Vivir se debe la vida
Como dijo el poeta, “de tal suerte, que se mantenga viva en la muerte”.
Arranqué para los lectores con flor de malaria y sin embargo, estoy loco de la vida, estoy sumamente contento.
Me acaba de llamar un amigo al cual le habían detectado “algo” que sospechaban “feo” y resultó “piola”.
Me maliciaba yo, que lo que le vieron a él, todos tenemos uno por algún lado y cuando es malo somos boleta y cuando no es malo hay que tirar cohetes y tenerla bien clara, que vivir se debe la vida, porque en la primera de cambio, tal vez, no había tanto piolín en el carrete como nosotros pensábamos.
Por otro lado tengo una conocida que tiene suficiente dinero, como para cambiar el auto al Santo Botón y le apareció un tema grave a tiro corto, que el “ciruja” lo arregla, claro que tiene un costo, pero no hay que andar bobeando y perdiendo el tiempo, hay que encararlo bisturí mediante, pero a esta persona le parece que es “cara la intervención” (dicha operación no la cubre ningún seguro médico ni público ni privado, lo tengo bien claro porque yo me la tuve que hacer).
Le dije un montón de veces: “¿qué? ¿querés ser la muerta más rica del cementerio?
Se quedó pensando y el tema es claro, o cuchillo o la huesuda.
A un amigo de un amigo, lo habían intervenido y se salvó, pero echó el resto en la tacada.
Le volvió a aparecer la cosa en otro lugar y no tenía resto, le siguió un juicio al Fondo Nacional de Recursos, que le negó la cobertura, le ganó en primera instancia y le apelaron –con todo el tiempo que ello implica – y ganó el juicio en segunda instancia, pero murió 48 horas después que le notificaron la sentencia, no estamos hablando de cánceres.
muy bien yo pienso igual ay que pensar bien y que las cosas saldran bien y no hacerse malasangre por las cosas que no valen la pena