15 diciembre 2024
INSÓLITOS

Restos del monstruo del Lago Ness

El robot submarino ‘Munin’ AUV, en aguas del lago Ness.

Un robot submarino de la empresa noruega Kongsberg Maritime detectó este miércoles los restos del monstruo del lago Ness.

No se trata del hallazgo de la legendaria criatura después de más de un siglo de búsquedas y supuestos avistamientos, sino de la figura de 10 metros que Billy Wilder hizo construir hace 46 años para la película La vida privada de Sherlock Holmes protagonizada por Christopher Lee.

“Hemos encontrado un monstruo, aunque no es el que mucha gente habría esperado”, señaló Adrian Shine, líder del Proyecto Lago Ness, que coordina la campaña de prospección.

Los ingenieros de la compañía detectaron el objeto a 180 metros de profundidad cuando guiaban el robot submarino Munin AUV (Vehículo Submarino Autónomo, en inglés) a través de las profundas aguas del lago escocés, cuyo fondo todavía no se ha cartografiado por completo debido a las dificultades que presenta el escarpado terreno.

Fotograma de ‘Nessie’ en la película

Lo cierto es que el descubrimiento se ha producido en una de las primeras misiones en Escocia de Munin, un submarino compacto diseñado para recopilar datos cartográficos en alta resolución con su sonar y cámaras fotográficas. De estructura modular, tiene una longitud de 3 o 4 metros (dependiendo de la configuración deseada), un diámetro de 34 centímetros y un peso de menos de 300 kilogramos. Puede trabajar en las profundidades durante 24 horas, siendo uno de los robots con mayor autonomía y potencial.
El lago, una de las principales atracciones turísticas de Escocia, adquirió fama mundial por los diversos testigos que a lo largo del último siglo han asegurado haber visto al monstruo Nessie emerger de su superficie.

‘La vida privada de Sherlock Holmes’.
En la cinta, el detective Sherlock Holmes investiga la desaparición de un hombre en las inmediaciones del lago Ness, donde tiene un encuentro con el legendario monstruo.

El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura legendaria que se dice que habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce cerca de la ciudad de Inverness, en Escocia. Junto con Pie Grande y el Yeti, Nessie es quizá el «misterio» más difundido de la criptozoología.
La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales.

El lago Ness (en Escocia), morada del supuesto monstruo.

Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local. La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del monstruo del lago Ness, sería la siguiente:

La referencia más antigua conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y el lago Ness, se encontraría en la Vida de san Columba (Vita Columbae, un texto del siglo VII), donde se describe que en el año 565 San Columba (521-597) habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un animal en el lago.

Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan sólo con el poder de su propia voz. Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente son atribuidas al monstruo del lago Ness.

La primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado ese año en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un «pez enorme u otra criatura» en la profundidad de las aguas.

En 1930, el periódico Northern Chronicle publicó una noticia titulada «Una extraña experiencia en el lago Ness» en la que contó la historia de dos pescadores que decían haber visto un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.

En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el Lago Ness.

El artículo definitivo sobre la hipótesis del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto «un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie». El informe del «monstruo» (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20 000 libras esterlinas por la captura del monstruo.

Más tarde ese mismo año, A. H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 7:00 de la mañana, describió a la criatura como teniendo su cabeza ―a la que consideró como estando de frente― al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre 30 y 45 centímetros, se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de 15 centímetros. Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico. Siendo descrito por primera vez como un monstruo prehistórico, por una pareja de turistas (los Spicer), poco después del estreno de la mundialmente famosa película King Kong, que en esos años sumergió al público en una auténtica «monstruomanía» a través de todo el mundo.

La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del lago Ness, fue despertada por la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R. K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se asomaba en el agua. Décadas más tarde, el 12 de marzo de 1994, Marmaduke Wetherell afirmó haber falsificado esa fotografía tras ser empleado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie; indicando también que Wilson no habría tomado la foto, y que su nombre fue utilizado solamente para darle más credibilidad a la misma. Sin embargo y a pesar de la confesión, esta foto ya había sido difundida por todo el mundo como una «evidencia absoluta»; lo cual colocó definitivamente en la cultura popular, la leyenda del monstruo del lago Ness de Escocia.

En 2014, el servicio mapas de Apple ha vuelto a desatar la polémica después de haber captado unas imágenes aéreas del Lago Ness. La aplicación ha mostrado varias fotos en las que Andrew Dixon –uno de los observadores que ha sacado a la luz las capturas– afirma ver en ellas al famoso monstruo que habita estas oscuras aguas escocesas. «Encontrarlo fue un golpe de suerte total.

Estaba mirando las imágenes de satélite de mi ciudad y luego decidí echar un vistazo al Lago Ness», afirma el joven de 26 años. Este avistamiento pone fin a un periodo de «sequía» en el que el monstruo del Lago Ness había quedado relegado al olvido. 2013 fue el primero en 79 años en que no hubo ningún aviso de avistamiento de «Nessie».

Gary Campbell, presidente del Club de Fans Oficial del Monstruo del Lago Ness, afirmó que nadie había dicho haber visto a la criatura en los últimos 18 meses –algo que no sucedía desde 1925–. Campbell, se ha mostrado contento con las imágenes captadas por Apple Maps: «Ahora que tenemos espías en el cielo sobre el Lago Ness, tal vez tengamos más visitas de «cazadores de Nessie»». Sin embargo, se ha demostrado que lo que se creía era el halo de Nessy era realmente el que dejaba una embarcación de tamaño medio.

La mayoría de las descripciones modernas sobre el aspecto del monstruo indican que existiría una criatura que se asemejaría a los extintos plesiosaurios, unas criaturas acuáticas prehistóricas. Así, la descripción moderna que se le da normalmente sería similar a la que presentan los fósiles de plesiosaurios pertenecientes a la era mesozoica; que indican que este animal prehistórico debió ser un animal físicamente enorme, con un cuello alargado, una cabeza pequeña y dos pares de aletas de propulsión bajo el agua. La debatida hipótesis de la conexión de plesiosaurio con el monstruo del lago Ness, hizo que se convirtiera en un asunto popular en el inicio del campo de la criptozoología.

Sin embargo, los científicos, e incluso actualmente también la gran mayoría de los criptozoólogos; sugieren que la hipótesis de que el monstruo del lago Ness sea un remanente de la especie plesiosaurio, es algo que se presenta altamente inverosímil. Entre las razones dadas destacan:

Se necesitaría tener una colonia de crianza de tales criaturas para que pudiesen experimentar una supervivencia a largo plazo, y junto con el hecho de que los plesiosauros necesitaban emerger a la superficie para respirar, esto daría lugar a avistamientos más frecuentes de los que se han divulgado en la actualidad.

Muchos biólogos también señalan que el lago Ness no es lo bastante grande o productivo para tener una biomasa que pueda mantener incluso a una familia pequeña de estas criaturas.

Por otra parte, el lago fue originado como el resultado de una glaciación geológica reciente y estuvo en estado sólido y congelado durante la era del hielo.

A pesar de todo lo anterior, muchos criptozoólogos argumentan que el lago Ness es un lago con salida al mar durante cierta época del año y que quizás la criatura no sea nativa del lago mismo.

Por otra parte, otros avistamientos no concuerdan con la descripción del plesiosauro o incluso con ninguna otra criatura acuática: en abril de [1923], Alfred Cruickshank afirmó haber visto una criatura de 3 a 3,5 m de largo con un lomo arqueado, similar a un elefante, que cruzaba la carretera frente a él mientras conducía su coche. Otros avistamientos reportan criaturas más similares a los camellos o caballos.

Esta hipótesis sobre la naturaleza exacta de los avistamientos de Nessie es variada: se le atribuye a la pareidolia, a la identificación errónea de focas o leones marinos, peces, troncos, o grupos de animales formando filas, o al producto de un espejismo o distorsiones de luz, a efectos en el agua como olas u ondulaciones provocadas por embarcaciones.

Esta hipótesis obtiene más fuerza, ya que la mayoría de los relatos y todas las fotografías que son dudosas y no se han podido descartar como falsificaciones, muestran o indican a la criatura desde una gran distancia; lo cual puede alterar la real interpretación de la figura. Entre las posibles causas de equivocadas interpretaciones, destacan:

La presencia de un enorme esturión, el cual fue encontrado en las corrientes marinas cercanas al lago Ness. Debido al tamaño del esturión y su apariencia inusual; estos animales pueden ser fácilmente confundidos como un monstruo por alguna persona no familiarizada con estos animales.

Una hipótesis reciente que postula que el «monstruo» es realmente nada más que el efecto de burbujas causada por actividad volcánica en el fondo del lago. Este argumento posterior está basado en menor grado con una correlación entre el movimiento tectónico y los avistamientos reportados.

Un científico escocés lanzó la más reciente hipótesis sobre la posible existencia del «monstruo del lago Ness». Sostiene que las vistas que se fotografiaron en más de una oportunidad, pudieron haber sido elefantes de circo que visitaban la zona de Inverness en los años treinta. Visto según el dibujo que acompañó a la presentación de sus resultados, la trompa y la joroba del elefante corresponderían a esas imágenes del pasado que dieron vida a la leyenda del monstruo.

Sin embargo, como cualquier mito contemporáneo o antiguo, la existencia de Nessie se contrapone con la simple lógica. Para que pueda sobrevivir una especie en un ambiente de dimensiones finitas como un lago, se necesita un número mínimo de individuos para reproducirse y mantener la especie.

En el lago Ness, no hay suficiente alimento para mantener los 10 o 15 animales de esas dimensiones necesarios. Más aún, como todo animal, los «Nessies» deben crecer y morir. Sin importar su número, los cadáveres deben aparecer tarde o temprano en la orilla, aunque sea un solo hueso. Recordemos que algunos dinosaurios han sido identificados sólo por un fragmento óseo pequeño. Ningún resto orgánico ha aparecido, nada que arroje un ADN desconocido.

Recordemos que criaturas en ambientes aún más remotos que un lago (como el fondo oceánico) han dado pruebas de su existencia mediante sus restos, conocido es el caso del calamar gigante.

Existe una gran especie de tiburón en aguas del Atlántico Norte llamado tiburón boreal o de Groenlandia, que ha sido observado en la costa de Escocia, pudiendo entrar en el lago, y cuando emerge parcialmente del agua, tiene una espalda característica que puede ser confundida, aparte de tener grandes dientes.

Algunos argumentan que la historia de los avistamientos del «monstruo» en el lago son evidencia circunstancial que afirma la existencia de esta criatura, incluso muchos han señalado que existen pruebas que apoyan la existencia del Monstruo del lago Ness; sin embargo con el paso del tiempo estas pruebas han sido descartadas. Ejemplo de ello ha sido:

La afamada fotografía de esta criatura obtenida por Wetherell y que durante mucho tiempo se consideró como la prueba del Monstruo del lago Ness; fue confirmada como un engaño por las confesiones de Chris Spurling, yerno de Marmaduke Wetherell, en su lecho de muerte.

Spurling afirmó que dicha fotografía, la cual inspiró un gran interés popular por el monstruo, era en realidad un montaje de arcilla pegada a un submarino de juguete. Wetherell, uno de los grandes cazadores, había sido convencido falsamente para buscar a un monstruo imaginario en los alrededores que resultó ser una broma de niños, lo que provocó que fuese ridiculizado públicamente por Daily Mail, el diario que lo empleó.

Por consiguiente, Marmaduke Wetherell realizó una broma para tomar venganza, y trabajó en ésta con Chris Spurling (su yerno según lo mencionado) quien era un especialista en la escultura, Ian Marmaduke (su hijo) quien compró el material para el Nessie falso, Maurice Chambers (un agente de seguros) quien llamaría a Robert Wilson (un cirujano) para que publicara las fotografías.

Algunas personas todavía creen que las fotografías son reales, argumentando el hecho de mostrarse dos fotografías que representan dos poses ligeramente diferentes. Los defensores, entre ellos personas dedicadas al análisis de fotografías, indican que este hecho es válido para decir que Nessie existe y que puede ser que exista más de un plesiosaurio.

La fotografía obtenida por Robert Rines
La fotografía obtenida por Wetherell

En 1972, un grupo encabezado por el abogado estadounidense Robert Rines obtuvo algunas fotografías subacuáticas. Una de ellas era una vaga imagen, quizás de una aleta romboidal (otros han argumentado que el objeto podría ser un grupo de burbujas de aire o una aleta de algún pez). Con base en esta fotografía, Sir Peter Scott, uno de los naturalistas más conocidos de Gran Bretaña, anunció en 1975 que el nombre científico del monstruo sería en adelante Nessiteras rhombopteryx (del griego ‘monstruo de Ness con aleta de forma diamantada’).

Esto permitiría que Nessie fuese agregado a un registro británico de la ‘fauna oficialmente protegida’. Se puede notar, por los periódicos de Londres, que con el nombre Nessiteras rhombopteryx se puede crear un anagrama de monster hoax by Sir Peter S (monstruo de broma de Sir Peter Scott.).

Las fotografías subacuáticas fueron obtenidas examinando cuidadosamente las profundidades del lago con el radar, sobre el curso de varios días, en búsqueda de actividad subacuática inusual. Una cámara fotográfica subacuática con una luz de alta potencia colocada (necesaria para penetrar la famosa oscuridad del lago Ness) fue montada para registrar imágenes debajo de la superficie.

En varias de las fotografías resultantes, de pésima calidad, los autores indican la existencia de un animal que se asemejaría a un plesiosaurio en varias posiciones.

También se obtuvieron algunos acercamientos de lo que se sugiere que es la aleta en forma de diamante, en diferentes posiciones, lo que indicaría movimiento.

Sin embargo, la comunidad científica e incluso muchos criptozoólogos han descartado estas pruebas, ya que se conoce que todas estas fotografías fueron modificadas por computador, y no corresponden a las originales. Ejemplo de ello se presentaría en la fotografía que se conoce popularmente como la imagen de una aleta.

En esta fotografía la imagen está girada en comparación con la original, y además fue obtenida mediante retoques que se hicieron por ordenador para sugerir la forma deseada. La fotografía original, al ser observada, sólo muestra lo que parecen ser sedimentos del fondo de mentira.​

Un comentario en «Restos del monstruo del Lago Ness»

  • me la comi de que habia aparecido no hagan esas bromas cheeeeeeee

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