19 diciembre 2024
CRÓNICAS

Se nos fue el Sabalero

Por la mañana recibí la puñalada del locutor del informativo que me anunciaba la muerte del Sabalero, José Carbajal y les pido disculpas a mis compañeros y en especial a Lorenzo Olivera por robarle el personaje, aunque el Sabalero no es de nadie, sino que es de todos los uruguayos, al que no le guste que no lo escuche y quien no comparta sus ideas, que no las comparta y a otra cosa.

Pero el Sabalero es el Sabalero y deja una huella que va a ser muy difícil de borrar, ni siquiera con el tiempo ni otras voces, porque podrán cantar exactamente igual o mejor, pero la personalidad de Carbajal es exclusiva de él y es lo único que se lleva de esta tierra.

Un muchacho, para mí chiquilín, porque lo tuve siempre en la vuelta desde chico y ahora echó alas y vuela, alto y lejos, me regaló un disco que se llama “Entre Putas y Ladrones / El viejo”, que en estos momentos lo estoy escuchando, como en aquel en que me lo dio y lo pusimos en el equipo.

Estábamos sentados a la mesa y entró a correr “El viejo” y en determinado momento Miguelito, que así se llamaba y se llama el obsequiante, se levantó y se fue del lugar donde estábamos escuchando la canción – poema, con los ojos llenos de lágrimas, me dijo “perdoná, pero este hijo de puta, siempre me hace llorar con esta canción” y se fue a llorar solo.

Les pido disculpas por mi léxico pero gracias a Miguelito, aunque no tengo padre desde hace más de cincuenta años, lo perdí siendo muchacho, cada vez que escucho “El viejo”, se me hace un nudo en la garganta y me quiebro, como si fuera un gurí chico.
Qué poeta, decidor, cantor, tal vez ni lo uno ni lo otro, sino todo entreverado a la vez, creado por la vida en Puerto Sauce, entre la arenera, las trochas angostas de las máquinas decoville, el pito de Campomar y Soulás que lograban que las calles se llenaban de bicicletas, por la mañana y por la tardecita, con los trabajadores y los pescadores artesanales de los sábalos.

Poeta creado por la vida, por el campo, por la calle, por las circunstancias y no por el aula magistral, ni los cafés en el Sorocabana, sino por haber vivido y por haber lustrado los mostradores de tantos boliches, escuchando a Juan Pueblo, a Juan Campesino y a Juan Textil y grabándolos en el sensible disco duro de su cerebro y saber hacerlos decir las cosas tan bien y en el momento oportuno.

Gracias Sabalero por removerme todo lo que llevo adentro, como sólo vos sabés hacerlo, a pesar de no ser oriundo de Juan Lacaze.
A Miguelito haberme hecho conocer al Sabalero por el disco, se lo deberé toda mi vida y a Jorge el peluquero, por haber conocido al otro Sabalero, el de carne y hueso, también.

El Sabalero era un bohemio, criado en la calle de pueblo chico, el que pudo homenajear con sus versos y sus canciones.
Política aparte, como creo que muchos desubicados lo insultan después de muerto o le hacen monumentos.

Admiro al Sr. José Carbajal por el legado poético, que sin los adornos de la formación académica mínima, le supo cantar a su padre mejor que Manrique, porque cuando lo siento me cruje el corazón, claro que ese soy yo y no todos tienen por qué sentir lo mismo por los versos o por su padre.

El Sabalero, como muchos de estos criollos de corazón abierto, le hizo entrar lo nuestro, a los nuestros, en forma lisa y llana, por medio de sus versos y canciones.
Era un hombre de la noche y en la noche hay que pasar el cerno, para separar el grano de la paja, lo útil de lo inútil, lo bueno de lo malo, no para no juntarse con lo malo, porque a la largo es bueno, por la experiencia que nos deja.

El otro amigo, el peluquero Jorge, que en épocas remotas estaba establecido como “Jorge y Angelo” en la Galería del Notariado y por las cosas de la vida terminó estableciéndose en la bajada de Punta Gorda, para el lado del club Náutico, sobre la rambla, cerca de donde vivía el Sabalero en aquella época y donde se había criado en épocas anteriores Miguelito.

Jorge también bandidote y de la noche, un día le cae un parroquiano, lo empieza a atender y le pregunta como quiere el corte. Como música de fondo estaban pasando algo del Sabalero y el cliente le pregunta a Jorge, ¿quien es el cantor?, ¿que tal le parece? y el peluquero le contestó la justa, como no podía ser otra.

Bueno, dijo el parroquiano, ese que canta soy yo.
De ahí en más y con sus interrupciones por los viajes, gastaron en yunta muchos mostradores, eso si sin pretensiones, si eran de madera o de zinc.

El peluquero y el cantor guitarrero, aves del mismo plumaje volaron juntas.
Jorge recibía las quejas de la holandesa, la mujer del Sabalero, porque cuando salían juntos, se perdían en la noche de los tiempos dos o tres días.
La holandesa reprochaba al Sabalero con su español uruguayo, aprendido por las circunstancias: “Ud. me dedica muchas canciones y dice que me quiere mucho, pero desaparece de la casa”.

El Sabalero era así y muchas cosas de él que no sabemos, pero si no fuera así, no sería el Sabalero.
La semana pasada quedé medio preocupado porque leí un reportaje al Sabalero en Búsqueda o Galería y entre líneas y a través de la tinta impresa pude oler que algo no andaba bien.

El en Villa Argentina, la Familia en Holanda.
Había dejado la bebida.
Que no componía más porque se había quedado sin inspiración.
Que no le gustaba tocar la guitarra porque el lo hacía mal y un par de muchachos que lo acompañaban lo hacían mejor que él.

Que estaba haciendo unas presentaciones en un bar de pocitos los fines de semana.
Quedé con la impresión de que se le estaba juntando la cerrazón en la cabeza.
Para un hombre que tuvo todos los escenarios a su disposición tocar en un bar por más “disti” que fuera era una “rascada”, como le llaman en el ambiente artístico a salir del apuro haciendo unos mangos para ir tirando.

Los músicos saben bien lo que es pasar el día con un refuerzo de mortadela, claro que no es lo mismo después de haber tocado el cielo con la mano.
Me corrió por la cabeza que la película de su vida la podía terminar él por sí y ante sí, y hay muchas formas de hacerlo, como ser no cuidarse, y parece que le falló el bobo, justo a él que era todo corazón.

La noche anterior no dio muestras de depresión y estuvo con amigos.
Hermano, estés donde estés, si la cosa cuaja, y cuando me toque ir por ahí, nos tomaremos alguna, si es que allí existe y nos echaremos un real de prosa hablando del te acordás…

Que vamos a hacer… No somos nada…
“Seguiremos buscando el pasado con los galgos de la Onda”.

12 comentarios en «Se nos fue el Sabalero»

  • Parece que era bravo el sabalero con la holandesa!!!¡¡¡ y parece que tu lo conocías bien…Que perdidada mama mia!!!

  • Un aguante para el sabalero y toda su familia…

  • Cuanto lo vamos a extrañar…no lo podia creer….saludos a toda la familia

  • Terrible perdida para la familia y todo el mundo del canto popular…
    Salud Sabalero!!!!!!!!!!!!!!!

  • Las condolencias para toda la familia del Sabalero y muy lindo lo que esta escrito aquí.
    Saludos

  • Si…no somos nada…! Un fuerte abrazo a la holandesa y a toda su gente…el canto popular pierde a un gran valor…
    Saludos

  • Que mala pata!!!!!!!!! Creo que había empesado con actuaciones en vivo y fue el manager que lo encontro en la casa cuando lo fue a buscar. Que barbaridad!!!!!

  • Supo pintar como nadie su infancia, su pueblo y recuerdos Decidor de sus vivencias, de sus aventuras, nos transportó de forma si se quiere reverencial, a ese mundo por demás sencillo, que lo hizo sensible dado que era de los que no sólo miraban ,sino que veian y apreciaban los más mínimos detalles permitiéndole tranferir en su arte todo ese esplendor rústico y hermosamente sencillo. Nos transportó . Nos hizo con sus palabras su música y su canto, cómplices de sus vivencias Fue un verdadero acuarelista del pensamiento. Al artísta y al hombre, gracias por darnos todo lo que nos dió. La muerte llegó sencilla, calma, como en realidad él hubiera querido: “Que esa puta vieja y fria lo tumbó sin avisar.” Cordiales saludos.

  • Que se puede agregar a lo dichos ya?. Es una terrible pérdida para la música popular. y me sumo a todas las expresiones de condolencias hacia los amigos y la familia José Carbajal.
    Saludos

  • Que perdida la del Sabalero y no era tan viejo. Y lo que esta escrito aquí es un buen adiós como tambien lo que escribio Cristina en como lo encontró la muerte. Fue bien como la letra de su canción. El video lo tendrian que mirar los que cantan en los omnibus y en las plazas tanto en Uruguay como en otras partes del mundo. El que cantaba era el Sabalero y la gente estaba dura para darle plata. Un grande arriba del bondi y un grande en la vida….
    Saludos a todos por ahí

  • Muy buena historia, para paliar esta tremenda mala noticia para todos los amantes como yo del canto popular. El creador de ‘Pantalón cortito’ tan escuchado en la infancia por toda una generación, dijeran los porteños- se fue de viaje mpero estará siempre en nuestra memoria.
    Saludos

  • pa que perdida,pensar que me crie escuchando su musica por parte de mi viejo que lo escuchaba siempre,mi viejo ya partio hace algunos anios y ahora le toco a el.se va a estraniar tanto a cualquiera de los dos.

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