el presupuesto en estas familias de acogida y reducir el gasto en policía, en cárceles, en juicios? ¿No sería más importante reclamar que se invierta más en dar una familia a los niños que no la tienen, en darles educación, en darles valores por los cuales regirse, en lugar de juntar firmas para aumentarles el castigo cuando se conviertan en delincuentes por la falta de ayuda en la niñez?
Tenemos la figura, tenemos el programa, tenemos los medios. ¿Es tan difícil conseguir los recursos para optimizar el universo de beneficiarios y optimizar los resultados?
Hay varias categoría nuevas de trabajadores que estudiar, el cuida coches y los limpia parabrisas son en los que se está trabajando. Ya tienen parte de los beneficios de las leyes sociales no con todos los beneficios pero tampoco con todos los deberes. Como no poseen estabilidad de ingresos es un poco complicado cuantificar beneficios y deberes de aportes pero se esta trabajando.
Saludos
Estoy de acuerdo que desviar la atención de la gente con problemas que no son de la mayoria no es bueno ni productivo para el país, por ejemplo promover paros, huelgas, marchas y crisis que ya no existen son los temas que desvía a la gente. Depende lo conveniente del color de la información es como se califica el “morbo”. Eso de “elmorbo”lo escuchaba hace un tiempito sobre el imperealismo y lo de romper con la usura bancaria y las relaciones comerciales con el capitalismo. Pregunto que pasó o era morbo? Tambien escuchaba la justificaciones sobre la delincuencia diciendo que los medios de produccion eran los verdaderos culpables y habia que meterlos a todos presos. Pregunto que pasó? Tambien escuchaba decir que los noticieros no pasaban lo que realmente ocurría en el país y solo habían una o dos radios iluminadas que decían la verdad…con sorpresa vemos que siguen siendo de izquierda pero parece que ahora mienten, no convienen las banderas que defienden y tienen MORBO….pregunto que pasó?.
Dicen que lo mejores tiempos eran lo de antes. Alguno preguntará en qué estabamos mejor antes, bueno, yo se que muchos compatriotas incluyendo los de izquierda van a coincidir en la respuesta….sobre en QUE se estaba mejor antes.
Saludos