13 diciembre 2024
INSÓLITOS

Todo vale

Una mermelada hecha, supuestamente, con un pelo de la princesa Diana, está en venta en una exhibición en Londres.

La conserva, llamada mermelada oculta, es parte de una exhibición de una galería de arte que también muestra obras de Salvador Dalí y René Magritte.

El producto cuesta cinco libras esterlinas por tarro, es en parte comida y en parte arte, según el dueño de la compañía de alimentos Bompas and Parr.

Según este portavoz la mermelada se preparó disolviendo una diminuta partícula de un pelo de la princesa de Gales, con ginebra, mezclándola después con leche y azúcar para crear un producto con un sabor similar a la leche condensada.

Tiene una semejanza con el licor Bailéis que está hecho con crema de whisky escocés y crema doble, le falta el pelo real.

El pelo fue comprado por diez dólares a través de eBay.

Lo vendía un coleccionista estadounidense que junta pelo de celebrities para después venderlo en pequeñas partes.

Es insólito que, ante tal negocio, no se aclare la procedencia del pelo, si era en definitiva un cabello o de otra zona de la humana naturaleza.

Pero en la duda, esa mensajera de los dioses, capaz que le aumenta el valor al producto, si se deja jugar la imaginación.

En este tipo de negocios siempre hay exquisitos para todo.

En la milenaria China hay una plantación de té en la provincia de Henan que solicita muchachas vírgenes con busto pronunciado, cuello alto y labios gruesos para recolectar hojas durante la cosecha de las hojas del producto.

Según el aviso, las candidatas deben cumplir con los siguientes requisitos:

1.- Ser virgen y no haber estado envuelta en ningún tipo de actividad sexual.

2.- Talla de sostén: 34 B como mínimo, francamente no sé a cuantos centímetros equivale, pero yo también me quedé con la intriga.

3.- Cuello y labios firmes y ninguna marca o cicatriz en el cuerpo.

La compañía sostiene que la calidad y exquisitez del “té de los labios” depende de la forma tradicional en que se cosechan las hojas de este afamado producto.

Creo que la selección de las cosechadoras la hac el dueño de la empresa, para evitar que algún subalterno cometa algún error.

El proceso exige que la muchacha arranque las hojas de té con los labios, baje delicadamente el mentón y las suelte en una canastita en forma de cono que ha sido atada a su cuello y se asienta entre sus senos.

Por ningún motivo puede tocar las hojas con las manos y antes de empezar su faena debe haber tomado un baño.

La plantación está dispuesta a pagar hasta 80 dólares diarios.

Atención con la cotización que estamos hablando de China.

Una leyenda china sostiene que las diosas recogían las hojas de té con los labios.

Cuando el agua hirviendo cubre las hojas, libera el espíritu de estos seres míticos en el aroma de la bebida.

La cosa empieza a tomar forma a algo.

El “té de los senos” es una variación del te de los labios.

En este proceso, las hojas recolectadas por los labios deben permanecer entre los senos de una muchacha virgen durante toda la noche para que se impregnen de su pureza.

Estas cosechas se venden en subastas al mejor postor en forma reñida en cuanto a los montos durante un festival anual.

La firma asegura que estos productos tienen propiedades curativas, pero no aclaran que mal es el que cura.

Sin embargo, es el factor virgen el que eleva el precio.

Seguimos subiendo lo que sospechábamos.

Esta práctica incita las fantasías sexuales de los hombres chinos, obsesionados con la virginidad de sus mujeres.

Tienen lo que vendría a ser el complejo del león nuevo en la manada dado que entre los chinos persiste la creencia según la cual, si la esposa no ha sido virgen, los hijos pueden ser de sus parejas anteriores.

Los leones, según lo vi en Nat Geo, lo hacen instintivamente, por el problema de la consanguinidad, porque es un solo macho, con un séquito de hembras y los demás leones machos jóvenes, los corre el león nuevo y a los cachorros los mata para que los hijos sólo sean de su línea genética.

En China hubo un emperador Han Chengdi (51 – 7 AC) que sólo mantenía relaciones con mujeres vírgenes.

Pero la concubina Zhao Feiyan, una experta en las artes amatorias, que logró engañarlo la primera noche con la ayuda de sangre de cerdo, se volvió su favorita.

No hay matrero que no caiga.

Es insólito empezamos con una mermelada y terminamos con un te de labios y de senos y un emperador que compró una mercadería por nueva y era de segunda mano.

La vida así no es fácil.

Un comentario en «Todo vale»

  • En un mundo donde la gente se enrosca con cuanta creencia nueva que pase por su camino, es caldo de cultivo parea los creadores de fetiches. Y los chinos son muy piratas con esas cosas, porque son bastante raros en sus costumbres, el te de los senos, el te de los labios, acostarse solo con virgenes*****puros fetiches

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *