Tributo a Belela Herrera
La intendenta Ana Olivera que tampoco pudo asistir al acto recordó, en el mensaje enviado, que tuvo el “honor de declarar, a Belela, Ciudadana Ilustre de Montevideo.” Para declarar que: “quienes tenemos el placer de conocer a Belela sabemos de sus virtudes como persona y de su dedicación cada vez que asumió la función pública”
El Canciller Almagro, que inauguró el acto, subrayó “…la impresionante trayectoria de Belela Herrera pero fundamentalmente su ejemplo de vida que no tiene que ver solamente con los cargos que ha ostentado”. Destacó el trabajo realizado por Belela en el Ministerio como Vicecanciller, su trabajo en DD.HH., su representación en el marco de la OEA, en Sudáfrica, en Haití, en el Salvador. Remarcó la militancia incansable por el Derecho de las personas. “Su militancia de ayer es parte sustancial de las conquistas en materia de DD.HH. de hoy”. Agregó que Belela “es sinónimo de tesón, de humanidad, de inteligencia. Belela es sinónimo de Vanguardia, su pensamiento y aporte es una de las luces más brillantes de los avances pioneros en el Uruguay y en nuestra Latinoamérica”. “Es símbolo de mujeres trabajadoras, muchas tienen en ella un baluarte, es una referencia”.
Beatriz Ramírez, directora del Instituto Nacional de las Mujeres señaló que este homenaje era una deuda que teníamos con una mujer que es una referencia para las mujeres y también para los hombres de este país. Agregando finalmente que es importante este reconocimiento porque “es necesario que las generaciones venideras conozcan a las figuras uruguayas que han construido este país.”
John Biehl, embajador de la OEA en Uruguay, expresó su gran admiración por la figura de la homenajeada, “…sentada en un rincón, en cualquier auditorio, no importa la cantidad de personas que allí estén, uno siente que está Belela, y ese sentir, tan difícil de encontrar, es simplemente que el mundo puede ser mejor, que podemos ser más iguales, que la violencia es innecesaria, que la libertad es hermosa como el agua y que como ella ha correr para todos. Si tocamos su razón, nos dará siempre una respuesta generosa referida a un mundo nuevo, aquel que estamos lejos aún de construir; si tocamos su corazón, brotará la más pura de las respuestas.” “…Belela abraza, abrazó y abrazará siempre las causas nobles de la humanidad, aquellas que nunca han de conocer parangón pero que nunca se puede dejar de luchar por ellas.” “…necesitaremos siempre ese viento caluroso y sincero de compromiso con los más débiles sin rencores del ayer y sin temores del mañana” (…) “como has enseñado con tu alma de maestra, ningún grupo político ni movimiento social, nadie que sea solo parte de la humanidad, puede arrogarse la bandera de los derechos humanos. Sabes y trasmites que la victoria final requiere de todas y todos.”
Juan Raúl Ferreira abogó porque se transmita a los jóvenes el homenaje a Belela. “Los jóvenes a quienes a veces no hemos cuidado suficientemente en la formación, el afecto, la lealtad y el apego a los Derechos Humanos, porque no vivieron las épocas dramáticas que vivimos nosotros”. Hay que mostrarle a los jóvenes que Belela es una leyenda, pero una leyenda de carne y hueso, “que los jóvenes sepan que las Belelas Herreras no son solo de bronce o de las páginas de los libros de historia.”
Belela, profundamente emocionada, a ella que no le gustan los reconocimientos públicos a su labor, se limitó a agradecer a todo el mundo y tuvo un emotivo recuerdo para su madre, de la que dijo “…si algo tengo es gracias a su humanidad y su solidaridad, que siempre tuvo en todas las causas, creo que eso fue lo que hizo nacer en mi una circunstancia especial, porque no estaba preparada para la brutalidad del Plan Cóndor o en Centroamérica”. Reconoció que el coraje que tuvo para enfrentarse desarmada a los esbirros más feroces de las dictaduras “fue porque la causa lo merecía y esas son las causas que merecen que los jóvenes las abracen y sigan adelante y tienen que abrazarla con el entusiasmo y el amor con que los que las sufrimos, la abrazamos. Ellos tienen que abrazar la causa para que nunca vuelva a pasar.” Para finalizar con un reconocimiento y un homenaje a las Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, “…a las viejas que se nos están muriendo y todavía no encontraron a sus seres queridos que buscan y siguen buscando.”
Belela es en toda América un símbolo. En Chile, donde con su Fiat 600, poco después del golpe de Estado dado por Pinochet, se dedicaba a repartir refugiados por distintas embajadas jugándose la vida para salvar la vida de otros, es querida, recordada y es ejemplo de coraje y valentía.
Dice el refrán que nadie es profeta en su tierra, Belela sí es profeta en su tierra y en todas las tierras que ha pisado porque su labor no tiene fronteras. Para Belela, los Derechos son para todos sin distinciones de raza, de género, de ideologías, de nacionalidades y no hay fronteras que impidan su defensa.