14 diciembre 2024
GALERÍAS

¿Todos somos Charlie?

Los países que fabrican las armas con que fueron asesinados los periodistas de Charlie Hebdo, estaban representados en esta manifestación de la hipocresía mundial. Estos países que lideran y patrocinan todas las guerras que se producen a lo largo y lo ancho del planeta y que mantienen la industria armamentista que tantos dividendos generan a sus privilegiadas economías y tantos muertos a los países menos favorecidos se sienten víctimas de lo que ellos mismos han creado. La propia Hillary Clinton reconoció públicamente en una entrevista que fueron los EE.UU. quienes crearon Al Queda, para luchar contra la Unión Soviética en Afganistán.

Nuestra civilización occidental, a través de sus líderes, se manifiesta en repulsa de este terrible atentado contra unos periodistas cuya única culpa es utilizar la pluma contra aquellos que son intolerantes. Sin embargo para llegar a esto hemos tenido que pasar 400 años de inquisición, cuatro Cruzadas contra el “infiel”, al que había que cristianizar por la fe o por las armas. Hemos tenido que padecer el genocidio de los pueblos nativos de América, África, Asia y Oceanía. Pero no tenemos que ir tan lejos, los muertos, los desaparecidos, los que sufrieron prisión política, los torturados de los regímenes totalitarios que proliferaron durante la segunda mitad del siglo pasado, siguen sin el consuelo de la justicia. Cientos de presos políticos llenan las cárceles de medio mundo por defender ideales de justicia, decenas de periodistas están privados de libertad por contar la verdad y por denunciar los abusos del poder.

La hipocresía del poder, se ha hecho patente una vez más y los grandes medios de comunicación han mostrado al mundo, a través de las pantallas, la cara más hipócrita de unos políticos que como Casanovas o Don Juan seducen al pueblo llano con gestos para la galería que nunca tienen nada que ver con sus acciones de gobierno.

Al cierre de esta edición, miércoles 14 de enero, se cumple un año de la muerte de Juan Gelman. Queremos terminar esta nota con una poesía del gran poeta como evocación de su memoria y como homenaje a los periodistas asesinados.

Epitafio
Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *